Más solidaridad y humanismo con los trabajadores informales de Panamá

"El hombre es la medida de todas las cosas o criatura de Dios".

Antes de la pandemia de la COVID-19, producto de la crisis del modelo de 'capitalismo salvaje' (exclusión social y trabajo indecente), la informalidad laboral ya representaba el 40% de la población económicamente activa (PEA) Hoy, los cálculos más conservadores la ubican por el orden del 50%, esto es, más de la mitad de las personas en edad de trabajar no cuentan con un empleo asalariado.

Frente a esta dolorosa realidad, el gobierno de los ricos de Panamá, no solo no cuenta o ha presentado a los residentes del Pais un plan económico coherente; sino que se lanza con 'balloneta calada' a disuadir a los más de 700 mil padres de familia que salen a sol y agua -diariamente- a buscar decentemente el 'pan' de sus hogares. En efecto, la empresa 100% de capital estatal (del pueblo panameño) ha ordenado el desalojo de 'cuenta propistas', emprendedores o buhoneros de los alrededores de las estaciones del Metro y de las "zonas pagas" del Metro Bus.

Todo esto, en medio de la pandemia que ha causado el incremento del desempleo de 7.1 % en el año 2019 al 25% en el 2021? ¿Hay sensatez, sentido común o coherencia gubernamental, para tomar semejante decisión, en circunstancias que cinco (5) de cada diez (10) panameños "trabaja independiente"? Por supuesto que no. Al contrario, lo que refleja es que cada dependencia o agencia del actual gobierno de la República, constituye 'otra República', que no existe el cacareado "trabajo en equipo" y que el 'buen gobierno' está totalmente desviculado de la realidad que padecen los panameños de a pie o le vale "tres pepinos" la suerte de los pobres y de los excluidos, ahora azotados por la crisis de la pandemia y derivado de ésta, por el agravamiento de la descomposición politica, social y económica de la Nación panameña.

Para dar cumplimiento a tan inoportuna y desafortunada medida, el municipio de Panamá ha citado a humildes trabajadores de la calle o de áreas públicas, para comunicarle que tienen que abandonar estos sitios o de lo contrario serán "lanzados por la fuerza". ¿Será esta decisión obtusa e irracional el motivo por el cual el Ministerio de Seguridad ha licitado 1.9 millones de dólares para la compra de equipo para la Policía Nacional ("control de multitudes"), sociológicamente hablando, para la represión del pueblo?

Un ejemplo, podría ilustrar la mala práctica de las autoridades nacionales y locales. El Representante del Corregimiento de Parque Lefevre, no concede el visto bueno (V.B.) de la Junta Comunal -uno de los requisitos- para que el Municipio otorgue el 'permiso de uso y custodia' de servidumbres públicas municipales. La explicación que da el 'bueno para nada', para su "silencio administrativo" es que los residentes -aristocrático barrio de negros- se oponen. Sin embargo, en uno los suburbios -'ghetto del pirata Morgan'- las actividades fuera de la Ley y la "moral cristiana" están al orden del día. Desde talleres de macánica en la vía pública, pasando por galleras clandestinas, garito, "parking" marginales, venta de bolita y 'bolonchones'; hasta narcos extranjeros. ¿Quién será el "patrón"?

De manera que el desalojo -en las actuales circunstancias de precariedad- de buhoneros de los alrededores de las estaciones del Metro y del Metro-Bus, no solo constituye una medida inoportuna y desafortunada; sino también, desprovista de solidadaridad humana con los más afectados por la "peste". ¡Así de sencilla es la cosa!