• 24/01/2025 13:50

La NIIF 18: un nuevo horizonte en la presentación de los estados financieros de los bancos

En un mundo empresarial donde la transparencia y la comparabilidad son esenciales para la toma de decisiones informadas, el Consejo de Normas Internacionales de Contabilidad (IASB) emitió la NIIF 18 – “Presentación e Información a Revelar en los Estados Financieros”. Esta normal no solo redefine la forma en que se reportan los ingresos y gastos, sino que también establece un marco que promete mejorar la calidad de la información financiera disponible para los inversionistas.

Nuevas categorías de ingresos y gastos

La NIIF 18 introduce tres categorías bien definidas para clasificar los ingresos y gastos: operación, inversión y financiamiento. Esta clasificación no es meramente técnica; tiene profundas implicaciones sobre cómo las entidades son evaluadas y cómo los inversionistas interpretan su desempeño financiero.

Consideraciones especiales para los bancos

La NIIF 18 incluye provisiones específicas para entidades cuyas actividades comerciales principales son proporcionar financiamiento a sus clientes.

Las entidades que proporcionan financiamiento a sus clientes como actividad empresarial principal clasifican los ingresos por intereses de préstamos a clientes en la categoría de actividades de operación en lugar de la categoría de inversión.

Algunos ejemplos de entidades que podrían proporcionar financiamiento a los clientes como actividad comercial principal son: bancos y otras instituciones crediticias; entidades que proporcionan financiamiento a los clientes para que puedan comprar los productos de la entidad (por ejemplo, fabricantes de automóvil que proporciona financiamiento a sus clientes); y entidades que otorgan a clientes arrendamientos financieros.

Las principales actividades comerciales de un banco minorista o consumo y/o de inversión suelen incluir tanto el otorgamiento de financiamiento a sus clientes como la inversión en activos financieros. Todos los bancos, incluidos los bancos minoristas, tienen una función de tesorería que suele contener grandes cantidades de inversiones en instrumentos de deuda y capital.

Cada banco debe evaluar, sobre la base de sus hechos y circunstancias específicos, si invierte en dichos instrumentos como actividad comercial principal. Esta evaluación es importante porque ciertos ingresos y gastos se clasifican en la categoría de operación, que de otro modo se clasificarían en la categoría de inversión o financiamiento.

Ingresos y gastos provenientes del efectivo y equivalentes de efectivo

Los bancos que invierten en activos financieros como actividad comercial principal (por ejemplo, los bancos minoristas o de consumo y de inversión) van a clasificar siempre los ingresos y gastos provenientes de efectivo y equivalentes de efectivo en la categoría de operación.

Ingresos y gastos provenientes de “pasivos financieros”

Los bancos siempre clasifican los ingresos y gastos de los “pasivos financieros” (es decir, los pasivos que surgen de transacciones que involucran solo la obtención de financiamiento) que se relacionan con el otorgamiento de financiamiento a los clientes (es decir, su actividad comercial principal) en la categoría operativa. Los bancos pueden optar por clasificar los ingresos y gastos de los “pasivos financieros” que no se relacionan con el otorgamiento de financiamiento a los clientes, ya sea en la categoría operativa o en la categoría de financiamiento. Si un banco no puede distinguir entre los pasivos que se relacionan con el otorgamiento de financiamiento a los clientes con los que no se relacionan, entonces clasifica los ingresos y gastos de estos “pasivos financieros” en la categoría operativa.

Ganancias y pérdidas en derivados e instrumentos de cobertura

Muchos bancos recurren a derivados para gestionar distintos tipos de riesgos identificados. De acuerdo con la NIIF 18, la clasificación de las ganancias y pérdidas de derivados e instrumentos de cobertura en las categorías del estado de resultados depende de si están designados como instrumentos de cobertura según la NIIF 9 o se utilizan para proporcionar cobertura económica sobre riesgos identificados. En el caso de los “pasivos financieros” que no están relacionados el otorgamiento de financiamiento a sus clientes, el banco puede optar por clasificar los ingresos y gastos derivados de estos pasivos en la categoría operativa o de financiamiento. En este caso, el banco clasifica en la misma categoría las ganancias y pérdidas de los derivados utilizados para gestionar los riesgos derivados de estos pasivos.

Conclusión

Puedo concluir mencionando que la NIIF 18 representa un avance significativo en la presentación de los estados financieros, ofreciendo a los inversionistas una herramienta valiosa para evaluar el desempeño financiero de las entidades bancarias. Al establecer categorías claras de ingresos y gastos, la norma no solo mejora la calidad de la información, sino que también promueve una cultura de transparencia y responsabilidad en el ámbito corporativo. En un entorno de inversiones que cada vez se vuelve más complejo, contar con información precisa y comparable es esencial para tomar decisiones que impulsen el crecimiento y la sostenibilidad a largo plazo. La adopción de la NIIF 18 es, sin duda, un paso hacia un futuro financiero más claro y confiable.

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