¿Existe mafia o secuestro político en la CSS?

Tenemos hoy en legislativo ¿más de lo mismo.? Qué hay pa’ mí... Existe una mafia en la CSS o secuestro político como botín de campaña.

El diálogo legitimará (no hay empatía) la atención -deficiente maquillada en salud-. Nadie se atreve a “ pisar callos”, medir o corroborar con “diagnóstico situacional” la gestión, día a día, de médicos y técnicos, en la atención de salud, mucho menos revisar reglas -normas y protocolos- que la rigen. Lograr el apoyo de autoridades son palabras mágicas hoy. Mi norma es: la situación permanecerá en el diálogo.

Presidente Mulino, usted desconoce como también su círculo 0 la realidad, y de buena fe dijo que en la CSS existía mafia que dictaba su gestión. Respetuosamente, no es así.

Señor presidente, no es así... lo que hay hoy es el secuestro por partidos políticos en el poder, y que desde hace más de 10 años deciden lo básico, con su estrategia de desgobernanza, corrupción y maquillaje extrafino en nombramientos (ubicación de coopartidarios - 0 meritocracia). Manejan la CSS como fuente de ingreso fácil. Deciden construcciones, compras (medicinas e insumos) alquileres, sin rendición de cuentas políticas laissez faire.

No hay tal mafia, lo que hay es un total dominio por poder Legislativo y parcial del Ejecutivo. Manejan a su libre albedrío la junta directiva -director general- apoyados por partidocracia en el poder y hoy pareciera que es la misma.

La CSS, fundada en 1941, es una entidad de ayuda social (no es un banco) y así debe visualizarse, como un beneficio general en salud y jubilación, y no como la ven algunos empresarios y nefastos políticos. Achacan a organizaciones sociales el caos existentes y lo que existe es desgobernanza y corrupción generalizada .

Sugiero buscar equilibrio en el diálogo. Es necesario un diagnóstico situacional en atención de salud y regir IVM en bien de trabajadores ya pensionados o no. Logremos el cambio de actitud y real empatía de 37 mil funcionarios, logrando un entorno de trabajo eficiente, completo y solidario con las nuevas autoridades, en donde la meritocracia, experiencia y probidad sean los pilares básicos.