• 17/02/2021 00:00

Conflicto limítrofe Panamá-Costa Rica: 1921-2021

“El […] presidente Porras declaró día de luto nacional por la pérdida de Coto, lo que motivó las protestas del coronel J. J. Morrow, porque (lo) consideró […] una propaganda antinorteamericana”

La disputa de límites entre Costa Rica y Panamá tiene sus raíces en el período colonial, cuando ambas naciones eran parte del Imperio español. Durante este período, los límites entre la Capitanía General de Guatemala y la Nueva Granada eran imprecisos. Luego de su independencia de España, la Gran Colombia y las Provincias Unidas de Centroamérica intentaron definir sus fronteras. Por medio de diversos acuerdos, trataron de resolver el problema sin ningún éxito.

Este artículo explica que Estados Unidos estuvo interesado en resolver el conflicto entre Panamá y Costa Rica, porque allí había propiedades de ciudadanos norteamericanos. En segundo lugar, para salvaguardar el prestigio del juez que dictó el fallo de 1914, quien era el presidente de la Corte Suprema de Justicia de Estados Unidos, señor Edward White.

El 4 de noviembre de 1896, Jorge Holguín por Colombia y Ascensión Esquivel de Costa Rica, firmaron un acuerdo que nombró al presidente de Francia, Emilio Loubet, como árbitro en la disputa de límites. En el mismo se decía que la decisión arbitral se tendría por tratado perfecto y obligatorio entre las Altas Partes Contratantes y no se admitiría recurso alguno. El presidente francés dictó el Fallo Loubet, el 11 de septiembre de 1900. En él definía las fronteras entre Colombia y Costa Rica.

El fallo no fue aceptado por Costa Rica y cuando Panamá se separó de Colombia, en1903, heredó este conflicto aún no resuelto. La República de Panamá: “continuó ejerciendo su jurisdicción sobre el territorio objeto de la controversia en el Pacífico, mientras que Costa Rica lo hacía en el Atlántico, de acuerdo con las estipulaciones del tratado del 25 de diciembre de 1880”.

Esta situación inestable entre ambos países preocupó al Gobierno de Estados Unidos, porque en el área disputada, la United Fruit Company y H. L. McConell de la American Banana Company, tenían propiedades y su legalización dependía de la solución al problema limítrofe. Por eso decía el secretario de Estado, Elihu Root: “Al momento de la independencia de Panamá, había importantes intereses americanos en la frontera, en el río Sixaola, en la cual ciudadanos americanos tenían reclamos”.

El 6 de marzo Panamá y Costa Rica firmaron el Tratado Guardia-Pacheco para intentar llegar a un arreglo en la interpretación del Fallo Loubet, pero no se llegó a ninguna solución. Luego ambas naciones firmaron la Convención Anderson-Porras en 1910 para buscar la mediación de Estados Unidos. El 2 de febrero de 1910, el secretario de Estado, P. C., dejó claro que su Gobierno no iba solo a interpretar el Laudo Loubet, porque ello no solucionaría el problema. Bajo esos criterios se acordó someter el diferendo a la interpretación del señor Edward White. En ese acuerdo se decía que la decisión del juez debía ser final, conclusiva y sin apelación.

La situación de Panamá era complicada, porque mucha de la información sobre el problema fronterizo estaba en Colombia y Panamá no pudo tener acceso a ella. La separación de Panamá de Colombia trajo resentimientos en ese país que duraron muchos años. El juez tomó tres años para su interpretación y el 12 de septiembre de 1914 dictó su fallo. En el mismo Panamá perdió mucho de sus territorios. La República de Panamá no aceptó la decisión de White, pero ahora Estados Unidos obligó a Panamá a cumplir con lo pactado.

Para 1921, la situación fronteriza no se había podido resolver y el 21 de febrero, Costa Rica decidió hacer uso de la fuerza e invadió la región de Coto. El presidente Belisario Porras reunió el poco material bélico que había disponible y se organizó un ejército de 2000 hombre voluntarios y se recapturó la región de Coto. A partir de eso momento, Estados Unidos presiona a Panamá para que se retire de la región y para convencerlo envío barcos de guerra cerca de Bocas del Toro y de Coto. Le puso un ultimato a Panamá para que entregara la región en disputa, cosa que se hizo el 5 de septiembre de 1921.

Esta era la época de la diplomacia de las cañoneras o del gran garrote. La Cancillería panameña protestó ante el Gobierno de los Estados Unidos por esta política de fuerza empleada contra Panamá. El Gobierno del presidente Porras declaró día de luto nacional por la pérdida de Coto, lo que motivó las protestas del coronel J. J. Morrow, porque consideró que esa actitud era una propaganda antinorteamericana. Cien años después en Panamá queda aún el sabor amargo por la pérdida de ricos territorios en la frontera con el vecino Costa Rica.

Docente universitario.
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