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- 27/05/2023 00:00
La importancia de construir nuestra historia
En primera instancia, vamos a definir la importancia de la investigación histórica, es justo y necesario. La historia es la memoria colectiva de todo un pueblo, desconocer esta disciplina y su rigurosidad es despreciar los acontecimientos, vivencias y sufrimientos, logros y victorias de un pueblo. Porque la historia razona el comportamiento humano en el tiempo. No somos hacedores de la historia, refiriéndome al historiador, sino que su objetivo es la presentación de la memoria del pueblo o pueblos y hacer la reflexión y la crítica de la misma. Sin el aspecto crítico al proceso histórico de un pueblo, podemos repetir los grandes errores y obviar los grandes triunfos.
El historiador debe ser como un partero, sacar a la luz los acontecimientos de su pueblo, para que los mismos sirvan de guía o de lección de los errores que no se deben cometer. Y esa historia debe ser objetiva, sin importar, como decía Foucault, “las relaciones de poder.
Siendo así, propongo este ejemplo. El periodo histórico incluye a sus pueblos y también a los individuos que se manifestaron, sea por la política, la economía, la cultura o el liderazgo social, entre otros aspectos.
Cuando el Dr. Belisario Porras tomó el poder en 1912-1916, la situación económica de Panamá era muy preocupante. En el discurso del abogado Guillermo Andreve, se mencionan los aspectos a construir y a evitar. Uno de ellos era que la lucha política entre liberales y conservadores había impedido desarrollar un plan de gobierno, de obras y de la creación de instituciones para la República. Inclusive se abordó el tema de la construcción de un ferrocarril hacia la provincia de Chiriquí, importante para el desarrollo de la agricultura, esto desde 1912.
El presidente Porras, tuvo éxito en muchos aspectos, logró la modernización del país. El ferrocarril interno de Chiriquí fue uno de sus grandes logros, la primera compañía panameña de Fuerza y Luz, el Registro Público, el Registro Civil y los Archivos Nacionales. Fueron muchas obras, y he aquí el detalle que movía a Porras a crear todas estas infraestructuras, bien la realidad de que se terminarían bajo su administración las obras del Canal de Panamá, ergo había que modernizar el Estado y organizar la actividad económica, para los miles de trabajadores de esa obra que se quedarían en Panamá. Ese es el fondo real en los acontecimientos de aquella época, que genera la acción de Porras.
Ahora, en 1950, asume la Presidencia el general José Antonio Remón Cantera. La situación del país, cuando asume la Presidencia, es la era de la Guerra Fría, y, por otra parte, la disputa entre chiarismo y porrismo. Logra de Estados Unidos el Tratado Remón-Eisenhower, con lo que recupera parte de los derechos de Panamá a participar en los beneficios económicos que generaba el Canal, ya que los estadounidenses importaban todo, tenían comisariatos, abastecían las naves que transitaban el Canal, mientras Panamá, miraba de lejos. El tratado significó un avance.
En el aspecto político, el país antes de la presidencia de Remón estaba en un caos, un 7 de mayo de 1951. Venía la República del golpe de Estado doble, tanto del presidente como el posterior dado al mismo. De un juicio político al presidente Arnulfo Arias. El país estaba muy convulsionado. Con todo, me llama la atención que quien realmente modernizo la policía nacional fue el presidente Remón. Explico. Con la Constitución de 1941 se impedía que todo afrodescendiente de origen antillano ocupara un puesto en la policía; inclusive, algunos apellidos cambiaron, obviando sus orígenes. De Smith a Simití; de Cooper a Cupas, de Sterling a Esterlino. Y así otros apellidos. Con Remón se permitió que todos los panameños ocuparan puesto públicos sin mediar sus orígenes antillanos. Y logró eliminar en parte el Gold Roll y el Silver Roll en el aspecto laboral en la Zona del Canal; al trabajador panameño debía pagársele por su trabajo.
Estos hechos se han quedado en el tintero y solo se menciona otros aspectos.
Ese es el punto hoy. El historiador es aquel que está comprometido con el proceso de los hechos acaecidos a su pueblo. Hemos perdido, al igual que nuestro fallido sistema educativo, la capacidad de la transformación social, sin caer en ideologías fallidas y tenebrosas de otras latitudes.
Debemos rescatar la objetividad en nuestra historia, porque, al fin y al cabo, cada pueblo debe construir su memoria colectiva con todos los hechos posibles, y recordar que puede ser amarga nuestra historia, sí, pero es nuestra historia.
Salud, compatriotas.