Inclusión financiera para la integración de un refugiado

Hace poco ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados publicó un informe en el que reveló que el número de personas que se vieron forzadas a huir por guerras, violencia o persecución, en el último año alcanzó el nivel más alto del que se tenía registro en la historia del mundo.

Es bien sabido que estas personas se ven obligados a salir de sus países con muy poco, dejando atrás sus tierras, raíces, sueños, metas y en ocasiones a parte de su familia, y es allí donde surge la pregunta ¿Cómo reconstruir la vida que dejaron atrás?

La respuesta involucra varios factores porque si algo es cierto como bien lo señalan los organismos internacionales, para reconstruir una vida es necesario contar con mucho más que un techo, se requiere retomar el control sobre el futuro propio y esto solo es posible consiguiendo su integración económica y social en el país de acogida.

Muchos refugiados ven la oportunidad de lograrlo a través del emprendimiento, ya que así pueden cubrir las necesidades de sus familias y a su vez brindar servicios en sus comunidades que les ayuden a integrarse en ellas. No obstante, para fortalecer su capacidad de hacer sostenibles sus emprendimientos, resulta cada vez más importante brindarles apoyo a través de servicios financieros y no financieros adaptados a sus necesidades, de manera que puedan empoderarse y dar un impulso a sus negocios.

Desde hace más de 10 años en Microserfin en conjunto con la Cruz Roja Panameña y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), trabajamos para poner la Inclusión financiera al alcance de los microempresarios con estatus de refugiados o solicitantes de refugio. Para esta población en situación de vulnerabilidad, afectadas por la violencia, el conflicto, la persecución y/o la pobreza, el acceso a servicios financieros y no financieros les facilita el camino hacia la estabilidad e independencia económica.

Gracias a esta alianza estratégica hemos podido apoyar a más 325 microempresarios refugiados o solicitantes, tanto hombres (56%) como mujeres (44%), a través de créditos adaptados a sus necesidades, educación financiera con el programa “Saquemos Cuentas”, formación digital mediante la “plataforma Impulsamos tu Negocio”, asistencias y microseguros.

A lo largo de los años hemos sido testigos de sus historias de resiliencia y de cómo una oferta de valor con servicios financieros y no financieros hecha a su medida, les ayuda a progresar con sus negocios, mitigar los impactos relacionados con emergencias e imprevistos, ir tras sus sueños, sustentar a su familia, pero sobre todo tener la oportunidad de reconstruir poco a poco sus vidas y contribuir a la economía local de sus comunidades.

De allí la importancia de seguir emprendiendo acciones y fortaleciendo la inclusión financiera como un instrumento que ayuda a dar solución a las barreras y limitaciones económicas que colocan a la población refugiada en una posición de vulnerabilidad. Aprovechemos desde nuestro sector, la oportunidad que tenemos de ofrecer productos y servicios que fomenten la integración socioeconómica y la cohesión social de estas poblaciones para que construyan una vida financiera sana, sostenible y se conviertan en motores económicos en nuestro país.