Dos perlas desatendidas

Hace unos años me referí a dos eventos que este año nuevamente convergen en el calendario y abren espacios para la reflexión. En Budapest, Hungría, se llevó a cabo por espacio de 10 días, el Campeonato Mundial de Atletismo 2023. Allí convergen los mejores representantes del atletismo mundial para validar el intenso y continuo trabajo que han realizado por años en sus diversas disciplinas atléticas.

La otra noche me quedé viendo las competencias de salto con garrocha. Este tipo de competencias es de los más antiguos y por algún motivo pone un sello especial al verdadero sentimiento de los juegos, tanto estos como los olímpicos. El término lo define el diccionario como “salto con pértiga”, y señala que: “El salto con pértiga o salto con garrocha es una prueba del actual atletismo que tiene por objetivo superar una barra transversal situada a gran altura con la ayuda de una pértiga flexible”. (Pértiga: vara larga y flexible).

Lo que me hizo reflexionar es que el país en donde un atleta decide especializarse en esta disciplina, lo más seguro es que le ofrece las condiciones apropiadas para poder alcanzar su mejor desempeño. En el nuestro, ponerse las zapatillas para comenzar a correr y luego desarrollar al corredor para alcanzar el nivel de Alonso Edward, por ejemplo, es y ha sido una odisea. Más grande el reto tratar de desarrollar un grupo más grande de corredores. Con la facilidad con que se habla de millones de balboas aquí, los que se han perdido, o robado, nuestros atletas deberían tener mejores condiciones para su preparación.

También el domingo 20 de agosto, en el Centro de Convenciones Atlapa, finalizó la Feria Internacional del Libro de Panamá 2023. Fue el escenario para que los escritores nacionales presentaran sus más recientes producciones literarias y tuvieran la oportunidad de intercambiar con autores nacionales e internacionales.

Con eso en mente, diez escritores nacionales, premiados por sus obras en distintos géneros literarios en certámenes y concursos nacionales e internacionales, nos organizamos para presentarles al público visitante de la Feria, una muestra de nuestras obras galardonadas y otras publicaciones literarias. Carlos Gasnell, Ela Urriola, Raisa Calderón: Alexander Bermúdez, Gonzalo Menéndez, Dimitrios Giannareas, Eduardo Jaspe, Marco Ponce, Olga de Obaldía y este servidor, fuimos honrados con la visita de cientos de lectores que mostraron su interés en nuestro trabajo.

Las obras ganadoras y otras publicaciones de este grupo de colegas es de una calidad y profundidad literaria que hizo la diferencia en un evento en donde la propuesta fácil y insubstancial genera más dinero y hace más ruido.

Hace dos semanas señalé que: “En un mundo tan complejo, en la misma medida en que hacemos posible que las ideas de creadores estén disponibles para los interesados, estemos o no de acuerdo con esos contenidos, también es importante que existan voces que debatan filosóficamente otras perspectivas. Una cosa es la producción y otro asunto muy distinto es la calidad del contenido y el conocimiento que se publica y que queda como parte de la historia humana”.

Ileana Pérez Burgos de la Revista Mía le preguntó a la escritora chilena Carla Guelfenbein que “¿Cómo atraerías a un joven hacia la literatura y el arte de escribir?”. Ella contestó: “El incentivo de la lectura es un tema fundamental. (...) Es un problema que debe enfrentarse por todos los flancos. Políticas de Gobierno, colegios, familia. Pero ojo, el incentivo de la lectura no es tan solo una decisión que viene de arriba. Es una labor que puede hacer cada uno de nosotros, en nuestro lugar de trabajo, en nuestra comunidad, en nuestra familia”.

El Gobierno ha decidido apoyar económicamente las próximas ferias. Pero creo que no solo es eso. Estas dos perlas, la de los atletas y escritores, dos grupos de dan la cara por el país, son víctimas de los tentáculos de la mala administración y la corrupción.

No hay razón por la cual nuestros escritores y atletas no han ganado espacios internacionales significativos. Al ondear la bandera y ser recibidos los atletas en Palacio, debe recordar lo poco que se ha hecho por ellos. Y con una parte de los millones que se malgasta o roban, mejor inversión sería promocionar la creación literaria nacional, que se encuentra sumida en una vergonzosa y espesa bruma de desatención oficial.