• 05/02/2015 01:00

El valor del deporte

Son miles los deportistas que de una u otra forma han cambiando al mundo a través de la historia, algunos para bien otros para mal

El deporte tal cual lo define la Real Academia Española es una ‘actividad física, ejercida como juego o competición, cuya práctica supone entrenamiento y sujeción a normas’. Es por esta razón que podemos ver por qué se consideran las actividades deportivas como una fuente de valores sociales y personales.

Si bien es cierto el practicar un deporte no genera automáticamente en una persona la necesidad de vivir o tener una conducta que exalte valores tales como respeto, cooperación, relación social, amistad, competitividad, trabajo en equipo, convivencia, igualdad, justicia y compañerismo, si es fundamental el ambiente que estas actividades crean para exaltar la convivencia humana.

Como en el resto de las actividades que el ser humano practica, existe la necesidad de un orden o entes que lleven disciplinadamente las prácticas deportivas, y son estos factores institucionales igual o de mayor importancia muchas veces que los atletas en sí. Son estas estructuras administrativas u organizaciones deportivas encargadas de lograr que el universo deportivo se alinee y logre convivir en armonía, siempre poniendo y exaltando los valores personales de los deportistas como lo son las habilidades físicas y mentales, la creatividad, diversión, autodisciplina, sacrificio, perseverancia, humildad y obediencia.

Los deportes, independientemente del esfuerzo físico, son fuentes de retos personales que crean en las personas un espíritu de competitividad, que, llevado sanamente, promueve reconocimientos y recompensas una vez alcanzado el triunfo o un desempeño admirable. Ese espíritu de sacrificio y entrega que abre el camino al éxito, a cualquier nivel que se compita, lleva a convertir a estos deportistas comunes y silvestres en ídolos y modelos a seguir por el resto de las personas.

Los atletas llevan en sus hombros una carga muy pesada y que llevada correctamente puede generar un poder de, inclusive, cambiar vidas, pues son la fuente de inspiración de muchas personas que luchan a diario contra los vicios de esta sociedad, desde las drogas hasta la simple pereza, y para muchos otros son héroes y portadores de esperanza para su lucha contra alguna enfermedad o problema de salud, como es la obesidad o algún impedimento físico.

Son miles los deportistas que de una u otra forma han cambiando al mundo a través de la historia, algunos para bien otros para mal. Son muchos los deportes que se practican alrededor del mundo, algunos con más impacto que otros en distintas regiones del mundo, ya sea por historia o simple factores ambientales. Es por esto que existen competencias internacionales, que ponen a prueba a los deportistas a nivel mundial, siempre manteniendo el espíritu de jugar limpio y transcender barreras y fronteras entre naciones dejando legados de paz mundial.

Este impacto mundial se vive a menor escala y niveles más bajos en los distintos países donde los atletas buscan el deporte como una forma de salida de la pobreza. Es tal el poder que el deporte y los atletas ejercen en la sociedad que lleva a muchos a desear dominar las riendas de las organizaciones deportivas y es totalmente imperdonable que algunos se aprovechen económicamente, sin importarles el daño que puedan causar a los atletas que con su sacrificio y sudor han luchado por años para situarse en lo más alto de los podios, y no solo por su gloria personal, sino muchas veces con el deseo de dejar el nombre de su país en alto; ver esfumarse sus sueños por los intereses ocultos de unos pocos, repito, no tiene perdón.

Es nuestro deber como ciudadanos, independientemente de la práctica de un deporte o no, el velar por la transparencia y mejores prácticas de nuestras autoridades deportivas, y hacerles saber que ‘más se beneficia, el que mejor sirve’...

ARQUITECTO-ROTARIO.

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