• 07/02/2025 00:00

Declaración sobre amenazas de Trump de ‘tomarse’ el Canal

Las principales declaraciones del presidente Trump en relación al Canal de Panamá son absolutamente falsas; entre otras, las siguientes: Ni los chinos manejan en modo alguno nuestro Canal; ni se le cobra más a los barcos norteamericanos que a otras naves que atraviesan el Canal; ni murieron en su construcción la cantidad de norteamericanos que señala (de unos 5600 durante se construcción, sólo unos 350 fueron norteamericanos debido a causas como la malaria, la fiebre amarilla y los deslizamientos de tierra).

Lamentablemente, al actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lo caracterizan serios problemas de personalidad muy alejados de la mesura, la objetividad y el deseo de mantener buenas relaciones con quienes no piensan como él, llámense personas comunes y corrientes; periodistas; políticos; empresarios competidores en el campo de los negocios; compatriotas del Partido Demócrata o gobernantes de otras naciones que no comulgan con sus exacerbadas hormonas, entre otros. Su desmedida ambición de poder y su constante autobombo, además de su ideología claramente fascista lo caracterizan de cuerpo entero, como un peligro no solo para su propio país, sino para la estabilidad del mundo actual, ya plagado de problemas de toda índole.

Además de ser, en todos los sentidos, un auténtico bully, sicológicamente es narcisista, mentiroso compulsivo, financieramente tramposo, obsesionado con el poder, acostumbrado a comprar a sus competidores u opositores y capaz de cumplir en lo posible sus peores amenazas sin importarle las consecuencias. También es racista, abusador de mujeres y evasor de impuestos; intentó comprar a quienes creyó que podían hacer cambios en los resultados de las elecciones anteriores, que perdió abrumadoramente; además, alentó a fanáticos grupos de cientos de supremacistas derechistas para intentar cambiar esos resultados electorales tomándose a la fuerza el Capitolio, causando muertos y heridos, y una enorme afrenta a ese emblemático órgano de decisión de su país. Para colmo, ya siendo presidente en esta vuelta electoral, lo primero que hace es perdonar a los principales agresores de la afrenta al Capitolio que habían sido juzgados, condenados y enviados a la cárcel por acreditados jueces.

Poco antes de ganar la Presidencia de su país, Trump había sido condenado por diversos delitos que, de no haber sido electo, le habrían significado la cárcel como cualquier vulgar delincuente.

En materia de política exterior, en días recientes ha ideado e intentado llevar a cabo por la fuerza diversas formas de perjudicar la soberanía de países como Panamá, México, Canadá y Dinamarca (en Groenlandia), y a últimas fechas amenaza con tomarse la franja de Gaza con la complicidad del primer ministro derechista israelí, Netanyahu (acusado de corrupción en su país), amenazando, tergiversando, sobornando y/o intimidando a los respectivos gobernantes y, por tanto, a sus pueblos, con el uso de la fuerza en procura de turbios beneficios geopolíticos y económicos.

Ante las aviesas intenciones del autócrata Trump de arrebatarnos nuestro Canal, me permito hacerle las siguientes recomendaciones al gobierno nacional: (a) Movilizar de inmediato al Ministerio de Relaciones Exteriores para que convoque a una reunión urgente, preferiblemente en Panamá, en donde la mayor cantidad posible de países -firmantes o no del Tratado de Neutralidad-lo hagan si aún no lo han hecho, y se pronuncien claramente en defensa de la soberanía de Panamá en su Canal.

(b) Hacer lo mismo en cuanto pedir un claro pronunciamiento en el Consejo de Seguridad de la ONU, en la OEA y en todos los organismos internacionales que sea posible convocar.

(c) Mantener informado a nuestro país sobre la marcha del asunto, sin acuerdos tras bambalinas como los que acostumbran no pocos políticos y algunos empresarios, pidiéndole a todos los ciudadanos manifestarse pacíficamente ante la Embajada de Estados Unidos, mostrando así inequívoca solidaridad y patriotismo. Lo ideal sería que un nutrido destacamento de la Guardia Nacional, como sucede en los desfiles de las Fiestas Patrias, presidiera la manifestación, en lugar de reprimirla.

(d) Invitar al Gobierno de China a firmar el Tratado de Neutralidad, pese a que ya lo haya hecho en su momento el de Taiwán.

(e) No aceptar, con ningún pretexto, una base militar norteamericana, abierta o encubierta, en Metetí (Darién). A estas alturas, aceptarla so pretexto baladí de controlar la inmigración, equivaldría a un acto de traición a la patria, dada la afrenta a que nuestro país ha sido sometido por el actual presidente norteamericano.

*Escritor, profesor universitario, promotor cultural y editor

(Especial desde México)

Lo Nuevo
Suscribirte a las notificaciones