50 años de la Revolución de los Claveles

La Revolución de los Claveles en Portugal fue un golpe de Estado militar que ocurrió el 25 de abril de 1974. Este evento marcó el fin de la dictadura del Estado Nuevo, que no había convocado elecciones democráticas desde 1925. La revolución fue liderada por el Movimiento de las Fuerzas Armadas, influenciado por ideologías de socialismo democrático y socialdemocracia, y resultó en la restauración de la democracia en Portugal.

Antes de la revolución, Portugal estaba bajo un régimen autoritario conocido como Estado Nuevo, liderado por António de Oliveira Salazar y, después de su accidente en 1968, por Marcelo Caetano. La situación política y económica era tensa, con el país involucrado en guerras coloniales en África y una policía política que reprimía cualquier intento de reforma política.

Después de la revolución, Portugal experimentó cambios significativos. Se concedió la independencia a las colonias africanas y se estableció un gobierno democrático. En términos económicos, la economía portuguesa comenzó a transformarse drásticamente a mediados de la década de 1970, alejándose de las políticas antiliberales y abriéndose a la renovación posrevolucionaria.

El país ha avanzado en áreas como la sanidad, la educación y la libertad de las mujeres. Se creó un Sistema Nacional de Salud en 1979, y la educación se expandió significativamente, con un aumento en el porcentaje de portugueses con estudios superiores y la escolarización obligatoria hasta los 18 años.

Después de la Revolución de los Claveles, Portugal experimentó una serie de cambios económicos significativos que transformaron su trayectoria. Por ejemplo, surgieron nuevos sectores económicos y se modernizaron los tradicionales, se formó un sistema moderno de producción y consumo, el volumen del PIB se multiplicó por seis, las exportaciones de bienes y servicios crecieron exponencialmente.

En 2016, Portugal redujo su déficit fiscal a la mitad, alcanzando el 2,1% del PIB. Este fue el mejor resultado desde la transición a la democracia en 1974, y lo lograron sin sacrificar los beneficios sociales de los ciudadanos.

De hecho, el gobierno del ahora exprimer ministro Antonio Costa, logró este resultado mientras aumentaba los salarios y las pensiones de los empleados y jubilados, implementando en lugar de una austeridad extrema, medidas que alentaron la demanda interna para impulsar el crecimiento, y con el aumento del gasto gubernamental reactivó la economía, aumentó la recaudación de impuestos y redujo el déficit fiscal.

Aquella gesta que comenzó a las 00:25 horas del 25 de abril, cuando la Radio Renascença transmitió “Grândola, Vila Morena”, una canción revolucionaria de José Afonso, cuya emisión estaba prohibida por la ley, llevó a Portugal a ser un país de primer mundo, sin embargo, hoy enfrenta grandes desafíos. Los portugueses fueron grandes navegantes y conquistadores, siendo el imperio portugués el que duró cinco siglos, más que el imperio romano, el español y el británico.

Portugal ha sido un país de inmigrantes, que desde 1415 primero con las conquistas, y luego con la migración de sus ciudadanos llegó a tener casi el 20% de su población regada por el mundo, pero hoy se ve con preocupación el avance de fuerzas políticas de ultraderecha, de corte populista, antieuropeístas y antiinmigrantes.

El país que inventó la brújula marítima, el cañón, la vela latina, la carabela y más recientemente el micrófono bola de esponja, ascensor para sillas de ruedas, perfeccionaron los cajeros automáticos pues además sacar dinero, es posible pagar facturas e incluso pagar una tarjeta de transporte público y comprar tickets de tren, la Vía Verde es una forma más sencilla de pagar los peajes de autopistas, y crearon el MBWay, una forma más simple de gestionar el dinero a través del teléfono móvil, hoy enfrenta nuevos desafíos.

Quizás los portugueses deberían volver a escuchar la canción que marco el inicio de la revolución que los catapultó al primer mundo, y que en sus versos dice: “Grândola, villa morena/ tierra de fraternidad/ el pueblo es quien más ordena dentro de ti, oh, ciudad/ en cada esquina un amigo/ en cada rostro igualdad, Grandôla, villa morena/ tierra de fraternidad”, y recordar que no hay nada más absurdo que en un país de inmigrantes, haya movimiento antiinmigrante y antieuropeístas.

En resumen, la Revolución de los Claveles fue un punto de inflexión que llevó a Portugal de ser un país atrasado y bajo una dictadura a convertirse en una nación democrática y desarrollada con avances sociales significativos, y que, en las contradicciones que en ocasiones los países entran, pues hoy tienen estos movimientos retrógrados que pudieran dar al traste con los avances obtenidos, en la tierra de la fraternidad, donde en cada esquina hay un amigo.