• 05/08/2024 14:20

La batalla de Junín y los panameños (1)

En esos años de guerras, el Istmo de Panamá cumplió con su misión geográfica

Hace 200 años, para precisar, el 6 de agosto de 1824, se llevó a cabo en Junín, Perú, la primera batalla para independizar definitivamente al Perú del dominio español y también la primera batalla para liberar a las naciones de Sur América de la reconquista española de las viejas provincias americanas.

Liberadas Venezuela en Carabobo y Colombia en Boyacá, al mando del caraqueño Simón Bolívar, más tarde lo sería Ecuador en la Batalla de Pichincha en 1821., todas ellas pertenecientes al Virreinato de Nueva Granada con capital en Santa Fe de Bogotá.

El Virreinato de Perú, independizado por el General argentino José de San Martín con tropas argentinas y chilenas y el apoyo de generales y tropas peruanas se declara independiente en julio de 1821, pero ella no estaba asegurada. Todavía el Virrey José de la Serna, contaba con tropas españolas y peruanas y armamentos para reconquistar el rico virreinato.

En esos años de guerras, el Istmo de Panamá cumplió con su misión geográfica. Paso del Atlántico al Pacífico con tropas curtidas en la guerra que llegaban y pasaban a auxiliar al Virrey de la Serna. Y ese bastión llamado el paso Istmeño, se llenó de soldados y armamentos en Portobelo, Chagres y Panamá para la causa del Rey. Si había en los panameños ideas liberales o revolucionarias independentistas, ellas tendrían que esperar mejores momentos para pronunciarse. Mientras tanto, los panameños eran testigo del movimiento de tropas, armamentos y vituallas en Panamá, camino a Ecuador y al Perú.

Parecía que los criollos istmeños o panameños no estaban interesados en la independencia, pero no era cierto. Ya en 1819, dice Rodolfo Aguilera en un folleto publicado en 1887, se había formado el Club Independentista con grupos en diferentes pueblos interioranos, donde casi en la clandestinidad se hablaba de las ideas que sacudían a la América española. Y más tarde en 1820, Mariano Arosemena con otros criollos, compraban y traían a Panamá, una imprenta de Jamaica, donde empezaron a publicar nuestro primer periódico: LA MISCELÁNEA DEL ISTMO y allí fueron plasmando o “colando” las ideas liberales que para ese entonces eran las ideas revolucionarias. Contaba el Istmo de Panamá con 100 mil habitantes aproximadamente en toda su geografía y estaba acuartelada por tropas españolas. La pequeñez del Istmo y de la población, hacían de las relaciones sociales y económicas un círculo bastante estrecho entre los ricos criollos comerciantes y los oficiales de las tropas españolas estacionadas en el Istmo de Panamá. No dejaba de haber como es lógico pensar, contradicciones en las poblaciones con esas tropas que recorrían el interior panameño buscando reclutas y provisiones para ellos y para la guerra que se llevaba a cabo en el Sur de América. El abuso y el maltrato creó una fuente de malestar y de oposición a las mismas.

Para 1821, el General Juan de Dios Murgeon, encargado de la Capitanía del Istmo, dejó el Istmo llevando la mayor parte de las tropas para el Ecuador a combatir a los patriotas, dejando al Istmo con unas guarniciones pequeñas, pero armadas y valientes. Alertados los patriotas Istmeños, organizaron la rebelión en la Villa de los Santos, el 10 de noviembre de 1821 y esta rebelión recorrió los pueblos interioranos. Asustados los criollos capitalinos ante una avanzada conspirativa que ellos desconocían y no controlaban, intentaron amenazar con la represión militar a los villanos para detener el movimiento. Era tarde. Negociaron y los criollos capitalinos entendieron que debían avanzar en sus planes conspirativos que estaban organizando, contando con el Coronel panameño, José de Fábrega, oriundo de Santiago de Veraguas, encargado de la Gobernación de la Capitanía del Istmo. Así se declaró la Independencia de la Provincia de Panamá el 28 de noviembre de 1821 y más tarde el 1º. de diciembre del mismo año, lo haría la Provincia de Veraguas.

Lo demás fue una negociación para evitar un baño de sangre. Los españoles partieron para la Isla de Cuba, con pagos realizados por los próceres panameños.

Continuará...

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