Este viernes 20 de diciembre se conmemoran los 35 años de la invasión de Estados Unidos a Panamá. Hasta la fecha se ignora el número exacto de víctimas,...
¡Soberanía sí! ¡Protectorado no!: Hacia una nueva política exterior
- 19/12/2021 00:00
- 19/12/2021 00:00
Mañana, 20 de diciembre de 2021, cumpliremos 32 años de haber sido invadidos, convertidos en un protectorado, y de no contar con política exterior ni soberanía, principio fundamental que entraña independencia política e integridad territorial, nada de lo cual tenemos hoy. Por ello, en vez de un Ministerio de Defensa, tenemos un Ministerio de Seguridad. Con tal motivo, ofrecemos respetuosamente nuestros criterios para salir de ese tremedal.
La Central Nacional de Trabajadores de Panamá (CNTP) nos invitó (17 de julio de 2021) a exponer nuestra visión de una nueva política exterior que compagine con la actual geopolítica mundial y el rol histórico que nuestro país demanda. Resumimos en 17 puntos los objetivos de nuestra propuesta:
1. Panamá debe tomar medidas de defensa nacional ante las amenazas de guerra entre potencias nucleares.
La no descartada guerra nuclear no excluye la posibilidad de una confrontación imprevista entre EE.UU., Rusia y China. EE.UU. emprende una guerra contra China para detener su desarrollo. Rusia y China mantienen una alianza militar defensiva. Panamá es parte del aparato militar de EE.UU. y es un objetivo estratégico en cualquier conflicto, en vista de que la vía acuática es parte de su defensa.
2. Panamá debe mantener una firme adhesión a la Carta de la ONU y al derecho internacional: rechazo de agresiones, intervenciones, sanciones unilaterales, robos, expropiaciones ilegales y conflictos, así como de toda expresión de colonialismo, neocolonialismo, opresión, racismo, sionismo, apartheid y servidumbre internacional, como ocurre contra Palestina.
EE.UU. intenta imponer “reglas para un nuevo orden” no basadas en derecho internacional ni aprobadas por consenso. Como ha dicho el canciller de la Federación Rusa, Sergei Lavrov, estas “reglas” son inadmisibles, y Panamá tampoco debe aceptarlas (Artículo 4 de la Constitución Nacional: “La República de Panamá acata las normas del derecho internacional”).
3. Panamá debe practicar una política exterior independiente y no alineada.
Aunque Panamá es formalmente miembro de los Países No Alineados, en realidad no cumple con sus postulados, ya que la invasión de 1989 nos redujo a la condición de un quasiprotectorado. Los protectorados tienen grados de autonomía, pero no independencia, primer requisito para contar con una política exterior. No participaremos en alianzas militares, pero sí debemos cumplir con nuestro rol de mediación, buenos oficios y conciliación. El territorio nacional no debe ser utilizado para instrumentar ataques contra terceros países.
4. Panamá debe contribuir a forjar un orden internacional multilateral y democrático, y rechazar todo centralismo, unilateralismo y hegemonismo.
5. Denuncia (desvinculación) del Tratado de Neutralidad y sus enmiendas por nulidad ante el derecho internacional y por violaciones por parte de EE.UU.
6. Declaratoria de Panamá, sus aguas territoriales y espacio aéreo como zona de paz desnuclearizada y neutral.
Esta propuesta la presenté como vicepresidente del Movimiento Continental de Unidad Latinoamericana en un Congreso Regional y en conferencia conjunta en 1981 con Adolfo Pérez Esquivel, Nobel de la Paz. Fue acogida en el Instituto de Estudios Económicos y Sociales del Tercer Mundo por el Presidente de México, Luis Echeverría Álvarez.
La República de Panamá no celebrará alianzas militares ni permitirá que se lleven a cabo maniobras militares extranjeras en su territorio. Se prohibirá el tránsito de armas nucleares por el Canal, sea mediante portaaviones, submarinos o destructores, así como de armas bioquímicas, desechos y basura tóxica.
7. Declaratoria de la neutralidad del Canal ante la ONU, basada en la soberanía de Panamá y no en convenios internacionales. La neutralidad de la vía acuática consiste en el libre tránsito tanto en tiempos de paz como de guerra, de las naves de todas las naciones, sin discriminación, obstaculización o entorpecimiento de su paso por el Canal. La Autoridad del Canal expedirá las reglas de navegación en tiempos de guerra, ahora inexistentes. No habrá tránsito expedito ni privilegiado.
La protección y defensa del Canal es responsabilidad exclusiva del soberano territorial. Panamá decidirá si solicitará apoyo internacional que no implique derechos de intervención, el cual estará estrictamente restringido en su propósito, modalidad y duración.
8. Eliminación de bases militares extranjeras, sitios de defensa y operaciones de avanzada (Forward Operating Locations) de EE.UU.
EE.UU. no mantiene bases militares en Panamá desde 2000, pero sí presencia militar y operaciones de avanzada (Fols) que, cuando sea necesario, se operativizarán automáticamente y serán trampolines para agresiones.
9. Reorganización de fuerzas armadas nacionales que no constituyan un ejército, pero que sean suficientes y limitadas para proteger y defender el territorio nacional de transgresiones, amenazas, agresiones y crimen internacional organizado.
Las fuerzas armadas y los panameños en general defenderán el territorio nacional bajo el Ministerio de la Defensa (inexistente hoy), tal como lo ordena la Constitución Nacional (Artículo 310). Los militares panameños no estarán nunca bajo el mando de militares extranjeros, tal como sucede actualmente con el Comando Sur, que nombra almirantes (Brasil y Colombia) y generales (siempre de EE.UU.) en las maniobras panamax, maniobras conjuntas y operaciones de avanzada (Forward Operating Locations -Fols).
10. Por ser contrarios al derecho internacional y la Constitución Nacional, se darán por terminados todos los tratados y acuerdos (convenios, canjes de notas, memoranda de entendimiento) suscritos con EE.UU. al calor de la invasión de 1989 y del régimen del protectorado, tales como los canjes de notas Arias-Hinton, 1991; Alemán Healy-Becker, 2001; Salas-Becker, 2002; Alemán Zubieta-Becker, 2002; Tratado Arias-Watt, 2003; Escalona-Bolton, 2004; Memorándum de entendimiento de David Malpass, agosto de 2018 ; Memorándum de entendimiento O'Brien-Alexander, agosto de 2020; la Croan, febrero de 2021, y decenas de acuerdos y “arreglos” secretos que pretenden otorgar derechos extraterritoriales por tierra, cielo y mar a 16 agencias federales de EE.UU., entre otros, Departamento de Defensa, Servicio de Guardacostas de EE.UU. y Departamento de Estado. Estos “acuerdos” son secretos y, por ende, nulos.
11. Panamá renunciará a la OEA (Junta Interamericana de Defensa), a acuerdos interamericanos de seguridad, se incorporará a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y ofrecerá ser su sede.
12. Relaciones de amistad con todos los países al margen de su ideología o sistema social, económico o político (Resolución AG 2623-ONU, sobre principios de derecho internacional concernientes a las relaciones de amistad entre los pueblos).
13. Apego a, y cumplimiento de los derechos humanos, siempre que no implique violaciones del derecho internacional.
Las llamadas “intervenciones humanitarias” (Irak, Yugoslavia, Libia, Afganistán, Siria, Cuba, Haití, Venezuela) solo encubren violaciones a sus soberanías.
14. Procurar la instalación en Panamá de las sedes regionales de la Corte Internacional de Justicia y de la Corte Penal Internacional, ambas asentadas en la ciudad de La Haya, Holanda, lo que nos dará responsabilidad y respetabilidad internacional como país.
15. Monitorear las rutas alternas (canales secos y acuáticos) al Canal de Panamá: Istmo de Tehuantepec, México; Nicaragua (lago); Canal seco en Costa Rica; Puertos de Colombia; Corredor Sudamericano Uruguay-Bolivia-Perú, con el fin de mantener la competitividad de nuestra vía acuática.
16. Prohibición de la minería metálica a cielo abierto.
17. Organizar un Movimiento Nacional Unificado que enarbole esta propuesta.
El autor es analista internacional, exasesor personal de Política Exterior del canciller Juan Antonio Tack; exagente de Panamá ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya; presidente honorario y presidente encargado del Centro de Estudios Estratégicos Asiáticos de Panamá - Ceeap.
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