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- 21/07/2012 02:00
Síndrome de diarrea, fiebre y vómitos
Una situación bastante frecuente en la actualidad son los brotes de diarrea, fiebre y vómitos, a esta triple sintomatología le llamamos ‘síndrome’, porque por lo general no sabemos específicamente su origen (es decir algunas veces puede ser producido por bacterias y otras por virus).
Lo más importante en esta situación es contrarrestar rápidamente estos síntomas, de no hacerlo así puede presentarse un decaimiento e incapacitar prontamente al paciente, especialmente si se trata de niños pequeños.
Hasta que podamos ser atendidos por un médico, recuerde no se automedique, debemos tratar de evitar la deshidratación del individuo, ya que los tres síntomas (fiebre, diarrea y vómitos) causarán una pérdida rápida de líquidos, al igual que de electrolitos, ambos sumamente importantes para mantener el equilibrio del organismo.
El uso de sueros de rehidratación oral es muy conveniente, son de libre venta en las farmacias (no requieren prescripción médica), estos preparados los podemos encontrar listos para ser tomados, como es el caso de los Pedialyte o como polvos (Apo-Electrolitos), cuya preparación es fácil y rápida (simplemente adicione el contenido del sobre en la cantidad de agua especificada, hay para preparar un litro y otros para preparar solo ocho onzas de suero), de esta preparación se le debe dar al paciente una onza o medio vaso (dependiendo de la edad) después de vomitar o de evacuar. Esto ayudará a evitar la deshidratación del paciente y por lo tanto complicaciones mayores.
Por otra parte, la alta temperatura corporal o fiebre, es un efecto reflejo del cuerpo causado como respuesta para contrarrestar la presencia de un microorganismo que está causando daño a nuestro cuerpo y que, como ya lo expuse, también causa pérdida de líquidos, la podemos contrarrestar con un método sencillo, pero con una pequeña modificación.
Podemos bañar al paciente varias veces de ser necesario, este procedimiento lo haremos con agua tibia, años atrás lo hacían con agua fría, lo que causa desagrado y muchísima incomodidad al paciente que de por sí ya se siente mal. Mientras que el agua tibia produce una señal que viaja al cerebro indicándole que la temperatura externa está muy alta, de inmediato el cerebro enviará una orden al cuerpo para que disminuya esa temperatura, logrando controlar así la fiebre, además de que el agua tibia relajará al paciente, produciéndole bienestar.
Es sumamente importante que tomemos todas las medidas de precaución para evitar este síndrome, algunas de ellas son: lavarse las manos cada vez que sea necesario, después de ir al baño, antes y después de comer, antes de preparar los alimentos; cocinar bien los alimentos; lavar cuidadosamente los vegetales y frutas antes de comerlos o servirlos; evitar consumir alimentos preparados en la calle que pueden causar intoxicación (los vendedores ambulantes e inclusive las fondas no cuentan algunas veces con las condiciones higiénicas para la preparación de los alimentos, por lo tanto pueden estar contaminados a la hora de ser servidos); contar siempre con geles alcoholados que son eficientes antisépticos para mantener nuestras manos limpias, les recomiendo enseñarles a sus hijos a usarlos; tomar solo agua potable (si es de dudosa procedencia, hiérvala), en la actualidad está de moda tomar agua embotellada, por lo tanto la podemos encontrar en cualquier tienda o supermercado.
La frecuencia en la farmacia de personas afectadas por este síndrome es muy alta, siendo los niños pequeños y los ancianos los más susceptibles; por consiguiente les escribo del tema para que tomen las medidas de precaución necesarias para que eviten al máximo ser uno más dentro de las estadísticas.
Recuerde que la salud es un Don de Dios, cuídela.
LICENCIADA EN FARMACIA.