• 07/02/2023 00:00

Candidaturas en el PRD, danza de figuras repetidas

“[...] a los que vemos los “toros desde la barrera” solo nos resta opinar y parafrasear con algún ajuste aquella “icónica” frase vertida por un desaparecido “hombre fuerte” de Panamá en la década de los ochenta: “Buen salto, José Gabriel”.”

Resulta inconcebible que, siendo el PRD uno de los partidos que mayor inscritos presenta en la actualidad, de acuerdo al Tribunal Electoral, no pueda ofertar rostros nuevos en las elecciones internas para escoger al próximo candidato presidencial por dicho colectivo político.

En la mesa se barajan las mismas caras conocidas, como lo son el diputado Crispiano Adames, el expresidente Martín Torrijos, el vicepresidente José Gabriel Carrizo y quizá otro exfuncionario que pueda sumarse a última hora, como una especie de “Gallo Tapao”.

Recientemente, un flamante asesor de la Presidencia vociferó en un medio televisivo que el PRD tiene más de 700 mil adherentes entre los cuales podrían salir muchas candidaturas. Sin embargo, lo que no contó el asesor es que no todos cuentan con el poder económico ni las componendas internas para poder salir elegidos. Es bien sabido que la mayoría de los delegados que votan por algún candidato lo hacen por “amarres” económicos, más no por principios torrijistas, los cuales se perdieron hace mucho tiempo. Esta es la situación que mantiene secuestrada a dicha entidad política en las garras del poder clientelista.

Una vez más y teniendo como telón de fondo las elecciones presidenciales del próximo año, el Partido Revolucionario Democrático (PRD) parece nuevamente debatirse en una pugna intestina entre los defensores del “principio torrijista” y las prácticas clientelistas.

De acuerdo al ex secretario general del colectivo mencionado, Pedro Miguel González, el PRD perdió la conexión con el pueblo, debido a las mismas posturas clientelistas que caracterizan a los partidos tradicionales. El nepotismo, tráfico de influencias y actos de corrupción, son algunos de los temas que el PRD no ha podido resolver con una respuesta clara y transparente.

Siendo el PRD otro partido clientelista más, cuando él mismo llega al poder también lo hacen los familiares y círculos ceros de los candidatos ganadores por encima de miles de copartidarios de “a pie”, quienes parecen ser la muchedumbre “callada” que opta por conformarse con “ciertos salpiques” que provienen de la mesa de los comensales principales que son quienes se reparten los grandes puestos y jugosos salarios por encima de la capacidad de cientos de “perredianos” que no tienen la “conexión sanguínea” que sí poseen los allegados a las figuras centrales, incluyendo al propio Ejecutivo.

El desgaste sufrido por el PRD en los últimos años de gestión gubernamental, sumado a la particular forma de ser del presidente Laurentino Cortizo, quien parece estar casi siempre en “modo ausente”, parecen ser dos aspectos que muy probablemente le pasaran factura en sus intenciones de “repetir” como grupo ganador en la contienda electoral que se avecina.

Los defensores del “torrijismo”, donde se ubica al propio expresidente Martín Torrijos, han salido a cuestionar duramente las maniobras y gestión del Consejo Ejecutivo Nacional (CEN) que pintan muy distantes de las enseñanzas que dejara el fundador de dicho partido, Omar Torrijos Herrera. Algunos analistas de coyuntura miran estas declaraciones como un “guiño” del expresidente Torrijos en sus aspiraciones de ser otro posible candidato para ocupar una vez más la silla que quedará vacía muy pronto en el conocido palacio de “las garzas”.

El PRD parece no contar con una figura política viable, ya que las opciones que se mencionan para ser futuro el abanderado a las aspiraciones presidenciales son los mismos rostros conocidos, incluyendo al mismo expresidente Martín Torrijos y el posible “delfín”, José “Gaby” Carrizo. La alianza entre el Ejecutivo y algunos diputados “con poder” parece estar aceitando desde hace algún tiempo la maquinaria que pudiera apoyar al vicepresidente José Gabriel Carrizo como el “ungido” para llegar a la silla presidencial; sin embargo, salvo los propios creadores de dicha posibilidad son los únicos “que se lo creen”. Ni Pedro Miguel González y tampoco la diputada Zulay Rodríguez le ven el más mínimo “chance” de ganar a “Gaby Carrizo”, quien parece apostar al “discurso enlatado” y su sonrisa publicitaria.

Por lo pronto, la pugna interna en el PRD por el control del poder político sigue cobrando cada vez más fuerza y a los que vemos los “toros desde la barrera” solo nos resta opinar y parafrasear con algún ajuste aquella “icónica” frase vertida por un desaparecido “hombre fuerte” de Panamá en la década de los ochenta: “Buen salto, José Gabriel”.

Sociólogo y docente panameño.
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