• 07/03/2014 01:00

Pueblo Ngäbe Buglé: autonomía, desafíos, su sueño

En Panamá existen siete pueblos indígenas: Ngäbe, Buglé, Guna, Emberá, Wounaan, Naso Tejrdi y Bri-Bri. Somos el 13 % (417,559 habitantes...

En Panamá existen siete pueblos indígenas: Ngäbe, Buglé, Guna, Emberá, Wounaan, Naso Tejrdi y Bri-Bri. Somos el 13 % (417,559 habitantes) de una población total de 3,405,813, según el censo del 2010, dentro de la comarca Ngäbe y Buglé viven 156,747 habitantes y el total en el país suma 286,922 Ngäbe y Buglé, en materia de reconocimiento constitucional de los Derechos de los Pueblos Indígenas, el Estados panameño ha sido lento.

En su vida Republicana, Panamá ha tenido cuatros constituciones, en los años de 1904, 1941, 1946 y 1972. En esta última se incluyó algunos artículos vigentes en la actualidad.

El pueblo Ngäbe Buglé ha debido enfrentar un largo camino de sacrificios para el reconocimiento y respeto efectivo de sus derechos y libertades fundamentales.

Durante la década de los 80 se logró abandonar la visión integracionista y de asimilacionista que imperaba y dar un giro hacia una nueva forma de comprender a los pueblos indígenas, su cultura y cosmovisión.

Hoy, el pueblo Ngäbe buglé celebra los 17 años de tener tierra, territorio, autonomía y libre determinación con el nombre de la comarca Ngäbe buglé, veamos los desafío enfrentados, algunos logros y nuestra aspiraciones.

Nos encontramos en un momento en que el pueblo Ngäbe y Buglé está en una nueva etapa de coordinación y fortalecimiento de las luchas y movimientos de sus autoridades tradicionales, reconociendo que la unidad es una necesidad prioritaria y urgente para visibilizarlo ante la sociedad mayoritaria nacional e internacional.

Es oportuno destacar nuestra preocupación por la evidente ausencia de compromisos de los candidatos y las candidatas a la Presidencia de la República, en su visión de cómo se abordará la relación del triunfador o triunfadora con los pueblos indígenas en el proceso electoral a realizarse el próximo mayo del 2014. Es preocupante la continuidad tradicional de antaño que cada cinco años los candidatos políticos y futuros gobernantes de Panamá nos ven solo como grupos vulnerables o simples beneficiarios de migajas y limosna públicas, porque ellos nos han sometido y acostumbrado a una política proteccionista, de caridad y de intenciones, asistencialista y de entretenimiento momentánea, que nos ha afectado tanto, que nos hemos habituado a esa política empobrecedora. Una ausencia total de política pública de Estado para los pueblos indígenas, a pesar de que somos sociedades que damos origen a la Nación panameña y de acuerdo a la Constitución Política del Estado panameño, así como en el Derecho Internacional, damos soporte al país, por su riqueza natural, estrategia, política, social, cultural o lingüística. Nadie puede pasar sin reconocer nuestros derechos territoriales autónomos y una política económica en una relación de iguales, donde hombres y mujeres abonemos en el fortalecimiento de la nación.

Tampoco se puede dejar y olvidar la represión, hostigamiento, encarcelamiento, despojo y violación de los derechos humanos de que son objeto constantemente nuestras comunidades Ngäbe Buglé, cuando se les quieren imponer, en nombre de un falso desarrollo, megaproyectos que, aparte de no beneficiarles, les perjudican y no se les cumplen con las legislaciones internacionales sobre los procedimientos del consentimiento libre, previo e informado. Ejemplos, los casos de Changuinola, San Félix y Colón, donde nadie fue sancionado por los muertos habidos.

Lo Ngäbe buglé de la comarca somos ricos, pero no lo sabemos; en población, ocupamos el cuarto lugar en el país; o sea, representamos una fuerza política de 286,922 habitantes, según el censo del 2010. Como pueblos originarios y diferentes, tenemos costumbres, tradiciones e idioma propios y legítimos, dejados por nuestros antepasados. Poseemos 700,000 hectáreas de territorios para la autogestión y desarrollo en un futuro no muy lejano. Tenemos regiones con recursos valiosos, como la salida al mar, costa e islas (Región Ñokribo). Contamos con riquezas importantes, como recursos naturales y minerales, tales, como el clima, las montañas, los ríos, la ecología y el ambiente natural sin explotar. Ejemplo el etnoturismo, como una de la alternativa para el desarrollo sostenible muy envidiable por otros pueblos.

En el corazón de la comarca se encuentra la tercera mina de cobre más grande del mundo y otros recursos minerales, contamos con ríos caudalosos que pueden generar energías eléctricas, los cuales se pueden utilizar para el desarrollo integral de la comarca, en la comarca existe arqueología, huacas, cementerios antiguos, que son atractivos para curiosos investigadores científico y para turistas. Nuestra identidad como pueblos es la mayor riqueza que poseemos, hasta la fecha no la hemos sabidos explotar (tradición, lenguaje y costumbre).

Los pobladores de la comarca producen café orgánico y otros productos agropecuarios y artesanales, pero por no estar organizados pierden la oportunidad de la comercialización y exportación a nivel local e internacional.

En la actualidad existe una nueva cultura de cooperación por las agencias internacionales, enormemente beneficioso para los pueblos indígenas, la cual no hemos sabido explotar. Hemos conquistados nuevos espacios a nivel nacional, tal como la autonomía comarcal para la autogestión de nuestra región indígenas.

Solo nos hace falta un soplo de aliento, de oportunidades educativas de calidad, para luego generar y ser creador de nuestro propio desarrollo y poder entrar en el mundo de la competitividad.

Finalmente, las principales demandas de los Ngäbe Buglé actualmente son: el reconocimiento como pueblos diferenciados, asignación de recursos económicos para la implementación de la educación intercultural bilingüe, un Ministerio Indígena para su desarrollo, ratificación del Convenio 169 de la OIT y, dentro de las reformas constitucionales, declarar a nuestro país como un Estado multicultural, multiétnico y plurinacional.

EX LEGISLADOR DE LA REPÚBLICA Y DOCENTE.

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