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- 06/08/2011 02:00
Dionisio, un hombre honrado
ESCRITOR
Hoy, cuando el lenguaje del cinismo político hiere a la opinión pública, pues la inmunidad e impunidad de la elite, tienen el aval de la justicia, con la aplicación de la ley del encaje, es oportuno recordar lo ocurrido en el Panamá Colonial en el siglo XVIII.
Ante el alarmante contrabando (hoy narcotráfico) que acosa a la Audiencia de Panamá, la corona española decide enviar a nuestro país a Dionisio de Alsedo y Herrera. El probo y eficiente funcionario tiene, al llegar a Panamá, 39 años de experiencia administrativa en defensa de los intereses hispanos en las colonias de ultramar. Dionisio Alsedo es nombrado capitán general, gobernador y presidente de la Audiencia de Tierra Firme con órdenes de combatir el comercio ilícito.
España, con el monopolio comercial y su deficiente sistema arancelario, afecta el expansionismo industrial de Inglaterra y Holanda. La estructura administrativa, inflexible y obsoleta, y el juegavivo de los españoles y criollos alientan el contrabando en el Caribe y hacen de Panamá el centro vital de su distribución en Centroamérica y el Pacífico Sur.
Dionisio, con firmes controles, desarticula el comercio clandestino en la zona de tránsito de Portobelo — Chagres — Panamá e igual hace con la Ruta de Pacora. Así surge la Ruta de Coclé, con asiento en Penonomé, Natá y Capira, son Los llanos del Chirú de Omar Jaén Suárez. Ingleses y holandeses, con la complicidad de las autoridades españolas, desarrollan una poderosa organización contrabandista (cartel), en la que implican a personajes distinguidos de la vida social, clerical, política y administrativa de la colonia. Se inicia el ‘escándalo histórico’ de Panamá, continuado con la quiebra del Canal Francés.
Contrabando S.A. ejerce un dominio absoluto en toda la región coclesana hasta que las medidas de Dionisio Alsedo y Herrera, presidente de la Audiencia de Panamá, golpean su corrupta red. Pero todo no es fácil y el contraataque de los poderosos del comercio clandestino es inmediato.
Los intereses creados (mafia) y los círculos de poder del Istmo, duramente afectados por la acción enérgica del gobernador Dionisio Alsedo, logran con sus contactos en el reino de España, su destitución como presidente, comandante general y gobernador de Panamá.
La mafia contrabandista, con la complicidad de funcionarios inescrupulosos, atacan con infamias e intrigas la integridad de Dionisio, acusándolo falsamente de irregularidades. Se le destituye y detiene, se le embargan los bienes y es sometido a juicio. Doce años dura el calvario, de este hombre honrado, hasta ser rehabilitado, moralmente, de los viles cargos imputados. Finalmente muere en la pobreza.
Dionisio es un hombre extraordinario y a la par de su rectitud deja abundante producción bibliográfica en torno a la historia, geografía, costumbres y aspectos administrativos de los territorios españoles en América.
Los escándalos y acciones delictivas del personal de la Real Audiencia de Panamá (cualquier parecido con la realidad actual no es coincidencia) hacen que la corona española la elimine, confirmando las denuncias de Dionisio Alsedo y Herrera.
Contrabando o Corrupción S.A. tienen, pues, antecedentes históricos muy arraigados en el Istmo panameño, lamentablemente, esas prácticas nocivas están institucionalizadas, como lo fue ayer. Panamá debe vencer con integridad la complicidad burocrática tanto de la empresa pública como privada.
Hoy, cuando el festín de apetitos galopa como jinetes del Apocalipsis en nuestro país, requerimos con urgencia notoria de ciudadanos ejemplares, así como de funcionarios, que actúen con la dignidad y rectitud de un hombre ético, como lo fue Dionisio Alsedo y Herrera.
Que Panamá deje de ser sinónimo de escándalo y pillaje por la codicia de políticos y empresarios que comprometen el honor nacional. Hoy, el narcotráfico es la furia de los dioses del mal encarnados en el juegavivo panameño, es tiempo de retomar el sendero de la acción moral que nos identifique como nación.
Recomiendo consultar en la Revista Lotería, en los números 320 — 321, la enjundiosa monografía de la Dra. Argelia Tello Burgos sobre el caso de Dionisio Alsedo y Herrera. Pueden consultarla en la Biblioteca Nacional. Además, para información adicional sobre don Dionisio Alsedo y Herrera es oportuno leer ‘Los rostros del tiempo’ en su 3ª. ed. corregida y aumentada.