• 24/07/2021 00:00

A los cien años de la fundación del PCCh

“En la actualidad, por un lado, se teme que el fracaso del partido puede llevar a un caos total en China, mientras se considera que la administración de justicia, […], se ha tornado más arbitraria […]”

Es conveniente tener presente que, con antelación a la fundación del Partido Comunista de China (PCCh), en 1921, existió en ese importante país un líder admirado tanto por los nacionalistas de Chiang Kai-shek como por los comunistas de Mao Zedong.

Nos referimos Sun Yat-sen, quien viajó a Europa e incluso estudió en la Biblioteca del Museo Británico. Debe señalarse igualmente que fue él quien formuló los siguientes tres principios que debían regir la futura Revolución china: nacionalismo, socialismo y democracia.

En 1909, Sun Yat-sen empleó ese año recorriendo Europa y Estados Unidos, procurando apoyo para el cambio político que consideraba indispensable en China. Para él, incluso podían obtenerse algunas lecciones del marxismo, pero sin utilizar las tácticas que el mismo contemplaba.

Hoy, incluso el presidente Xi Jimping afirma procurar continuar implementando la segunda economía del mundo, con una fuerte clase media empresarial, al igual que en ese vasto país como una sociedad “fuerte, democrática, civilizada y armoniosa”.

La gran interrogante parece ser hasta dónde sus ciudadanos están dispuestos a aceptar el control absoluto, y hasta creciente, de un régimen autoritario.

Ya dentro de los 100 años transcurridos hasta ahora, ese país ha afrontado verdaderos desastres político-económicos, como sucedió con la Gran Marcha hacia el Noroeste del país.

Luego, para 1958, el llamado Gran Salto Adelante llevaría al fallecimiento de entre 30 y 40 millones de personas, en lo que ha sido considerado la mayor hambruna en la historia de la humanidad.

Y qué decir de lo sucedido durante la Revolución Cultural en 1966, incluso repudiada luego de la muerte de Mao, cuando hasta su propia esposa, como parte de “La Banda de Cuatro”, fue arrestada, juzgada y condenada.

En la actualidad, por un lado, se teme que el fracaso del partido puede llevar a un caos total en China, mientras se considera que la administración de justicia, por ejemplo y como sucede en otros países, se ha tornado más arbitraria, llegando incluso a la tortura de personas detenidas y sometidas a investigación.

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