Desabastecimiento o escasez de medicamentos: problema local o internacional

Un problema de suministro de medicamentos es una situación en la que las unidades disponibles de un fármaco, en el canal de distribución, son inferiores a las necesidades de consumo nacional y se registra en cada una de las formas en las que se dispensa y comercializa un medicamento; puede presentarse como desabastecimiento o escasez, este último se observa cuando existe una interrupción por un periodo no mayor de dos semanas.

La crisis de desabastecimiento es a nivel internacional, acentuada durante la pandemia de la covid-19 y como factores contribuyentes, en países productores o destinatarios de productos terminados, tenemos:

El aumento de los precios de los medicamentos, especialmente en aquellos considerados como innovadores, presiona los presupuestos de salud, especialmente en América Latina. El precio para vender cada medicamento es establecido por la compañía productora del mismo que generalmente es la casa fabricante, con exclusividad de fabricación hasta que se venza la patente correspondiente, momento en que pueden entrar al mercado los medicamentos genéricos de menor costo.

Escasez de medicamentos; Alemania, que la ha sufrido en más de 300 productos, incluyendo aquellos para el tratamiento del VIH o la diabetes.

Problemas de fabricación o colocación a disposición de los productos, que no sean derivados de dificultades en la seguridad del proceso de producción. Aumento no esperado de la demanda; aún se sufre por lo ocurrido durante la pandemia de la covid-19.

Falta de principios activos y otras materias que en tres cuartos de los casos provienen de Asia, China e India.

Inconvenientes logísticos secundarios a guerras, o interrupciones de vías marítimas comerciales.

La competitividad de los mercados, las subidas o bajadas del precio de los medicamentos, la desvalorización de la moneda, como ocurre en el Reino Unido y Colombia

Las crisis energéticas y las altas tasas de inflación, que afectan a todos los países.

El no pertenecer a una comunidad de países pudiese hacer más difícil obtener medicamentos a menor precio, ejemplo el Reino Unido desde su salida del Brexit.

La política económica de un gobierno puede afectar, ya que un productor puede optar por exportarlos antes que vender localmente, caso Colombia; o el cierre de farmacias, 1.500 en los últimos 10 años, caso el Reino Unido.

Demoras burocráticas para el registro de medicamentos como las reportadas en Colombia y el Reino Unido.

La dificultad de comercializar medicamentos útiles, pero no rentables comercialmente, lo que deja a enfermedades prevalentes en los países pobres “huérfanas” de tratamiento.

En Estados Unidos de América, a fin de prevenir y disminuir el impacto del desabastecimiento y por tratarse de un reto real a la salud pública, el tema es considerado por el Senado desde el año 2011, cuando el número de medicamentos desabastecidos llegó a más de 250. Anualmente se publica el informe “Report to Congress Drug Shortages” elaborado por la Agencia de Alimentos y Medicamentos). Este desabastecimiento ha impulsado a pacientes y familiares a poner las quejas y acusaciones ante organismos locales de derechos humanos, como ha ocurrido en Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica y México.

Los desabastecimientos y problemas de suministro de medicamentos se están dando de manera creciente y recurrente en los últimos años a nivel global; afectan de lleno la disponibilidad y con serias consecuencias para los pacientes, los sistemas sanitarios y la sociedad en general. Se considera que el problema del desabastecimiento no es nuevo y que no hay soluciones cercanas, y por ahora el trabajo es reducir, aliviar su impacto.