• 16/02/2025 17:16

Fundamentos para buscar consenso

Al examinar o revisar los ángulos alrededor de un evento, sabemos que no todas las partes actúan de buena fe. La ingenuidad no nos embarga. Pero los argumentos que haré seguidamente, algunos expuestos a lo largo de los años, se enmarcan en el supuesto de que, al servicio de los más altos intereses de la Patria y, para el beneficio de sus ciudadanos, los que hoy se encuentran enfrentados en la búsqueda de entendimientos para resolver los problemas que nos tienen amenazados de peores tiempos, inmediatos y a futuro, lo vean como un aporte a considerar.

Gobernar o representar a las grandes mayorías, formular los conceptos teóricos en el camino hacia el mejoramiento de la condición social y humana, es saludable y necesario. No solo es ejecutar, hay que fundamentar las acciones que pretenden alinear el futuro, sobre una visión filosófica que le dé sentido al desarrollo y crecimiento de las sociedades.

Para cómo van las cosas, la construcción de una sociedad de avanzada, que quiera trascender hacia un sistema social altamente educado que garantice equidad y bienestar para todos, no se ve en el horizonte. Para provocar cambios de paradigmas, hay que perfeccionar el proceso comunicativo que la conduce.

¿Cómo llegamos a este momento como conjunto humano? Desde el inicio de los tiempos (enfrentado a las necesidades básicas de supervivencia) el homo sapiens se ha preocupado por encontrar la manera de entenderse con su entorno: de comunicarse. En esos tiempos, esa preocupación lo condujo a establecer – sin un conocimiento educado – procesos de comunicación, ya sea por señas y gesticulaciones, señales de humo o por medio de la utilización de los primeros elementos que conformaron un alfabeto rudimentario.

Ese homo sapiens – emisor –, transmitía su preocupación – mensaje – por medio de diversos elementos, sean estos: señas, murales, humo, alfabeto – canales – para ser descifrado por otro individuo – receptor –. Dejando a un lado el garrote, con ese modelo básico estableció un mecanismo viable para mantener una relación constante.

Cada evento de interacción entre personas o grupos humanos se ha definido por el proceso de comunicación que establezcan, independientemente de los resultados que producen esos procesos y las interacciones sociales humanas en la cual se llevan a cabo. La comunicación ha definido la convivencia en tiempos de paz e inequívocamente para resolver conflictos en tiempos de guerra.

El individuo busca, en términos generales y como elemento fundamental de supervivencia, ser entendido. El proceso que establezca para dar a conocer la realidad de su mundo está intrínsecamente ligado a lo que él percibe y conoce como la realidad de su existencia. Hay que partir, entonces, por entender que la comunicación es el elemento primordial y central en la eterna búsqueda de un mejor entorno social.

Cada acto de comunicación responsable debe tener como fundamento el propósito de contribuir con mejorar la condición de vida de todos y debe llevarse a cabo para asistir en la construcción de un mejor entorno. Debe concebirse para moldear positivamente el marco social. Y, debe realizarse con la intención de mejorar y preservar la especie... De buena fe.

En el contexto actual, sumado a las preocupaciones de supervivencia heredadas de nuestros antepasados, un sin número de elementos del entorno (biológico-cultural-político-tecnológico-social) influyen dramáticamente en que los objetivos de un proceso de comunicación se lleven a cabo exitosamente o no; y, por consiguiente, la transformación social que pretende impulsar.

Más que nunca, este siglo XXI nos presenta un proceso de comunicación increíblemente complejo, en todas sus formas y en todos los campos sociales, por las influencias del entorno, por las evoluciones en cuanto a derechos y equidades sociales de los involucrados, por la tecnología y ante todo, por las desviaciones humanas subrayadas por la xenofobia y la discriminación. Pero los procesos, en términos generales, ofrecen resultados inciertos, muchas veces sin conocer a ciencia cierta si el resultado es una visión compartida de la situación tratada.

Para las sociedades que hacen el intento por resolver problemas que nos atañen a todos, lo de la Caja de Seguro Social, por ejemplo, el ejercicio comunicativo puede resultar mucho más complejo como ya lo estamos viviendo, especialmente para los que lo perciben como fundamental en la construcción de un mejor entorno social pero que desafortunadamente no existen confianza entre los interlocutores.

Eso conlleva a que los que tienen la responsabilidad del proceso comunicativo construya relaciones de confianza para fortalecer y conducir los objetivos compartidos de cambio a mediano y largo plazo.

Como van las cosas, no podremos enfrentar los retos globales que se avecinan, mucha gente continuará sufriendo y sin resolver las necesidades más básicas. Así no podemos construir una mejor sociedad y todos estaremos condenados a la decadencia social.

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