¿Qué lecciones aprendimos de los huracanes Eta e Iota?

Hace un mes Panamá fue estremecida por la intensidad de vientos y lluvias producidas por los huracanes Eta e Iota. Las afectaciones fueron desde inundaciones severas, deslizamientos de tierra, carreteras y vías de transporte interrumpidas y, lamentablemente, la pérdida de vidas humanas.

En esta ocasión los efectos de dichos huracanes en Panamá fueron indirectos. En una futura ocasión debemos prever la posibilidad de mayores riesgos y efectos más devastadores.

El Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc) y las otras instituciones del Estado cumplieron con alertar a la población, sus labores de rescate, restaurar vías interrumpidas, etc. Este desastre natural nos enseñó que como nación aún tenemos mucho más que aprender y mejorar.

Es obvio que reducir los efectos de riesgos naturales (como las inundaciones y derrumbes de tierra) de un país no pueden recaer solo en una o dos instituciones públicas. Todos los habitantes del país tenemos un rol importante que jugar. La población debe estar bien informada y organizada en sus respectivas comunidades para dar los pasos correctos y así reducir los riesgos.

Existe gran variedad de soluciones para reducir los riesgos de seguridad y salud en las comunidades.

Este escrito busca crear consciencia sobre la importancia de confeccionar lo que se conoce como “Mapas de Riesgos”.

Es un documento que le permitirá a usted conocer y entender el riesgo de inundación o derrumbes (zonas vulnerables) que pudiera sufrir su urbanización o comunidad. Esta información se detalla en un mapa de la localidad que periódicamente deberá ser actualizado.

Un Mapa de Riesgos es solo un elemento de varios que conforman un “Programa de Riesgos” y un “Plan de Riesgos”.

Un ejemplo ilustrativo de qué es un Mapa de Riesgo de Inundación puede ser observado en el sitio web de la institución pública de Estados Unidos llamada “Federal Emergency Management Agency” (FEMA), creada en 1979. Su misión es ayudar a personas antes, durante y después de desastres naturales. FEMA es el equivalente al Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc) de Panamá.

Visitar el siguiente enlace: https://www.fema.gov/flood-maps/tools-resources/risk-map

Si Panamá cuenta con información estadística sobre las crecidas de sus ríos y áreas urbanas, a través del año, entonces podemos identificar cuáles son los niveles o contornos topográficos que están sujetos a inundaciones.

El “Mapa de Riesgos” es una información pública que es para toda la comunidad. El acceso a esta valiosa información debe ser para todos por igual. Dicha información debe ser adecuadamente divulgada a todas las comunidades del país que están afectadas por riesgos de inundación y/o derrumbes.

La divulgación puede darse a través de sitios web de los distintos municipios, ministerios, universidades, etc. Los mapas pueden ser elaborados por Sinaproc, MOP y Mi Ambiente, que son las instituciones que principalmente manejan información estadística sobre inundaciones y/o derrumbes (deslizamientos) en Panamá.

Una comunidad no solo se refiere a las familias que residen en viviendas, también incluye a las autoridades municipales, de ministerios, representantes, asociaciones cívicas, gremios profesionales, etc. Todos somos parte de una u otra comunidad.

Cualquier persona, empresa privada o institución pública debe poder adquirir o consultar los mapas de riesgos:

Una persona interesada en comprar una propiedad para construir su vivienda debe tener conocimiento sobre si ese terreno es propenso a inundaciones.

Una empresa de inversión (promotores) debe conocer si la propiedad donde desean proyectar una urbanización residencial está en un área inundable o planicie de inundación.

Instituciones públicas interesadas en construir escuelas, hospitales, municipios, clínicas de salud deben tener conocimiento de los riesgos antes de adquirir los terrenos para estas costosas inversiones.

Profesionales, como ingenieros y arquitectos, podrán diseñar y ubicar los edificios y estructuras en terrenos de bajo o cero riesgos.

El crecimiento demográfico que experimentan nuestros centros urbanos incrementará las probabilidades de inundaciones y derrumbes. El país requiere que ciertas áreas críticas ya estén “mapeadas” o indicadas en mapas para saber cómo y qué tipo de desarrollo puede darse o qué medida se deberá adoptar para mitigar los efectos de las inundaciones y derrumbes.

Todos los años nuestro país sufre los embates cíclicos de los fenómenos climáticos cuyas consecuencias son familias damnificadas, edificaciones destruidas o personas desaparecidas. Los ciudadanos tenemos el derecho a saber qué sitios no son convenientes para desarrollar.

La planificación urbana busca proteger la seguridad, salud y el bienestar de los habitantes previniendo desgracias y no reaccionando ante ellas.

Los Mapas de Riesgos no solo sirven para la prevención de desastres y protección de vidas, también sirven para impartir conocimientos a nuestra población. Estos mapas son la herramienta práctica que requieren nuestros ciudadanos para proteger sus vidas y sus propiedades.