Petaquilla va: por unos dólares más

Cuando todos creían que el nuevo gobierno iba a tomar medidas para clausurar el proyecto Petaquilla, por razones legales y ambientales, nos sorprende la noticia oficial de que “todo el asunto” se arregló por un acuerdo en que la empresa minera va a pagar más dinero al gobierno, cerca de $1 millón para mejoras a las comunidades afectadas y $300,000 para compensación ambiental. No se habla de los 14 millones para Compensación Ambiental acordados anteriormente ni de la multa de 1.9 millones impuesta por la ANAM.

Ingenuo yo que pensaba que el problema de Petaquilla era ambiental y no de pagar una suma, por cierto ridícula, no solo con el daño ambiental hecho y por hacer, sino comparado con los cientos de millones de dólares en oro y otros minerales que se sacarán, a cielo abierto, de esta área.

El millón de dólares para las comunidades podría alcanzar para construir un hospital para atender los cientos de casos de intoxicaciones con cianuro y metales pesados, y tal vez alcance para un asilo donde se cuidarán los cientos de niños que nazcan con malformaciones congénitas. Los $300,000 para compensación ambiental deben ser para que la ANAM mande sus técnicos a excursiones a la mina, a tomarse fotos y posiblemente plantar algunos arbolitos, donde se pueda. Me imagino que ya existe una consultoría ambiental “ ad hoc ”, para disponer de estos fondos. Podrían ser $300 millones y no serviría de nada para compensar el daño ambiental, porque este es imposible de mitigar.

Vemos que ya, a estas alturas, estamos más que ante un problema técnico, ante un problema ético. ¿Puede una empresa minera comprar el derecho a destruir el ambiente? ¿Cómo puede justificar la ANAM que el dinero “ suavice ” la política de protección de nuestro medio ambiente? ¿Hay oscuros intereses tras estas sospechosas decisiones?

Hace poco, en una conferencia en el Parque Summit, escuche a una destacada ambientalista hablar de “ El Ministro Minero ”. Y de allí, algunas informaciones sobre intereses creados y corrupción ponen los pelos de punta. Seria interesante que se investigarán quiénes son los socios de estas empresas mineras, y otras relaciones familiares entre empresarios mineros y funcionarios públicos.

Como bien expresan Félix Wing, del CIAM, y otros colegas, el desarrollo nacional nunca puede estar por encima (o en contra) de la salud y el ambiente. No es posible que en Panamá el destino del Medio Ambiente y la Salud de los panameños esté en manos de cínicos ambiciosos, dispuestos a todo, por unos dólares más. El nuevo gobierno debe hacer las correcciones adecuadas para que esto no sea una mancha sucia en su gestión, cuyas consecuencias son imprevisibles, pero siempre negativas.

*Ingeniero. eesquivelrios@gmail.com