Después del 5 de mayo

Sin duda, el torneo electoral del 5 de mayo estuvo cargado de críticas, frente a un Tribunal Electoral que hasta el último momento no demostró eficacia. Se mantienen críticas de candidatos a diversos puestos de elección ante las anomalías presentadas. El TER se cayó varias veces dejando más duda a la transparencia del proceso.

En estas elecciones se impuso el continuismo, representado por siete candidatos, siendo uno de ellos José Raúl Mulino, quien se alzará con la victoria. Mulino representaba a Ricardo Martinelli, quien fuera inhabilitado por haber sido condenado a 10 años de prisión por delito de corrupción. En un fallo tardío y dudoso de la Corte Suprema de Justicia, Mulino es habilitado a días del torneo; es más, finalizada la campaña electoral el 2 de mayo, se mantiene en las imágenes y noticias de los medios de comunicación social durante el periodo de veda electoral, lo que constituyó una ventaja para él. Realmente la forma como la Corte y el Tribunal Electoral llevaron el caso, crearon ante la población una visión de víctima tanto de Martinelli como de Mulino.

Mulino que durante campaña reiteró su conducta prepotente, tiene como antecedentes la política represiva que llevó adelante como ministro de Gobierno en el período de Martinelli, que costó la vida de Gerónimo Tugri entre otras, la pérdida de visión de cientos de personas en Bocas del Toro, la represión salvaje a los pueblos originarios, obreros, campesino, pobladores de Colón, ciudad de Panamá, entre otras.

Se ha manifestado a favor de la minería (desconocimiento del fallo de la CSJ), judicialización de la protesta social y sus organizaciones, privatización de la educación, paramétricas en la CSS.

Se ha declarado proempresarial, su equipo de transición lo preside Aníbal Galindo de Alcogal abogado de la minera. Ya se reunió en la embajada norteamericana, quien le otorgó el visto bueno a su candidatura.

Es decir, el esquema que impondrá es hacer recaer en el pueblo humilde y trabajador los desmanes y la corrupción de los gobiernos que lo anteceden, de los cuales él ha sido integrante (Endara, Martinelli).

¿Qué nos deparan los próximos meses? Para nadie es un secreto que el FMI y el BM antes de las elecciones dejaron sentir sus medidas so pretexto de corregir el déficit fiscal y la pérdida del grado de inversión. Quieren imponer el aumento de edad para jubilarse a hombres y mujeres, así como reducir pensiones; privatizar la educación (váuchers), salud, agua, recolección de basura; aumento del impuesto de ITBMS o 7% (plantean entre 12 a 14%); recorte presupuestario en sectores sociales (educación y salud); despido de funcionarios públicos; desconocimiento de acuerdos de aumento salarial pactados; continuar el proyecto minero y seguir con un canal divorciado de la necesidad de gestionar desarrollo nacional. Reconocimiento de la deuda con la patronal, la deuda externa y negación de la deuda social. Se avizora un panorama de mayor pauperización de las condiciones de vida de la mayoría de los panameños, hoy en el cuarto lugar a nivel mundial con peor distribución de la riqueza.

En el plano político, un proceso migratorio violador de derechos y sumiso a intereses norteamericanos; penalización de la protesta social; intentarán constituyente paralela (cambiar algo para que nada cambie). Los pactos y acuerdos de recámaras para proteger sus intereses particulares será la tónica entre órganos de gobierno (Ejecutivo, Legislativo y Judicial), entre partidocracia (partidos tradicionales y nuevos colectivos).

La pugna inter burguesa no se resuelve, la lucha entre ellos por posicionarse de mejor manera en el gobierno para defender sus intereses empresariales es un elemento en el plano nacional.

Ante ello, hoy más que nunca, la lucha del pueblo humilde y trabajador que enfrenta el alto costo de vida, el desempleo, la informalidad y bajos salarios, donde se nos quiere arrebatar el derecho a la seguridad social, sigue estando en organizarnos, construir unidad y seguir luchando por vida digna.