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- 09/07/2023 00:00
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La llegada del covid-19 a las sociedades nacionales del continente, nos colocó frente a una realidad de cambios tecnológicos presentes en la sociedad, que se dinamizó a partir del cierre de las escuelas, y nos llevo directamente a la virtualidad de la mano de las grandes corporaciones tecnológicas internacionales. La pandemia no podía detener la continuidad del proceso de enseñanza y aprendizaje en el aula. La respuesta de las autoridades educativas fue hacer uso de modelos educativos “Fast Track” (vía rápida hacia nuevas competencias); que se sustentaría en la enseñanza de técnicas básicas de transferencia de conocimiento y la implementación de la virtualización educativa.
El modelo de Fast Track, al centrarse en la transferencia de conocimiento a través de la tecnología, lo que logra es sustituir lo “pedagógico” por tecnología de la enseñanza. Lo que se originó con esta experiencia, según Luis Bonilla Molina, fue una “brecha epistémica” en educación. Es decir, el “intento de comprender y actuar en el presente a partir de concepciones y paradigmas del pasado en educación”, y no tener en cuenta los cambios que la tecnología ha provocado.
Las Tecnologías de la Información y la Comunicación generaron cambios y nuevas situaciones, como la “gobernabilidad algorítmica”, que dio soporte a nuevas formas de organización institucional y social. Autores como Antoinette Rouvroy y Thomas Berns nos describen y analizan el propósito y aplicación del concepto de gobernabilidad algorítmica. El término hace referencia al establecimiento de estándares, monitoreo, y recopilación de información a través de la minería de datos mediados por algoritmos computacionales que en tres fases distintas (cosecha masiva de datos, tratamiento de datos y producción de conocimientos y acción sobre los comportamientos) busca proyectar el futuro comportamiento individual de la población.
Derivado de la extracción de la minería de datos se articula otro proceso. Ulises A, Mejías y Nick Couldry nos señalan que hay una “apropiación colonial de la vida en general” a través de las plataformas digitales donde se produce una “versión de lo social” para ser apropiada y explotada en “forma de datos cuando se combina con otros datos”. Estos autores establecen tres formas de recopilación de datos: Uno, la recopilación inicial a través de las plataformas digitales; dos, la ampliación de la logística de datos “para todas las áreas de producción humana” y la tercera, cuando las propias personas “rastrean sus propias actividades para la extracción de datos”.
Este proceso de vinculación de la población y la tecnología se transforma en una forma de penetración, vigilancia y configuración de la subjetividad, del yo, por parte del capital. Este es uno de los impactos de las plataformas digitales. La gobernabilidad algorítmica y la apropiación colonial de datos son dos vertientes de un mismo proceso. Están identificados como un proceso externo y la vez forman parte de la innovación tecnológica que demanda la modernización educativa que genera “consecuencias dramáticas para los sistemas escolares del mundo”.
El principal instrumento de innovación tecnológica para los procesos educativos son las “plataformas virtuales”. Nick Srnicek nos indica que estas son “un nuevo tipo de empresas. Se caracterizan por proporcionar la infraestructura (digital) para intermediar entre diferentes grupos usuarios, por desplegar tendencias monopólicas impulsadas por efectos de red, por hacer uso de subvenciones cruzadas para captar diferentes grupos usuarios y por tener una arquitectura central establecida que controla las posibilidades de interacción”.
Este autor asevera también que existen varios tipos de plataforma como lo son: las plataformas publicitarias, las plataformas de la nube, plataformas industriales, las plataformas de productos y las plataformas austeras. Lo que falta en este listado son las “plataformas educativas”.
El informe “Banco Mundial, IESALC-UNESCO, Fundación Gates y Facebook” presentado por Nelson Ortega, Mauro Jarquín, Luz Palomino y Luis Bonilla-Molina, nos describe las estrategias de vinculación de estas plataformas dirigidas a tener incidencia en los sistemas educativos del continente. Dos son los casos que describen: Google -perteneciente a la corporación multinacional Alphabet Inc y Facebook (Meta). En el caso de Google, el proceso de vinculación con la educación se realiza a través de la Fundación Gates y sus aportes a la reingeniería educativa en medio del Covid-19.
Muestra de este esfuerzo son los temas que ha estado apoyando como los son: el impulso a las bibliotecas en internet, apoyo a la educación gratuita y obligatoria hasta los doce años, rendimiento estudiantil, desarrollo profesional, investigación innovadora y el desarrollo de la “Singularity University” –el prototipo de universidad del futuro—, creado por el director de ingeniería e innovación de Google, Ray Kurzweil. En el caso de Facebook el informe identifica la aceptación de la plataforma como “herramientas para crear redes de aprendizaje colaborativo” y su interés en transformarse como plataforma educativa.
Para autores como Llorens y Capdeferro, Facebook tiene el potencial de brindar apoyo a los procesos educativos. Sus características tecnológicas permitirían compartir recursos, relacionar contenidos a los “perfiles” y su desarrollo “hacia el lifestreaming y el microblogging”, permitiendo “experiencias de interacción complejas y continuas”, posibilitando “estructurar procesos de aprendizaje colaborativo.” Estas características de la plataforma pueden generar “comunidades educativas y aprendizaje colaborativo”. Al tener en cuenta esta posibilidad, ella representa la oportunidad de obtener resultados pedagógicos como: crear una “cultura de comunidad virtual y aprendizaje social”, generar procesos de innovadores de aprendizaje y compartir “contenidos significativos”.
Sin embargo, otros autores frente a esta posibilidad muestran preocupaciones sobre el impacto que puede tener sobre la población estudiantil que tenga acceso a la plataforma. Gafni & Deri (2012) exploran la influencia de Facebook respecto al aprendizaje de estudiantes en pregrado. Señalan los riesgos de implica el tiempo que involucra la navegación en la plataforma y su impacto sobre el proceso de enseñanza aprendizaje (pérdida de tiempo, la postergación de actividades y la adicción).
Al igual que la Fundación Gates, la Chan-Zuckerberg Initiative desde el 2015, financia experiencias del sector educativo tras el objetivo de proyectar y promocionar el “el aprendizaje personalizado” en escuelas de los Estados Unidos (cadena de escuelas chárter Summit de California), y así potenciar la educación virtual. Este tipo de apoyo permitió experimentar la construcción del “modelo de educación individualizada”.
Esta experiencia de incorporación de tecnología digital -en alianza con el programa educativo Summit Learning- en la educación estuvo dirigida: uno, a la incorporación de la tecnología al proceso educativo y dos, el “aprendizaje personalizado”. El desarrollo de este experimento resultó en la capacidad de recopilar información de los estudiantes y poder convertir la información en “datos” que permitan la “generación de materiales educativos individualizados” para permitir identificar necesidades de aprendizaje y desarrollo de actitudes de los estudiantes.
Empero, estas acciones generaron preocupaciones como el “énfasis excesivo en una cultura de aprendizaje digital”, el total de tiempo frente a la pantalla y la falta de interacción con los docentes y compañeros. Otra preocupación era en relación con la recopilación y manejo de la información de los estudiantes. La plataforma que se creó para el desarrollo del experimento incorporó “proveedores de servicios” (Amazon Web Services, CZI, Clever, G Suite for Education y Microsoft Office 365) que tendrían acceso a la información generada.
El modelo Facebook de creación de valor como señala Fumagalli, Andrea y otros, es un “típico ejemplo de capitalismo de plataforma”, por su “forma central de extracción y acumulación”, produciendo una mayor privatización de la “producción colectiva de conocimientos”. Las plataformas educativas se transforman así en un instrumento para explotar la minería de datos.
Pensamiento Social (PESOC) está conformado por un grupo de profesionales de las Ciencias Sociales que, a través de sus aportes, buscan impulsar y satisfacer necesidades en el conocimiento de estas disciplinas.
Su propósito es presentar a la población temas de análisis sobre los principales problemas que la aquejan, y contribuir con las estrategias de programas de solución.