La Ciudad de Saber conmemoró su vigésimo quinto aniversario de fundación con una siembra de banderas en el área de Clayton.
- 01/05/2020 00:00
Lecciones de aprendizaje
En tiempos de incertidumbre como los que estamos viviendo, estar en casa debe convertirse en un valioso espacio que todos debemos aprovechar para pensar y reflexionar sobre nuestro modo de vivir. Es momento preciso para analizar sobre esta situación y obtener las mejores lecciones de aprendizaje para convivir mejor.
Como personas, compartimos este único planeta, que a la larga legaremos a nuestros hijos. Tener una conciencia clara y más humana de nuestro real propósito en esta existencia, debe conformar la base de todas nuestras acciones. La vida nos está diciendo que debemos mirar internamente, analizar si lo que estamos haciendo diariamente es lo correcto, si esto crea algún valor y en qué medida mis acciones afectan a los demás.
En otro orden de cosas, hemos visto que en varios países en donde el coronavirus ha tenido una enorme incidencia, el ambiente ha cambiado de manera positiva. De igual forma, la flora y la fauna parecen disfrutar de todo este cambio que se ha dado en la naturaleza en tan pocos días. Esto deja en evidencia cuánta contaminación ha ocasionado el hombre con varias actividades en las cuales no ha tenido conciencia ambiental.
Hoy día enfrentamos un virus muy poderoso, pero si no tomamos conciencia de nuestros actos en todos los ámbitos, mañana podría ser otro problema, como los grandes efectos del cambio climático que ya nos está pasando factura, o las armas nucleares, que es otro tema que se encuentra en el tapete.
La situación actual nos debe llevar a enriquecernos con nuestro manual de aprendizaje con aspectos importantes tales como:
Volver a lo básico que es compartir en familia.
Respetar al ser humano como ser social.
Esforzarnos por mejorar nuestra cultura y estilo de vida.
Ser cuidadosos en mantener limpia nuestra comunidad.
Mejorar nuestros hábitos saludables.
Ser promotores de la empatía, solidaridad, paciencia y el buen proceder.
Tener disciplina y acatar directrices por nuestro propio bienestar.
Tener conciencia ambiental, aprender a respetar a la naturaleza y a las demás especies naturales.
Tener una vida con más propósito humanista. Cuando uno tiene un propósito claro y altruista, las puertas se empiezan a abrir en diferentes latitudes.
Por otro lado, existen actitudes como el odio, ira, envidia, injusticia, egoísmo, corrupción, celos y quejas, entre otros, que van creando un efecto tóxico y silencioso en nuestra sociedad, lo cual trae como consecuencia un ambiente tenso, de inseguridad y lleno de estrés.
Al respecto, el Dr. Daisaku Ikeda, presidente de la Soka Gakkai Internacional, plantea en un artículo sobre Claves para vivir en una sociedad signada por el estrés: “Al igual que el entrenamiento físico puede extraer aptitudes desconocidas de nuestro cuerpo, y la capacitación intelectual, desarrollar la mente, es posible fortalecer y ejercitar nuestro corazón. Mediante el proceso de superar el dolor, por ejemplo, aprendemos a ver más allá de nuestro propio sufrimiento y preocupaciones, y desarrollamos un sentido del yo más expansivo y firme. Esa experiencia impulsa acciones misericordiosas y compasivas en bien de otros que han conocido las mismas tribulaciones. Por lo tanto, hoy más que nunca, tenemos que desarrollar cualidades como la FORTALEZA, la SABIDURÍA y el ENTUSIASMO, al tiempo que vamos forjando amplias redes de apoyo mutuo entre las personas”.
Hoy, la vida nos está diciendo que debemos elevar nuestro nivel de conciencia humana, que el cambio empieza con cada uno de los habitantes que residen en esta hermosa casa llamada Planeta Tierra. Por lo tanto, es indispensable que nos sintamos responsables de influenciar positivamente en nuestro entorno con acciones que marquen la diferencia cada día. Y, cuando volvamos a encontrarnos, abrazarnos y compartir juntos, no volver a cometer los mismos errores.