• 11/08/2020 00:00

Lucha sin permiso, mi nuevo Libro

“Espero que el libro pueda ilustrar algunos detalles que ayuden a comprender en mejor forma acontecimientos pasados que han servido para construir nuestra historia política reciente […]”

¿Por qué escribo un nuevo libro?, se preguntarán quienes saben que los panameños no somos de leer mucho, menos en la época del Netflix y las redes sociales. Faltando pocos días para llegar a mis 75 años, me parece saludable compartir algunas cosas por ese extenso recorrido que he llevado en la política nacional, más de 50 años. Aquí lo que sobre eso digo en el prefacio de mi nuevo libro. (Se presentará en la Feria Internacional del Libro que este año se llevará a cabo de forma virtual, que se podrá ver en la plataforma ZOOM de la feria, el 14 de agosto próximo, de 4:30 a 5:30 p. m. en el Salón Rosa María Britton, ID 82474980184).

“Siempre mi familia y mis amigos me han recomendado que, por haber sido parte de tantos episodios de la vida nacional por casi medio siglo, debía escribir, como testigo primario, algunas de esas vivencias. Es la tercera vez que lo hago, quizás la última, donde comparto algunas experiencias de mi vida política. En 2008, en Las montañas sí se mueven, desarrollé, con la poca pericia de un novel escritor, lo que mi recorrer público había significado hasta ese momento. Ese libro, presentado en la Biblioteca Nacional, lo prologaron mis amigos Edwin Cabrera y Mario Rognoni (q. e. p. d.), correspondiéndole su presentación a mi compañero legislador y copartidario, Raúl Ossa de la Cruz. Posteriormente, y con el prólogo del ex presidente de la República, Ernesto Pérez Balladares, y la presentación del viejo amigo, Olimpo Sáez, di a conocer en los salones de La Estrella de Panamá, mi segundo libro: Imprudencias de un diplomático inconveniente. Lo que hice también en la ciudad de Miami, con la participación del conocido consultor político venezolano J. J. Rendón, quien presentó el libro, y en el programa CAMILO, del periodista cubano Camilo Egaña, en CNN En Español. Dicho volumen bosqueja, principalmente, mi paso por la Organización de Estados Americanos y mi trabajo como diplomático y político en ese foro hemisférico, donde terminé destituido por denunciar la tragedia que vivía -y sigue viviendo- el pueblo de Venezuela.

Hoy, trato de unir todo lo anterior y presentar, con la mayor humildad, lo que pienso han sido los momentos más importantes de ese más de medio siglo de lo que convertí en mi forma de vida: la política. Pero con P mayúscula, como la aprendí de maestros como Ricardo Arias Calderón, Arístides Calvani, José Napoleón Duarte y Luis Herrera Campins, estos dos últimos presidentes de El Salvador y Venezuela, respectivamente.

Al presentar estas experiencias, pienso en los jóvenes de hoy y de mañana, en los hijos y nietos de mi generación que no han vivido los momentos que aquí narro tal como los viví, y las anécdotas de esos tiempos que he podido recordar. Lo hago con la esperanza de que signifiquen una referencia de alguna importancia para entender la historia de su país y la sociedad en la que les toca vivir. Me gustaría provocar en ellos el necesario proceso de reflexión que los lleve a entender que la República y su vida democrática son responsabilidad de todos. Han costado mucho esfuerzo, dolor y lágrimas como para ser indiferentes con respecto a su suerte y su futuro. Además, espero que este testimonio les enseñe que también hay alegría -y mucha- en luchar por las ideas y establecer en el camino de esa lucha los vínculos de solidaridad y hermandad con otros hombres y mujeres que amen a esta patria como la amamos nosotros, con sencillez y dedicación, con profundo respeto por la vida, pero comprendiendo que la vida sin libertad tiene poco sentido y ninguna trascendencia.

Quizás el lector se percate de que, en alguna ocasión, exista alguna repetición de algún hecho. Sin embargo, podría ser que ello se deba al contexto donde aparece, que hace necesario volver a contarlo dentro de él.

No ha sido fácil, porque en ocasiones se piensa que lo mejor es rendirse, ya que es imposible cambiar a los demás. Sin embargo, tras un pequeño impasse, nos regresa el entusiasmo y volvemos a nuestro diario trajín. Simplemente no podemos cambiar a nadie; jamás lo lograremos. El verdadero logro consiste en que cada uno de nosotros cambie como individuo y en nuestra acción sobre la sociedad en la que nos ha tocado vivir”.

Espero que el libro pueda ilustrar algunos detalles que ayuden a comprender en mejor forma acontecimientos pasados que han servido para construir nuestra historia política reciente, algunos narrados por primera vez. Las experiencias que comparto solo llegan hasta el final del Gobierno de Juan Carlos Varela. Espero, tener las fuerzas para analizar al actual Gobierno con la esperanza de que termine en forma diferente a como en su primer año ha comenzado.

Abogado y político.
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