Las requisas en los centros penitenciarios de Panamá: una violación a los derechos humanos

Introducción: Las requisas en los centros penitenciarios de Panamá han despertado una creciente inquietud entre los defensores de los derechos humanos. Estas intervenciones, cuyo objetivo es controlar el ingreso de todo tipo de artículos de contrabando y el orden en las cárceles, frecuentemente acaban en violaciones a los derechos fundamentales de los reclusos. Este artículo examina las consecuencias de estas inspecciones y las denuncias de maltrato que han emergido en su accionar.

Necesidad de las requisas: Las requisas son operativos llevados a cabo por las autoridades penitenciarias con el propósito de localizar y decomisar artículos prohibidos dentro de los centros de reclusión. Estos artículos pueden abarcar desde drogas y armas hasta teléfonos móviles y otros elementos que podrían poner en peligro la seguridad de los reclusos y los funcionarios de los centros penales. Si bien estas operaciones son indispensables para mantener el orden, su realización debe alinearse con los principios de dignidad y respeto a los derechos humanos.

Fundamento de legalidad: Resolución N° 978 del 11 de abril de 2018, por la cual se aprueba el protocolo de actuación para realización de requisas en los centros penitenciarios en el país, como un instrumento para contribuir a la búsqueda de soluciones a los problemas que inciden negativamente sobre las condiciones de reclusión y garantizar el cumplimiento de los derechos humanos en los centros penitenciarios, el cual puede ser revisado y actualizado en la medida que se amerite por razones de seguridad.

Reportes de violaciones a los derechos humanos: Diversos reportes y testimonios han indicado que las inspecciones en Panamá se realizan de manera arbitraria y violenta. Entre las principales acusaciones se encuentran:

•Uso desmedido de la fuerza: Los internos han reportado agresiones físicas y maltratos durante las requisas.

•Destrucción de pertenencias personales: En numerosos casos, las pertenencias de los reclusos son dañadas o destruidas sin razón justificada.

•Violación de la privacidad: Las requisas a menudo implican registros corporales invasivos que atentan contra la dignidad de los internos.

Impacto en los derechos humanos: Las prácticas abusivas durante las requisas tienen un impacto significativo en los derechos humanos de los reclusos, incluyendo:

•Derecho a la integridad física: El uso de la fuerza y la violencia durante las requisas contraviene el derecho de los internos a no ser sometidos a torturas ni tratos crueles, inhumanos o degradantes.

•Derecho a la propiedad: La destrucción arbitraria de las pertenencias personales viola el derecho de los internos a la propiedad.

•Derecho a la privacidad: Los registros corporales invasivos y la falta de consideración por la dignidad de los internos atentan contra su derecho a la privacidad.

Recomendaciones y soluciones: Para abordar estas preocupaciones, es esencial que se implementen las siguientes medidas:

•Capacitación del personal: Las autoridades penitenciarias deben recibir capacitación en derechos humanos y en el uso proporcional de la fuerza.

•Transparencia en las operaciones: Es fundamental que las requisas se realicen de manera transparente y bajo la supervisión de organismos independientes.

•Mecanismos de denuncia: Los internos deben contar con mecanismos efectivos para denunciar abusos y garantizar que sus quejas sean investigadas adecuadamente.

Conclusión: Las requisas en los centros penitenciarios de Panamá, aunque necesarias para mantener el orden, deben llevarse a cabo respetando los derechos humanos de los internos. Es vital que las autoridades adopten un enfoque más humano y transparente para evitar abusos y garantizar la dignidad de todas las personas privadas de libertad. Solo así se podrá avanzar hacia un sistema penitenciario más justo y respetuoso de los derechos humanos.