Líneas paralelas y paralelismos

En paralelo, mientras aumentan las denuncias de contrataciones directas que favorecen altos personeros del gobierno, mientras un círculo de allegados percibe onerosos sueldos y dos o tres gastos de representación que suman siete mil dólares al mes o más, por otro lado, más de 12 mil funcionarios públicos son despedidos.

Las denuncias de corrupción persisten. Ante tanta vorágine, resulta nulo para adecentar el quehacer público, la frase de Nito Cortizo a sus autoridades “pido hacer lo correcto, no lo fácil”, al igual que en mantener en sus cargos a quienes empiezan a mostrar sus garras.

En paralelo, mientras se liberalizan los precios, aumenta el combustible, las tarifas de agua y luz, que serán trasladada a los consumidores como señalan los empresarios; por otro lado, se otorgan contrataciones millonarias a empresas denunciadas por casos de sobrecosto y coimas (Ver caso IDAAN con FCC-Carlos Slim).

En paralelo, mientras que el 60% de los empresarios que retienen las cuotas de los obreros a la Caja se quedan con ella, siendo responsables de la gran deuda patronal con la institución, por otro lado, la Junta Técnica Actuarial “recomienda” aumento de cuotas, edad y disminución de beneficios; es decir asume la imposición del FMI 2015, en un informe que establece inconsistencia en el registro financiero de la Caja. Sin duda miran los efectos, pero no las causas del problema.

En veinte años de traspaso del Canal a manos panameñas, el Estado ha recibido aproximadamente 16,800 millones de dólares como aportes provenientes del Canal, sin embargo, el pueblo panameño desconoce el uso de este excedente, que según algunos economistas han pasado a cubrir la evasión y exoneración de impuestos a los empresarios (nacionales y extranjeros). El mismo no ha sido utilizado para el desarrollo nacional y social.

En paralelo, mientras la población en las calles manifestó su descontento por la imposición del paquete de reformas constitucionales inconsultas (Concertación), por el otro lado, el gobierno ahora quiere imponer al PNUD como “facilitador” del diálogo de “Yo con Yo”.

En paralelo, mientras el gobierno corrió a pagar la deuda y otorgar incentivos a la patronal, por el otro lado, acrecienta la deuda social; claro ejemplo de ello, la definición del ajuste de salario mínimo, el más bajo en la historia.

Las líneas paralelas, figura geométrica, son “dos o más líneas que nunca se interceptan” (unen). El paralelismo, en términos literarios, consiste en “repetir una misma estructura varias veces, pero alterando algún elemento”. ¿Qué significa ello? Que el gobierno empresarial de Nito Cortizo implementará un programa de gobierno “100% empresarial” a favor de los 115 ultra millonarios, con ello la precariedad de los sectores trabajadores, de las capas medias, de los micro y pequeños productores, de los pensionados, es decir, la desigualdad social, se incrementará. Significa que Nito repetirá el mismo escenario de los gobiernos anteriores, con algunos pequeños cambios de forma, pero no de contenido.

Tal como lo hemos señalado, los principales problemas que confrontan la mayoría de la población panameña persisten y se profundizan. La crisis que vive el país es institucional, no solo está en la Asamblea Nacional, sino también en el Ejecutivo y Judicial. El pueblo debe tener claro que no son los empresarios corruptos ni la clase política hundida en el latrocinio quienes pueden guiar al país por nuevos senderos éticos, democráticos y de justicia social, pues son ellos –junto a sus socios de las corporaciones transnacionales- los grandes beneficiarios de un sistema jurídico-político moralmente pervertido, con el segundo peor índice de distribución de la riqueza en el continente y excluyente en lo socio-económico y político. Ante ello, el pueblo como soberano puede darse su propia normativa jurídica y haciendo uso de su Poder Constituyente recrear el Estado, puede convocar a una Asamblea Constituyente Originaria con plenos poderes.