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- 02/06/2023 00:00
Eslogan político: reír o llorar
De acuerdo al internet, el eslogan es la frase que sintetiza la estrategia de una campaña electoral: un mensaje breve que muestra los atributos más relevantes de un candidato o de una organización política, que capta la atención y condensa el beneficio prometido.
Durante las campañas electorales se intensifica el eslogan y se repite hasta la saciedad en cada acto programado por los políticos, en cada cartel, en cada valla publicitaria, en cada “spot” televisivo, en cada propaganda radial, en fin, donde sea posible. La idea es que cale en el subconsciente del individuo. En otras palabras, que el mensaje entre hasta el tuétano.
Según los estudiosos del tema, un buen eslogan político –que no siempre garantiza el éxito- resulta imprescindible para una campaña electoral, independientemente de otros factores que deben considerarse como el poder de convocatoria de los políticos, y, sobre todo, la propaganda bien manejada.
Dicen que apelar a la inteligencia y el sentido del humor de los electores puede ser una estrategia vencedora, pero para ello hay que escoger con cuidado las ideas y palabras correctas. De acuerdo a los expertos, el lenguaje debe ser cercano, horizontal y accesible, sobre todo no deben tener doble sentido. No obstante, muchos de los eslóganes que observamos en el torneo electoral actual carecen de creatividad e ingenio. Pareciera que este juego de palabras está en muchos de ellos.
Veamos algunos que dan risas, otros dan ganas de llorar. Este eslogan es del representante PRD de mi pueblo. “De frente con la gente”. Me parece que aquí al paisano se le fue la mano en pollo .Acaso se puede estar de frente con los animales. Bueno, a menos que nuestro amigo en otra de sus vidas haya estado en una dimensión donde los animales entran al ruedo político.
El siguiente es del candidato presidencial por el partido Cambio Democrático, Rómulo Roux. “Lo bueno vuelve”. De inmediato florecen las preguntas: ¿para quién?, ¿para Rómulo y sus camaradas?, ¿qué es lo bueno?, ¿cuándo?, ¿cómo?, ¿dinero?, ¿en qué ocasión política Rómulo vivió lo bueno?, ¿acaso durante el Gobierno de Ricardo Martinelli? Ahora, veamos otro lado de la moneda. ¿A quién se le ocurriría decir que “lo malo vuelve”?, habría que estar loco o desquiciado. A nadie, ¿verdad? Tal vez a un “malote” que ponga preso a todos los corruptos del patio.
Otro eslogan para la próxima contienda electoral es de José Isabel Blandón por el partido Panameñista y reza así: “El cambio profundo”, título tomado tal vez del libro “Deep Chance”, que en español significa “Cambio profundo”, de Robert Quinn, un ejecutivo que maneja la comunicación organizacional.
Pero una cosa es una empresa o institución y otra un país. Nuevamente afloran las preguntas y una muy profunda: ¿qué tipos de paradigmas empleará este inexperto y perdedor político para cambiar nuestro país?, porque, como va, no necesitamos un modelo, sino un milagro enorme, con la limitante de que el Niño Dios no está mirando mucho para Panamá.
En Panamá, en 1932, el doctor Harmodio Arias Madrid compitió para la Presidencia con el eslogan “Los pobres al poder, ayer y hoy”. Esta consigna fue determinante y exitosa. Ganó la Presidencia fácilmente. Como no estuve por aquellas calenda, pues aún no existía, no sé si en realidad los pobres lograron esa fuerza. Habría que investigar. Lo que sí sé, porque soy del pueblo donde los Arias tenían y tienen su feudo, es que no eran pobres. Aquí está comprobado y estudiado que el poder de convocatoria y el carisma fue clave. Su hermano y tres veces presidente, Arnulfo Arias Madrid, también hizo gala de este don natural, en realidad nunca necesitó un eslogan.
Abrigo la esperanza de que para las próximas elecciones los eslóganes sean más atrevidos, más realistas, más duros, más victoriosos, más potenciales, más audaces, capaces de cambiar el sentido de las elecciones y competir cara a cara contra el clientelismo rampante, tales como “Abajo la corrupción”, “Por un Panamá libre de maleantes y corruptos”, “Honradez y firmeza”, “Abajo los impuestos”, “Mano firme contra los corruptos”, “Por un Panamá decente”, “Abajo la Asamblea Nacional”.
Bueno, soñar no cuesta nada.