Así se vivió el emotivo funeral del papa Francisco. El evento reunió a mas de 200.000 personas en la Plaza San Pedro, con la presencia de 130 delegaciones...
- 25/04/2011 02:00
Día del Indio Americano
A pesar de que ya pasó la conmemoración, deseo resaltarla por la importancia que ella me merece. Esta fecha, para mí, tiene un significado especial. El pasado 19 de abril, pero en 1940, se celebró en Méjico un Congreso que reunió a los representantes indígenas de los países americanos. En aquella ocasión se decidió celebrar el 19 de abril como el Día del Aborigen.
Todas nuestras naciones, unas más, otras menos, tienen como hijos autóctonos a descendientes directos de aquellos que convivían en este territorio y que fueron colonizados, primero por los españoles y luego por el resto de Europa. Muchos han narrado las batallas épicas donde destacan el enfrentamiento de miles de hombres y mujeres indígenas contra los españoles.
Leí, hace tiempo, sobre un discurso que pronunciara en 1991, en Guadalajara, Méjico, el entonces presidente de Guatemala, Jorge Serrano Elías. En aquella ocasión se reunieron los presidentes de Hispanoamérica, a petición de los reyes de España y del mandatario Mejicano, Carlos Salinas de Gortari. El propósito era preparar el terreno de lo que sería la celebración, en Madrid, de los 500 años del mal llamado descubrimiento de América.
Jorge Serrano Elías, apartándose del protocolo dijo algunas verdades que sorprendieron a los asistentes. Expresó que los españoles no habían descubierto nada; ‘aquí encontraron a seres humanos tan iguales o más inteligentes que ellos; maltrataron a los pueblos indígenas, violaron a las mujeres, asesinaron a miles de ellos e hicieron experimentos, pensando que eran unos animales’. Con esa frase, Serrano Elías, resumió lo que muchos piensan de la famosa llegada de los españoles a tierras desconocidas.
Desde esta tribuna envío un caluroso saludo a mis hermanos, Guaymíes a los Kunas, a los Chocoes, a los Teribes y a los Bokotas. Ellos dieron los primeros pasos por estas tierras, convirtiéndose en los hijos legítimos de las entrañas panameñas. Hoy su voz y su voto cuentan. En la Asamblea Nacional, en los municipios, en los consejos provinciales, en las juntas comunales, existen colegas que representan, con dignidad, la vida, las creencias y las tradiciones de nuestros primeros padres de la patria.
Reconozco que hace falta mucho por hacer y debemos reforzar las campañas, para que el ciudadano entienda y comprenda la importancia de esos grupos de hombres y mujeres que habitan, con mayor fuerza, en Chiriquí, Bocas del Toro, Veraguas, Coclé, Darién y Kuna Yala. Ellos no son más, tampoco son menos; son tan panameños como el blanco, el mestizo o el negro.
Lo que debiera haber sido un histórico encuentro de dos mundos, dos civilizaciones, Europa y América, que beneficiara y enriqueciera a ambas, se transformó, por ambición y soberbia, en la Conquista de América, donde el recién llegado, de mayor poder bélico, se transformó en el conquistador sojuzgando al nativo o aborigen.
Cabe la reflexión, en estos momentos, si este territorio hubiese sido más próspero y desarrollado sin la conquista española. Y es que quienes llegaron primero a estas tierras, no eran los más dechados de virtudes. Frente a una aventura tan riesgosa, pocos letrados y educados se atrevieron a dar ese salto.
Empobrecidos y relegados, los aborígenes americanos de hoy, no pretenden ya privilegios por su condición de primeros habitantes del continente. Ellos aspiran a que se los trate como iguales, que se les reconozca el derecho a la tierra donde habitan en comunidades, igualdad de oportunidades: de estudio, trabajo y progreso, y el respeto a los valores de sus culturas.
Por fortuna, aquí en Panamá, los primeros habitantes tienen mejores condiciones, más oportunidades y más educación. Reitero mis felicitaciones a quienes representan a esos grupos en los órganos de gobierno y a ti hermano y hermana que me lees en la serranía, en los pueblos o en las ciudades, muchas felicidades. Dios proteja esta tierra y derrame bendiciones sobre todos.
*DIPUTADO.