El pueblo mira y juzga a los diputados

Lo sucedido en la Asamblea Nacional con el proyecto 163 es clara muestra de la improvisación e imposición para favorecer al poder económico.

Violando su reglamento interno, desconociendo el contenido del proyecto, a pesar de las contradicciones del mamotreto, un grupo de diputados decidió aprobar el nefasto proyecto que reduce las pensiones, aumenta la edad de jubilación (a través del cambio de la formula del cálculo a partir del historial de vida laboral y factor de pensionamiento actuarial), entrega los fondos de los asegurados a la especulación y los coloca en manos del sector bancario y las administradoras de fondos de pensiones, es más en el artículo 88 “lineamientos generales para la inversión”, taxativamente plantea “Hasta 50 % en depósitos a plazo en bancos panameños o extranjeros, autorizados, con licencia otorgada por la Superintendencia de Bancos para desarrollar el negocio de banca”. Persiste el uso de los fondos de la Caja como aval de la deuda pública. Sin duda, el robo del siglo.

Aprobaron un mamotreto que no aborda ni resuelve el tema de la atención de salud, los problemas de los medicamentos, la falta de insumos e instrumental de salud.

¿En qué cambió la Asamblea? Las componendas y acuerdos de recámaras entre el Ejecutivo y Legislativo fueron obvias. Otra vez más diputados que menospreciaron la consulta a la población, más de 500 personas que acudieron a la Asamblea, de ellos 95 % solicitando y demostrando la validez y sostenibilidad financiera y social del retorno al sistema solidario, entre ellas la propuesta de la Alianza “Ley de la Vida 2.0”. Tan burdo el accionar de estos diputados que aprobaron el día 11 de marzo en segundo debate un proyecto que dice en su artículo 245 que establece que “Esta ley comenzará a regir el 1 de marzo de 2025.

Estamos ante una ley repleta de vicios de inconstitucionalidad, donde se violan varias leyes, incluido el propio Reglamento Interno de la Asamblea. El Ejecutivo se jacta de los 43 votos que obtuvo este lesivo proyecto, donde algunos que se presentaron en el torneo electoral como representantes de una nueva forma de hacer política han quedado desenmascarados. El pueblo mira y juzga a los diputados que votaron contra pensiones dignas.

Para Mulino el tema está superado, viene el de la mina, ya ha dado pasos para su funcionamiento, insiste que se ha reunido con empresarios, que esta preocupado por la deuda con estos empresarios, por el 5 % del PIB (que es una distorsión que se utiliza para manipular la opinión), en ningún momento su preocupación es por la vida, por el ambiente, por las comunidades afectadas.

En este escenario impositivo y represor, su prioridad es la compra de 4 aviones de combate y 2 de transporte táctico por 178 millones de dólares. Esta compra nos recuerda los radares y helicópteros de Finmecanica. ¿Es una de las imposiciones a Panamá por Donald Trump? ¿Es esta la prioridad nacional? No hay chenchén para el pueblo, pero sí para esto.

El panorama llama a defender el derecho a la seguridad social, a rechazar el nefasto proyecto 163, a exigir el retorno al solidario único sistema que garantiza pensiones. Seguiremos movilizándonos, la huelga ya está planteada por diversas organizaciones sindicales y gremiales ante la prepotencia de un gobierno que precariza los derechos laborales y sociales.

El sábado 15 de marzo la Alianza Pueblo Unido por la Vida ha convocado a un encuentro nacional en la Universidad de Panamá-Auditorio José Dolores Moscote desde las 8:00 a.m. La organización y unidad de los diversos sectores sociales hará revertir esta imposición que atenta contra el derecho a la seguridad social.