Aparecieron los restos mortales de Catarino E. Garza R.

En un medio de comunicación panameño, La Estrella de Panamá, del jueves 11 de julio de 2024, se publicó: “fueron encontrados en Bocas del Toro, los restos mortales del político mexicano Catarino Garza, asesinado el 8 de marzo de 1895”. Quiero destacar que cuando nuestro embajador de Panamá, ante el Gobierno de la República de los Estados Unidos Mexicanos, Dr. Alfredo Oranges Busto, presentó cartas credenciales ante el presidente Andrés Manuel López Obrador, le manifestó el interés de Panamá de satisfacer el interés de encontrar y repatriar esos restos mortales. Hablaron más de media hora sobre el tema, que también domina el embajador Oranges Bustos, haciendo demorar la presentación de las Cartas Diplomáticas de otros embajadores acreditados en México.

El jueves 11 de julio de 2024, cuando se hace el anuncio oficial, tanto en la Ciudad de México, como en la Ciudad de Panamá, del descubrimiento de los restos mortales del periodista mexicano, en uno de los tres cementerios que existen en la Isla de Bocas del Toro; el trabajo panameño para hacer realidad esta aspiración mexicana de que el Gral. Catarino E. Garza R., un mexicano que peleó contra la dictadura de Porfirio Díaz, en México y al inicio de la Revolución Liberal colombiana, La Guerra de los Mil Días, en el istmo de Panamá. Esta Guerra, cruenta, feroz, brutal, pero sin estadísticas de heridos y muertos en el istmo se inicia con el asesinato del político mexicano que se solidariza con las aspiraciones istmeñas de independizarse de Colombia y termina con el asesinato de Victoriano Lorenzo Troya, el 15 de mayo de 1903.

De acuerdo al trabajo investigativo del Dr. Alonso Roy “La mano de obra en el Canal de Panamá”, de los 56,307 obreros contratados, solo 357 fueron de nacionalidad panameña. Estos datos confirman mi tesis de que La Guerra de los Mil Días, entre marzo de 1900 y el 21 de noviembre de 1902, causó una mortandad en la población juvenil panameña que nos impidió ayudar al desarrollo y crecimiento de la nueva república de Panamá, que inicia su movimiento revolucionario emancipador de Colombia, el 3 de noviembre de 1903, arriando banderines partidistas y empuñando el pendón nacional. Solo a cuatro meses del inicio de la Guerra en el istmo de Panamá, con el desembarco en Punta Burica, de 110 mercenarios nicaragüenses liderados por Belisario Porras Barahona; en la Batalla del Puente de Calidonia, en la Ciudad de Panamá, entre los días 24 y 26 de julio de 1,900, hace 124 años, fueron masacrados, a punta de ráfagas de ametralladora Gatin, facilitadas al Gobierno conservador colombiano, por el ejército de la República de Los Estados Unidos de América, “custodio del istmo en razón del Tratado de 1846 Mallarino Bidlack”, más de 700 jóvenes, casi niños, de la milicia liberal y unos 125 soldados gobiernistas.

Con la construcción del canal estadounidense, entre 1904 y 1920, cuando, oficialmente termina la etapa de construcción y había que repatriar a los extranjeros contratados, solo el 0.64%, 367, constituyeron la mano de obra panameña, muy poca gente, porque lo que primaba en el istmo, para esa época, era luto, miseria y dolor.

Paz al alma del político internacionalista, de origen mexicano, periodista, Catarino Erasmo Garza Rodríguez.

Sabemos que el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien es el autor del libro biográfico Catarino Garza: ¿Revolucionario o bandido?”, sabrá darle la despedida en la tierra natal mexicana.

Felicito a nuestro embajador panameño, Dr. Alfredo Oranges Busto por haber iniciado esta justicia popular, colaborando con los hermanos mexicanos. Fue un excelente trabajo diplomático.