• 09/12/2024 00:00

Diciembre, mes de alegría y tristes recuerdos

Diciembre siempre nos trae alegría y gozo al recordar el nacimiento de Jesús, es un mes de regalos, festividades y muy familiar, donde todo se concentra en muchas compras de regalos para los niños, que son los que más gozan estas festividades. Los mayores dedican el año nuevo para las festividades, donde abundan las comidas, tragos y bailes.

Para Panamá, este mes se convirtió en pesadumbre, tristeza y remordimientos, al recordar el 20 de diciembre de 1989 (Operación Causa Justa), donde más de 3.000 conciudadanos perdieron la vida a raíz de una cruenta invasión norteamericana, hecha según ellos, para apresar al General Noriega, (agente de la CIA) y llevarlo a los EE.UU. donde fue juzgado y condenado (20 años) por lavado de dinero y narcotráfico. Muchos han olvidado la invasión de 1989 debido a una selectiva y programática amnesia colectiva, que desde hace tiempo no se discute ni se detalla el tema en la educación primaria, secundaria y universitaria.

Barrios populares fueron severamente bombardeados, especialmente El Chorrillo, donde aún se buscan los restos de muchos de ellos. Todavía hoy, tenemos en vivo el recuerdo de los cientos de cadáveres tirados en las calles, casas quemadas y derruidas, miles de ciudadanos deambulando por el extinto barrio, en busca de refugios y ayuda para sobrevivir.

A cinco días del 25 de diciembre, el dolor y la tristeza siempre se imponen sobre el nacimiento del niño Jesús, recuerdo que será permanente en la vida cotidiana de todos los panameños.

Mucho se ha hecho por sacar de la historia nacional el acontecimiento salvaje y sanguinario del 20 de diciembre, nuestra juventud sin información real y precisa de la invasión no le da el valor nacional que se merece tal acontecimiento, toma el 20 de diciembre como día de descanso, de paseos e inclusive festivo. Se relaja y disfruta del 25 de diciembre y del año nuevo.

Hoy, que el país se debate entre las reforma de la Caja de Seguro Social y el futuro de las jubilaciones y pensiones, hoy que el país no aguanta el desequilibrio social que genera la desigual distribución de las riquezas, el aumento de la pobreza, del desempleo y la inseguridad, el control de la delincuencia en los barrios populares, el dinamismo de la corrupción y los desfalcos en los gobiernos, la imposición del capital privado en busca de aumentar sus capitales a costilla de la enajenación de todo un pueblo, el inminente deterioro de la clase media y la consolidación de la economía y la política en el poder político del país por la clase rica nacional, solapada por el capital internacional que a trata de revivir el deteriorado modelo neoliberal a nivel mundial.

Con la Navidad a puertas de celebrarse y el nacimiento de Jesús en Belén, el modelo neoliberal acentúa su poder en las regiones que aún conservan el dominio del capital mundial ante las nuevas perspectivas del nuevo orden económico internacional, que con economías como la China, Rusia e India y los Brics, globalizan el poder comercial, económico, militar y político del mundo.

Nosotros, dentro de una total incertidumbre que nos aqueja por las reformas a la ley de la C.S.S., aunado al deterioro de los servicios públicos (luz, agua), la inseguridad y el aumento de los artículos básicos de la alimentación, trataremos de darle un digno y significativo recuerdo a todos los muertos de la invasión del 20 de diciembre, trataremos de celebrar el nacimiento del niño Jesús y nos prepararemos para enfrentar las vicisitudes que nos traerá el año 2025. Somos panameños, lo haremos bien en 2025, eso sí, siempre juntos y con fuerza, pararemos los coletazos del moribundo neoliberalismo y los arrogantes principios de acumulación de capital que mueve el capital nacional abyecto al capital internacional.

Feliz Navidad y próspero año nuevo, para todos.

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