• 16/04/2021 00:00

Izquierdas radicales del PRD ocupan posiciones importantes en el Gobierno

“Es muy saludable que un partido tenga distintas ideologías, pero es entonces cuando un presidente debe buscar un equilibrio que atienda el sentir mayoritario de sus ciudadanos”

En Latinoamérica, los Gobiernos comunistas se han apoderado, en el curso de los años, de varios países. En algunos casos, para llegar al poder, han utilizado métodos democráticos. Luego de establecidos en las naciones, se han distinguido por el control de medios de comunicación y de la justicia y han desarrollado sus políticas populistas.

No han podido, por falta de capacidad, darle a la economía un buen desarrollo. Han fracasado totalmente. No hay más que ver a esas naciones para darse cuenta del atraso en que se encuentran. Como muestra de ello, tenemos la dictadura venezolana de Maduro.

Nito Cortizo, antes de ser presidente, estaba en desacuerdo con los extremos, tanto de izquierda como de derecha. Sin embargo, ahora como presidente, se encuentra en un gran problema por la lucha ideológica que existe en su Gobierno. Tal vez a eso se debe la política zigzagueante del Gobierno. Un día toman una acción y al día siguiente la echan para atrás.

En nuestro país tenemos una amplia libertad de expresión, pero, lamentablemente, nadie cree en la justicia.

Al ministro de Economía, Alexander, que tiene gran prestigio, lo han puesto de lado o cuenta muy poco.

Los izquierdistas radicales en el Gobierno están tomando fuerza cada día más. El secretario general del PRD ha dado muchas muestras de ser un extremista. Recientemente, estuvo en La Habana, alternando con todos los líderes de esa nación comunista, los elogió muchísimo. Posteriormente, visitó Caracas y respaldó a Nicolás Maduro; además, cuenta con un largo historial político que demuestra claramente su ideología. El ministro de Salud, el doctor Luis Francisco Sucre, ha hecho una labor excelente en el combate a la COVID-19 y no ha tenido ningún privilegio en la distribución de la vacuna. No tomó tampoco ningún tipo de acción contra la posición de los aspirantes o de su ideología política. Su actitud le mereció el respaldo total de la comunidad. Dicen los que lo conocen bien, que es un izquierdista de vieja data. Recientemente, cuando un periodista le preguntó si él pagaba directamente a los médicos cubanos o al Gobierno de Cuba, tajantemente le dijo al periodista: “Eso es una acción humanitaria de los cubanos”. Todo el mundo sabe que eso es un gran negocio que viene haciendo el Gobierno cubano desde hace mucho tiempo. Posteriormente, contestando a otro periodista dijo: “que este era un asunto de Gobierno a Gobierno”. Muchos se preguntan: ¿quién hizo los contratos, si no fue él mismo?

El ministro de Cultura, Carlos Aguilar, realizó todos sus estudios en Cuba. Lo primero que hizo al ser nombrado fue atacar a las fundaciones. Su propósito parece claro: debilitarlas para que el Gobierno asuma sus funciones. Contrasta con los cinco expresidentes anteriores al actual, que se identificaron con los patronatos, especialmente el de Panamá Viejo, al cual le dieron todo su apoyo, unos más que otros, pero todos lo hicieron.

Los comunistas en Panamá y en otros lares del mundo, siempre dicen que ellos son socialistas, nacionalistas, patriotas, defensores de los humildes o cualquier otro nombre, pero jamás lo que verdaderamente son.

El Gobierno tiene una burocracia estatal inmensa y varios politólogos lo atribuyen a los malos consejos que le dan sus asesores izquierdistas, que están hoy emplanillados con buenos salarios y muchas comodidades, además de contar, muchos de ellos, con jugosas jubilaciones. Tienen dos sueldos, lo que es definitivamente inconstitucional.

Es muy saludable que un partido tenga distintas ideologías, pero es entonces cuando un presidente debe buscar un equilibrio que atienda el sentir mayoritario de sus ciudadanos. En Panamá, se han dado amplísimas pruebas de ser un país anticomunista. El pueblo panameño ha rechazado contundentemente a ciertos grupos, a pesar de contar ellos con varios millones de dólares para llevar adelante su ideología comunista. Esos izquierdistas radicales siembran el caos y el odio, de eso viven.

Basta revisar el mapa de Latinoamérica y tenemos frente a nosotros lo que han sido estos Gobiernos controlados por los izquierdistas: reina la miseria y la desigualdad social.

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