• 14/03/2022 00:00

No las conozco..., pero son de las élites

“[...] la lucha por la recuperación canalera para el pueblo no pasa [...], sino por la composición social de los órganos del Estado [...]”

Aunque algunos lectores me han solicitado dar continuidad al tema del conflicto RUSIA/CHINA vs. EUA/EUROPA, con Ucrania en medio de los asuntos geopolíticos de los grandes poderes en pugna, me temo que no podré complacerlos, porque mi misión no está en esos lugares lejanos, sino en el patio panameño. En realidad, si se tratara de mantener en vilo el análisis crítico sobre conflictos internacionales que desangran pueblos inocentes, habría que dedicarle más de una columna a escenarios actuales, tales como el de Yemen, con miles de muertos a manos de Arabia Saudita, con armamento bélico de su protector, que es EUA.

Entre los acontecimientos que discurrieron en días pasados, están dos o tres de gran significado para la sociedad panameña, uno de ellos es el de la propuesta de MiAmbiente de ejecutar un macarrónico y suspicaz plan de manejo ambiental, específicamente, en lo que actualmente es el área protegida del distrito de Donoso, en la costa abajo de Colón. De esta problemática me ocuparé en las próximas semanas, en saldo de deuda con mis lectores colonenses y coclesanos que me lo han sugerido.

El otro tema, que abordaremos de inmediato, tiene que ver con el curso seguido con la nominación de tres personas para ocupar puestos directivos en la Junta Directiva de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP), una de las tres -el magíster Luis Navas- proveniente de las clases populares y las otras dos, de uno de los clanes económicos más poderosos del país. No por altruismo, el que dice la revista Forbes es el hombre más rico del país, envió una nota de respaldo a la ratificación de ellas; una en nota firmada por él, otra, en nota firmada por uno de sus socios menores. Las otras dos escogidas presidenciales son doña Laurie Anne Melo de Alfaro y Dora María Pérez Balladares Boyd. Sin mayor conocimiento ni de la lucha histórica por la recuperación de la franja canalera ni por el funcionamiento y operaciones de la vía; argumento que esgrimían algunos que querían descalificar al profesor Navas, resultando que, de los tres, es el que más conoce de ambos aspectos.

Cuatro diputados de partidos diferentes fueron unánimes en afirmar que conocían la trayectoria profesional, cívica y política del profesor Luis Navas Pájaro, aunque afirmaron públicamente que no conocían nada de las dos damas escogidas por el presidente de la República. El diputado Leandro Ávila fue el que más se aproximó en cuanto a conocer algo de las “ilustres desconocidas” -como espetó alguien en el salón donde se ejecutó la sesión-, al señalar que conocía al padre de una de ellas, el expresidente Ernesto Pérez Balladares. ¿Sería ese su criterio para respaldar la ratificación de la hija? Creo que no, pero sí. Digo, no por ser hija de un expresidente, pero sí por el vínculo con el clan de la clase a la que pertenece su padre. El amigo Leandro sabe de intereses de clanes y sectores de clases y del lado de cuál de estos ponerse a su servicio o adversarlo en un momento dado. En lo personal, añoro sus días de defensor de los servidores públicos de base, en la hoy diezmada Fenasep.

A la hora de la votación, aparte de la diputada Ábrego y de su colega Jairo Salazar, todos votaron a favor de la escogencia de la tripleta enviada por el presidente Cortizo; el joven Vásquez simple y llanamente se ausentó del recinto. Como consecuencia, la trilogía seleccionada por el señor presidente pasó sin tropiezo alguno al pleno de la Asamblea (2º y 3er debates).

Si alguien espera comportamiento distinto de los demás diputados en el pleno, creo que vale la pena que siga estos acontecimientos para que se desengañe y salga de su inocencia. Discursos irán, discursos vendrán..., pero terminarán aprobando a las dos damas “ilustres desconocidas”, aunque no las conozcan, por una razón sencilla: cuando se sirve a un sector de clase, en este caso de las élites económicas, no importa si sus recomendadas poseen los kilates para el cargo que se trate, simplemente son ratificadas por sometimiento de clase.

Esto sugiere, además, que la lucha por la recuperación canalera para el pueblo no pasa únicamente por la conformación de su junta directiva, sino por la composición social de los órganos del Estado que tienen que ver con todo lo que respecta al Canal de Panamá. Lo demás es lucha infructuosa.

Sociólogo y docente de la UP.
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