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Importancia de las políticas públicas para las mujeres y las niñas

- 09/03/2025 00:00
- 08/03/2025 17:20
La situación y la condición de las mujeres y las niñas son tan importantes que el único objetivo de desarrollo sostenible que se refiere a un grupo humano en particular es el número 5: Lograr la igualdad de género y empoderar a todas las mujeres y las niñas.
Los restantes 16 tienen que ver con problemas que afectan a la humanidad en su conjunto (pobreza, hambre, salud, educación, agua, energía, trabajo, industria, desigualdades, ciudades, producción, clima, vida submarina, ecosistemas, paz y alianzas) y todos están entrelazados entre sí.
Y el lema de ONU Mujeres para el 8 de marzo de 2025 es “Para las mujeres y niñas en TODA su diversidad: Derechos, igualdad y empoderamiento”.
Es preciso señalar que este llamado ocurre porque las mujeres y las niñas somos la mitad de la población mundial y estamos en el vértice del desarrollo humano. No somos una minoría. Por eso resaltamos el lema de este 8 de marzo, que recalca “TODA” la diversidad de mujeres y niñas, sin distinción de etnias, clases, credos, culturas, edad, etc.
La lucha de las mujeres por sus derechos surge a partir de la Revolución Francesa, ligada a la ideología igualitaria y racionalista del Iluminismo, y a las nuevas condiciones de trabajo surgidas a partir de la Revolución Industrial. A lo largo del tiempo, el feminismo ha logrado avances significativos en muchos países: el derecho al voto, la igualdad salarial, el acceso a la educación y la representación política de las mujeres son algunos de los logros que han sido alcanzados.
No obstante, aún persisten desafíos importantes. La violencia de género, la discriminación laboral, la brecha salarial y la falta de representación de las mujeres en puestos de poder son problemas que continúan afectando a millones de mujeres en todo el mundo.
Uno de los mayores desafíos para el feminismo actual es lograr una mayor inclusión y representación de las voces de mujeres pertenecientes a grupos marginados. El feminismo interseccional ha puesto de relieve la importancia de considerar las diferentes dimensiones de la opresión para construir un movimiento más diverso e inclusivo.
La desigualdad de género se mide a través de diferentes indicadores, como el Índice de Desigualdad de Género elaborado por el PNUD; el Índice de Igualdad de Género del Instituto Europeo para la Igualdad de Género (EIGE) de la Unión Europea, entre otros. Todas las
mediciones indican que persiste la desigualdad de oportunidades entre hombres y mujeres en el mundo.
Desde que se plantearon las limitaciones al desarrollo como problema político de los estados se hizo evidente que las mujeres y las niñas estaban entre los grupos más rezagados. De allí surgieron las Conferencias Mundiales sobre las Mujeres (México-1975; Copenhague -1980; Nairobi-1985 y Beijing-1995).
La Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, celebrada en Beijing en 1995, marcó un importante punto de inflexión para la agenda mundial de igualdad de género. La Declaración y Plataforma de Acción de Beijing, adoptada de forma unánime por 189 países, constituye un programa en favor del empoderamiento de las mujeres y en su elaboración se tuvo en cuenta el documento clave de política mundial sobre igualdad de género.
El proceso político que precedió a la conferencia de Beijing en 1995 fue decisivo para lograr el compromiso de los estados con el tema de los derechos de las mujeres y las niñas. En América latina donde el movimiento feminista tenía gran arraigo se registró un importante avance.
En Panamá se crea la Dirección Nacional de la Mujer en el Ministerio de Trabajo y Bienestar Social en 1989. Para finales de la década de los 90 se crea el Ministerio de la Juventud, la Mujer, la Niñez y la Familia, el que contaba con la Dirección Nacional de la Mujer. Paralelamente se crearon las oficinas de igualdad de oportunidades que establece el artículo 31 de la Ley N° 4 de 1999.
EL MINJUMFA es reestructurado en el 2005 a través de la Ley N° 29 del mismo año y pasa a ser Ministerio de Desarrollo Social (MIDES), ente rector de la política social del Estado panameño. De esta transformación, surge el INAMU en el año 2008, cuando se sientan las bases para construir una institucionalidad más sólida. Desde el INAMU, se logró establecer una cartera de servicios de atenciones especializadas para las mujeres a través de los Centros del Instituto Nacional de la Mujer (CINAMU), hoy, Centros de Atención Integral (CAI).
Se impulsó de manera sostenida la publicación del informe Clara González- Situación de la Mujer desde el año 1996. Este proceso lleva a la creación del Ministerio de la Mujer el 8 de marzo de 2023, como la entidad rectora del Estado en lo relacionado con las políticas públicas en cumplimiento de las obligaciones contraídas por el Estado panameño.
En la Universidad de Panamá, se crea el Instituto de la Mujer (IMUP) por acuerdo del Consejo Académico el 26 de julio de 1995. Producto del trabajo continúo de un grupo de académicas feministas de la Facultad de Humanidades y de la Facultad de Administración Pública, que venían desarrollando talleres, seminarios, foros, publicaciones, programas de radio sobre la situación de las mujeres.
Ese año también se celebraba el cincuentenario de la ONU (1945-1995) y se firmó un convenio para que la Universidad de Panamá fuera el escenario de tan importante acontecimiento. De tal manera que se realizaron decenas de actividades relacionadas con las agencias de Naciones Unidas, las efemérides mundiales y las diferentes facultades. Cada evento tenía objetivos y resultados esperados. La celebración del 8 de marzo de 1995 señalaba en sus objetivos la creación del Instituto de la Mujer de la Universidad de Panamá, documento que fue firmado por el entonces rector, Dr. Gustavo García de Paredes y doña Ligia Elizondo, representante de Naciones Unidas en Panamá en el Paraninfo. De tal manera que en este 2025 conmemoramos el 30 aniversario del IMUP.
El Ministerio de la Mujer ha desarrollado la Política Pública de Igualdad de Oportunidades para las Mujeres para el período 2024—2034 (PPIOM). Esta política se apoya en el marco jurídico internacional y nacional y de manera particular en los convenios que ha suscrito Panamá, tales como, la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW,1984); la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Belem Do Pará, 1994); la Declaración de la Conferencia de Beijing (1995); la Agenda Regional de Género para América Latina y el Caribe (2023-2025); el Consenso de Montevideo (2014), todos articulados con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (2015-2030).
La SENACYT con el apoyo del PNUD han elaborado La Política Nacional de Igualdad de Género en Ciencia, Tecnología e Innovación (CTI) de La República de Panamá al año 2040 (Política Género 2040). Este es un gran reto para nuestro país y de manera particular para las universidades.
Falta que nuestras universidades elaboren su política de género para poder estar a la altura de los requerimientos internacionales en el tema del financiamiento académico para investigación, ciencia y tecnología y en consonancia con los Pactos Internacionales firmados por el Estado.
La autora es directora del Instituto de la Mujer de la Universidad de Panamá.