• 10/07/2022 00:00

Anarquía total

Los 40 mil educadores, que desafortunadamente, tienen una dirigencia que se quedó atrás en el tiempo y, están promoviendo en el fondo, la oportunidad, para incluir entre sus exigencias más dinero y ventajas para el gremio. Los estudiantes son las víctimas y están en segundo plano

EL panameño viene afectándose de las alzas que el combustible ocasiona, encareciendo la vida de todos los ciudadanos. Estos, justamente protestan, con distintas actividades, primordialmente con cierres de las avenidas y calles. Estas acciones demuestran el sentimiento nacional, van de norte a sur y de este a oeste.

Hay razones en la cual coinciden muchos intereses. Unos por razones legítimas, otros aprovechan la situación para beneficios personales y otros, como el caso del Suntracs, que siempre busca el caos, aprovechando cualquier problema que afecta el país. Existen políticos que piensan que con el caos podrían lograr para alguno de ellos obtener alguna ventaja.

Los 40 mil educadores, que desafortunadamente, tienen una dirigencia que se quedó atrás en el tiempo y, están promoviendo en el fondo, la oportunidad, para incluir entre sus exigencias más dinero y ventajas para el gremio. Los estudiantes son las víctimas y están en segundo plano. Ellos protestan, al igual que otros grupos, pero para no afectar más a los estudiantes podrían dar las clases en las mañanas y unirse a la protesta nacional en las tardes. Esa directiva de los educadores, como siempre, lo han dicho: “compensamos el tiempo perdido para darles clases a los estudiantes”. Esto no ha funcionado en el pasado y el resultado ha sido negativo.

El gobierno, por su parte, ha manifestado su total incapacidad y no puede enfrentarse a la situación con liderazgo y planes concretos. Existe una total descoordinación entre los distintos funcionarios de la administración del ejecutivo.

El presidente Cortizo se encuentra fuera del país y el vicepresidente ha carecido de la capacidad y experiencia para enfrentar la situación actual, que, desafortunadamente, para todos los ciudadanos, se ha convertido en una total anarquía.

Es imposible predecir cuál será el final de la situación caótica que enfrenta Panamá. Ojalá a los graves problemas existentes se les encuentren una solución en el diálogo y no con más violencia.

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