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- 27/07/2023 00:00
Claves para la gestión del agua ante la crisis climática
El agua es la fuente y el flujo que sostiene la vida. Sin agua no hay alimentos ni salud ni ecosistemas ni ciudades limpias, y mucho menos balance climático. El agua es indispensable para la industria, la producción de energía, la erradicación de la pobreza, la reducción de las desigualdades y el mantenimiento de la paz mundial.
Aunque el agua es un recurso indispensable para el logro de la Agenda 2030 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), su disponibilidad está cada día más amenazada. El calentamiento global ya no es sólo un dato estadístico, lo sentimos a diario y como muchos países, Panamá es altamente vulnerable a sus efectos. De acuerdo con la Autoridad del Canal de Panamá, este año el país ha vivido los meses más secos de los últimos 72 años.
Ante la actual emergencia ambiental, desde Unops convocamos recientemente a un foro para identificar en conjunto con actores clave del país soluciones que garanticen la disponibilidad de recursos hídricos.
Como fruto de esta reflexión, quiero compartir tres acciones prioritarias que logramos identificar en torno a la seguridad hídrica y en las que debemos trabajar de manera simultánea, si queremos mantener el acceso sostenible al agua que el país tanto necesita, no solo para el funcionamiento del Canal, sino de todos los sectores productivos y el consumo humano, sobre todo de las poblaciones más vulnerables.
El primero es el gran reto que existe en la disminución de desigualdades frente al acceso y la calidad del agua potable y el saneamiento básico. Es imperativo enfocarnos en soluciones de infraestructura inclusivas, sostenibles y resilientes que protejan las áreas y poblaciones más vulnerables.
El cambio climático es global y afecta a todos; sin embargo, no todas las personas están en la misma capacidad de enfrentarlo. Las comarcas y poblaciones rurales, así como las zonas urbanas con mayores índices de pobreza, enfrentan altos riesgos y son más vulnerables ante las variaciones del clima y la escasez de agua.
El segundo punto es contar con la infraestructura tecnológica y sistemas de información que permitan anticipar los escenarios de crisis y aporten datos confiables para tomar decisiones acertadas y a tiempo en materia política, de inversiones e infraestructura.
A través de tecnologías y transferencia de capacidades, es posible construir modelos que tengan en cuenta escenarios de cambio climático y así emprender acciones desde una mirada preventiva en vez de reactiva.
Esto me lleva al tercer punto. Los problemas que aquejan el sector y llevan al déficit hídrico encuentran soluciones a través de obras concretas, a saber: sistemas de alerta, presas, plantas, sistemas de riego, redes de almacenamiento y distribución, etc.
Para que estas obras cumplan su cometido final se requiere también de capacidades técnicas fortalecidas y de una gestión más eficiente. Esto toma especial relevancia al contemplar que la infraestructura influye en el 92 % de las metas de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, según un estudio de la Universidad de Oxford.
A lo largo de las últimas décadas, Unops ha acumulado significativa experiencia en gestión e implementación de proyectos de agua y saneamiento a pequeña, mediana y gran escala. Creemos que infraestructuras sostenibles, resilientes e inclusivas son necesarias para cerrar las brechas que alejan a la población del acceso a los servicios básicos, entre ellos el acceso al agua y el saneamiento.
En países de Latinoamérica, como México, Perú y Argentina, hemos trabajado en alianza con los Gobiernos, con el fin de optimizar la gestión e implementación de proyectos de agua y saneamiento.
Ante escenarios complejos, hoy, más que nunca, se requieren políticas que lleven a la acción y marcos normativos que aborden los recursos hídricos de manera integral. Panamá ya cuenta con un Plan de Seguridad Hídrica 2015-2050; no obstante, para que este plan traiga consigo soluciones tangibles, hay que construir un puente a través del financiamiento, el asesoramiento técnico y la gestión eficiente, justa y equitativa, para que las obras necesarias lleguen a tiempo la población.
El agua es un patrimonio nacional, por lo que se requiere la suma de esfuerzos de todos los sectores. Lo anterior, a través del desarrollo de esquemas de gobernanza y políticas eficaces; el financiamiento multilateral y la priorización de asignación de recursos desde el sector privado; la cooperación internacional, que brinda apoyo técnico, experiencias internacionales y capacidad de gestión; la academia que ofrece conocimiento técnico e innovación, y la sociedad civil, que, como usuaria final, aporta significativamente desde la concientización y el consumo responsable.
Desde Unops creemos firmemente que el desarrollo de infraestructura sostenible, resiliente e inclusiva es fundamental para revertir los efectos del cambio climático. Es imperativo cambiar la forma en la cual construimos, con infraestructura capaz de adaptarse y ajustarse a contextos cambiantes sin dejar a nadie atrás.