La sindemia que vive Panamá en medio de la covid-19

Actualizado
  • 28/06/2020 00:00
Creado
  • 28/06/2020 00:00
Las enfermedades crónicas que ya había, como la obesidad, diabetes, hipertensión, cáncer. De acuerdo con el censo de salud preventiva, el 45% de la población censada padece de obesidad, 38,5% de dislipemia, 35,9% de hipertensión arterial y 14% de diabetes mellitus
Las enfermedades crónicas y altos índices de pobreza multidimensional complican la crisis por la pandemia.

El decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Panamá y miembro del recién creado Consejo Consultivo de Salud, Enrique Mendoza, aseguró que Panamá no solamente enfrenta la pandemia del nuevo coronavirus (la covid-19), sino que enfrenta una sindemia, es decir, cuando hay dos o más pandemias o epidemias juntas en un mismo país o región.

Panamá enfrenta una sindemia por las enfermedades crónicas que ya había, como la obesidad, la diabetes, la hipertensión, el cáncer. Y son precisamente esas patologías las que pueden agravar la covid-19.

De acuerdo con el censo de salud preventiva realizado por el Ministerio de Salud y la Caja de Seguro Social, entre 2015 y 2018, se atendieron 1,4 millones de personas mayores de 40 años que presentaron las siguientes condiciones de salud: 45% de la población censada padece de obesidad, 38,5% de dislipemia (alteración de los niveles de colesterol), 35,9% de hipertensión arterial y 14% de diabetes mellitus.

En entrevista a La Estrella de Panamá, Miguel Mayo, exministro de Salud, recuerda que más de la mitad de los hipertensos y diabéticos diagnosticados en dicho censo no conocían que sufrían de esta enfermedad, lo que posibilita ahora darles tratamiento y evitarles lesiones por estas enfermedades.

Aunque desde 2015 se iniciaron programas de prevención (educando a la población), esta debe comprender que la prevención es de cada uno, especifica el médico. Mayo puntualiza que las enfermedades no transmisibles “se encuentran en grupos de personas que además son impactadas por la pobreza (desde el punto de vista multidimensional), lo que los hace aún más vulnerables. Por eso se habla de sindemia donde concurren epidemias, en este caso, no transmisibles, pobreza multidimensional y el nuevo coronavirus”.

En 2017 se registraron 19,482 defunciones en el país, resaltando entre las principales causas los tumores malignos (15,7%), observándose una tasa de muerte de 74,7 por cada 100 mil habitantes.

Este factor es seguido por las enfermedades cerebrovasculares (8,6%) y las enfermedades isquémicas del corazón (8,3), entre otras, como enfermedades del corazón, diabetes, hipertensión, respiratorias y por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH).

No todos los sectores de la población cuentan con los recursos para combartir la pandemia.
La agresividad del virus

El Índice de Pobreza Multidimensional permite identificar la cantidad de personas que se encuentran en esta condición. Los resultados para el año 2017 indicaron que el porcentaje de personas en condición de pobreza multidimensional se ubicó en 19,1%, lo que representó en términos absolutos 777,752 personas. En cuanto a hogares, se encontraron en condición de pobreza multidimensional el 12,2%, lo equivalente a 138,410 hogares.

Una comarca indígena y dos provincias concentran el 53,7% de las personas en pobreza multidimensional (417,851 personas); estas son la comarca Ngäbe Buglé (24,6% o 191,634) y las provincias de Panamá (17,1% o 133,237) y Panamá Oeste (12% o 92,980).

Las dos últimas provincias son el epicentro de la pandemia en Panamá. Francisco Sánchez Cárdenas, doctor y miembro del consejo consultivo, asegura que pandemia es enfermedad, defunciones. “Las cifras nos están diciendo que el virus se metió en lugares donde hay hacinamiento social, necesidad social, precariedad. Hay que hacer lo posible por sacar el virus de esos lugares”, sostiene Sánchez Cárdenas.

“A las dos pandemias –la producida por el virus y la pandemia de enfermedades crónicas– se suma la pandemia de desigualdad socioeconómica. Evidentemente el virus está golpeando aquellos sectores que tienen menos posibilidad de resistir los desafíos que el virus origina”, puntualizó Mendoza, decano de la Facultad de Medicina de la UP.

Tocumen, Arraiján, Pacora, 24 de Diciembre, Belisario Porras, Vista Alegre, Belisario Frías, Pedregal, Juan Díaz y EL Chorrillo son los corregimientos con más casos positivos de la covid-19. Todos son de las provincias de Panamá y Panamá Oeste. El corregimiento de San Francisco fue el corregimiento del país con más casos de covid-19; se estabilizó en abril, a poco más de un mes del primer caso, y en ese momento el virus empezó a moverse a las periferias de la ciudad de Panamá.

Información del Minsa detalla que el primer factor de muerte por la covid-19 es la edad, el segundo factor los problemas cardiovasculares, y el tercero, las enfermedades metabólicas.

Jorge Luis Prosperi Ramírez, médico y, exrepresentante de la OMS, en artículo de opinión publicado en La Estrella de Panamá, titulado “ENT y covid-19: dúo mortal”, sostiene que las enfermedades del sistema circulatorio, en especial la hipertensión arterial, junto con la diabetes mellitus, la obesidad y el tabaquismo, son hasta ahora las principales enfermedades concomitantes y factores de riesgo presentes en la mayoría de los fallecidos por la covid-19.

“También se consigna la edad, pero sospecho que muchas de las personas en las que se reporta la edad como único factor de riesgo, sufrían de alguna enfermedad concomitante, y probablemente no lo sabían, porque nuestro modelo de atención está centrado en detectar enfermos y, por ende, identifica como tales a aquellos que acuden a los establecimientos en busca de atención porque se sienten enfermos. No hacemos lo suficiente por detectar factores de riesgo, prevenir enfermedades crónicas y promover estilos de vida saludables”, puntualizó el médico en el artículo de opinión.

El Banco Mundial, con información actualizada en abril, destaca que Panamá ha logrado un progreso significativo en la reducción de la pobreza en los últimos años, en parte debido al crecimiento económico y a las transferencias públicas.

Entre 2015 y 2018, si utilizamos la línea de pobreza de US$5.5 al día, resultaría en una disminución de pobreza del 15,4% a un 12,5%, mientras que la pobreza extrema, fijada en US$3.2 diarios, declinó de 6,7% a un estimado de 5,1%, explica el Banco Mundial Pero la pobreza solo disminuyó marginalmente en 2019 y se espera que aumente en 2020 como resultado del brote de la covid-19, afectando los avances logrados.

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