• 02/07/2023 00:00

'La autopercepción'

“Considero, como muchos, que lo supuestamente “moderno” no necesariamente es veraz, correcto, justo, razonable ni sano para la sociedad”

El renacimiento nos reitera los fundamentos de la razón y después Kant sostiene que es patrimonio de la humanidad.

Reconociendo que nuestros derechos son inalienables y anteriores al Estado, estos deben ser garantizados y protegidos por él, de él y de terceros. Como contraparte, adquirimos obligaciones individuales frente a terceros, a la sociedad y al Estado.

El escritor prusiano y filósofo universal también fundamenta que las libertades y los derechos deben ejercerse conforme a las leyes y a las instituciones por ellas creadas. Así, se resalta la veraz y correcta correlación entre el ciudadano creador y el Estado creado.

Adoptada una constitución, los derechos deben emanar de las necesidades sustentadas en el principio de la primacía de la realidad y el de razonabilidad y proporcionalidad, base y norte inequívocos de la razón.

Sustentados, priorizados y garantizados de tal forma, se debe impedir que las minorías impongan la sinrazón.

Constato la penetración del inventado e invocado “derecho a la autopercepción”; estulticia o moda que trasciende edades y nacionalidades.

Entendiendo por autopercepción a la posible identidad y características que alguien considera que posee sin las indubitables evidencias empíricas o científicas que lo confirmen.

Lo antes dicho no sería grave si las exigencias del autopercibido no acarrearan sustantivos problemas a las relaciones humanas con serios, negativos y a veces irreversibles impactos en la salud, en la formación, en la sociedad y en los recursos fiscales, especialmente.

Observemos.

Si Pedro, teniendo 50 años, se autopercibe de 70 y logra una jubilación anticipada, se la pagaremos todos.

Sí Carlos se autopercibe inválido y su inexistente incapacidad le es reconocida, podrá dejar su automóvil en los estacionamientos habilitados para los verdaderos discapacitados. Adicionalmente, si obtiene una pensión vitalicia por invalidez, se la pagaremos todos.

Si Ricardo se autopercibe hijo del banquero Pastor y su “filiación” es reconocida por el juez de Pukachacra, Ricardo le causará serios problemas a su nuevo progenitor y parientes al reclamar su herencia.

Si el prodigioso futbolista galo Mbappé se autopercibe blanco y usted lo contradice, probablemente -tras el fallo de un juez autopercibido neogenetista- termine preso por racista y discriminación. Ah, también puede verse arruinado, indemnización mediante.

Si Pedro se autopercibe anestesiólogo y un juez le reconoce tal profesión, la universidad y el colegio médico deberán inscribirlo y Pedro podrá administrar anestesia sin limitaciones legales.

Si Salvador se autopercibe un niño de 10 años teniendo 53 y se le reconoce su niñez, será inimputable.

Si Aída se autopercibe priora de la Hermandad Veritas et Iustitia y un juez determina su derecho a la autopercepción, deberá ser tratada como sor Aída.

Si Julio se autopercibe mujer y siendo adulto cambia de sexo e identidad es asunto suyo; moros y cristianos debemos respetarlo dada la naturaleza humana.

Ahora bien, asunto muy distinto y grave es que, si tiene 10 años y se le reconoce “el derecho a la autopercepción”, Julito podría operarse, a pesar de que toda la evidencia científica ratifica que recién a los 18 años se alcanza la primera madurez. Operándose, se atentaría contra su integridad física y moral y se vulnerarían groseramente los derechos tutelares de sus padres.

Incomprensible pero real, también hay padres que fomentan que a sus menores hijos les inyecten hormonas del sexo opuesto y más.

El hecho de que hoy se plantee que un niño de 12 años tenga el derecho “humano” a practicar sexo con adultos -y viceversa- resulta estólido, delirante y una afiebrada estupidez.

En el Reino Unido hay gran preocupación por los niños y los adolescentes que hoy muchos medios los llaman “neogénero” y que evidencian casos en los que menores de edad se autoperciben como animales. La conversación entre una profesora de una escuela y una alumna, cuya compañera se autopercibía gata, recorrió a velocidad exponencial las redes por cuanto la maestra se negaba a aceptar la inexistente identidad gatuna de su alumna. Las autoridades del país -compuesto por Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte- y los padres enfrentan un reto inédito e inmenso ante esta nueva realidad.

Añado y concluyo.

El “derecho a la autopercepción” pretende disolver el principio de primacía de la realidad y el de la razonabilidad y proporcionalidad, entre otros principios y derechos.

Ha llegado el momento de ponerle coto a esta hornada de contrabando ideológico arropada de pretendidos “derechos humanos” por falsos, insensatos e insanos.

Considero, como muchos, que lo supuestamente “moderno” no necesariamente es veraz, correcto, justo, razonable ni sano para la sociedad.

Peruano, PhD en Ciencia Política, experto en gobierno e internacionalista.
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