A 150 años de la Comuna de París: honor a sus mártires y héroes

Este año 2021, los trabajadores organizados del mundo conmemoran los 150 años de la Comuna de París, evento de trascendental contenido histórico que repercutió a escala internacional, por ser el primer Gobierno obrero que se instituía en una Nación.

La burguesía se dio a la tarea, en las décadas siguientes y durante el siglo XX, de ocultar, desconocer e invisibilizar este acontecimiento que marcó un hito en la lucha de clases sostenida por el proletariado desde el ascenso del industrialismo, cuyos magnánimos era la propia burguesía, la cual llevaba a cabo un sistema de explotación que provocaba la miseria y muerte de los trabajadores.

La Comuna fue presidida por distintos eventos de carácter práctico e ideológico, surgidos en el siglo XIX, entre los cuales podemos mencionar: 1. la masificación de los trabajadores en las fábricas; 2. la explotación laboral de que estos eran víctimas, traducido en un trato inhumano por parte de la burguesía, incluyendo niños y mujeres; 3. el protagonismo patriótico del ludismo y el cartismo; 4. las revoluciones de 1830 y 1848 en Francia, la primera que destrona a Carlos X y la segunda que manda al ostracismo a Luis Felipe de Orleans, ambos eventos tuvieron la participación del proletariado; 5. la primavera de los pueblos (1848); 6. la publicación en Londres (21 de febrero de 1848) del Manifiesto Comunista; 7. la fundación de la I Internacional (1864); 8. el desarrollo de la conciencia de clase obrera.

La Comuna se desarrolló en medio de una Guerra entre Francia y Prusia. En esta conflagración fue secuestrado por los prusianos el emperador Luis Bonaparte, sobrino de Napoleón, y monarca de Francia, desde 1852. El pueblo francés, al enterarse de que las autoridades francesas habían capitulado de una forma deshonrosa ante los prusianos, se lanza a las calles en forma de protesta y levanta barricadas en todas las calles de París.

Ante estos sucesos y dada la cobardía y traición de la burguesía, los trabajadores toman el poder político y proclaman el 18 de marzo de 1871 “La Comuna de París”, la cual se extenderá por 72 días, en medio de la tensión nacional, y ante la posibilidad de una intervención militar foránea. La Comuna estuvo conformada por consejeros municipales elegidos mediante sufragio universal en los diversos distritos de la ciudad. La mayoría de sus miembros eran obreros o representantes de la clase obrera, con una conciencia social.

La Comuna emprendió reformas políticas inéditas como: la desaparición del ejército permanente y su reemplazo por uno de carácter popular; el establecimiento de la revocabilidad de mandato, como principio democrático que posibilitaba la destitución de todo funcionario que no cumpliese sus funciones. De igual manera, se decretó la reducción de los sueldos de todos los empleados del Estado, de manera tal que ganaran lo mismo que los obreros. En el campo social, se suprimió el trabajo nocturno en las panaderías y el sistema de multas a los trabajadores. En lo económico, decidió que todos los talleres abandonados o paralizados por los empresarios se entregaran a cooperativas de obreros para que reanudaran la producción y se dio tierras a los campesinos. En lo educativo, estableció la educación gratuita y laica para el pueblo, cuyo matiz era ser un privilegio de las élites.

Al respecto decía Marx: “Que las modestas medidas sociales que la Comuna pudo llevar a cabo durante sus dos meses de sitiada existencia expresaban la línea de conducta de un Gobierno del pueblo para el pueblo. Entre los más significativos de sus proyectos se encontraban aquellos concernientes a la educación y la cultura: todas las instituciones de enseñanza fueron abiertas gratuitamente al pueblo y, al mismo tiempo, emancipadas de toda intromisión de la Iglesia y del Estado. Así no solo se ponía la enseñanza al alcance de todos, sino que la propia ciencia se redimía de las trabas a que la tenían sujeta los prejuicios de clase y el poder del Gobierno”.

Los obreros lograron resistir dignamente hasta el 28 de mayo, cuando tropas del ejército burgués entran en París, ocasionando una de las masacres más violentas de la historia, donde cayeron algo más de 30 mil obreros, la mayoría muertos en combate y fusilados. La Comuna demostró ante el mundo la unidad de los trabajadores, su conciencia de clase y la acción genocida de la burguesía, que fue capaz de aliarse con sus adversarios monárquicos para no darle paso a un Gobierno popular.