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Wei Qiang: 'El desarrollo chino no es una amenaza ni atenta contra los intereses de nadie'
- 25/02/2023 01:26
- 25/02/2023 01:26
En una entrevista con La Estrella de Panamá, el embajador de la República Popular de China en Panamá, Wei Qiang conversó sobre las relaciones bilaterales y de cooperación de amistad entre ambos países, mismas que él calificó de “ganar-ganar”. Qiang también se refirió a su expansión en América Latina y el Caribe, sectores de interés, oportunidades de inversión extranjera y comercial en la región y el rol de Panamá. “Lo que busca China en América Latina es colaborar y cooperar con esta región importante en vías de desarrollo'. Qiang también habló sobre la relación de la República Popular China con Estados Unidos, países que en los últimos días han sido noticias por el derribo del supuesto globo espía por parte de Estados Unidos.
“El incidente del dirigible chino ha sido un evento totalmente fortuito. Esperamos que ambas partes puedan gestionar y controlar adecuadamente las diferencias y evitar malentendidos y juicios erróneos que amenacen con socavar aún más la confianza mutua”, afirmó Qiang.
Han sido cinco años de muchos éxitos, de avances visibles, estables, en todos los ámbitos, y en particular, en el ámbito económico comercial, ha sido un periodo de grandes avances (...). Esta cooperación de mutuo beneficio está fundamentada, está cimentada, yo diría -una de las características principales - sobre el alto grado de complementariedad económica entre los dos países, siendo China la segunda economía más grande del mundo, el primer proveedor de mercancías a la Zona Libre de Colón y el segundo usuario más importante del Canal de Panamá desde hace muchos, y a nivel global China es el primer exportador de bienes en el mundo. Por el lado de Panamá, pues obviamente es el hub de casi todo, en los ámbitos financiero, marítimo, transporte aéreo, de distribución comercial, de la logística, etc. Por algo se le dice a Panamá puente del mundo corazón del universo. Entonces, existe obviamente una relación económica-comercial bilateral y lo que caracteriza más a Panamá es su posición de hub desde el punto de la logística. Esta cooperación China-Panamá no solamente se extiende al mercado panameño que es relativamente pequeño, un país de 4 millones de habitantes. Desde Panamá se puede extender -tomando al país como cabecera de puente- al resto de la región de Latinoamerica y del Caribe, esto desde el punto de vista de macrovisión, de la perspectiva de la cooperación y las posibilidades. Pero en temas más puntuales, más específicos, en temas del comercio, han sido cinco años de mucho éxito, a pesar de que las negociaciones del Tratado de Libre Comercio se encuentran en este momento en pausa. No obstante, gracias a este esfuerzo mancomunado entre ambos gobiernos, de suscribir una serie de acuerdo de cooperación en materia de inspección sanitaria y fitosanitaria, las exportaciones de productos agropecuarios sobre todo de alta calidad de Panamá hacia China, han aumentado sustancialmente en los últimos cinco años, en el caso por ejemplo de: carne de res, frutas como piña, naranja, producto como el café geisha, que desde hace varios años exporta al mercado chino. Y conforme se vayan implementando los acuerdos de cooperación en materia sanitaria y fitosanitarios de una serie de productos acuático se espera que las exportaciones de estos productos agropecuarios panameños puedan ir aumentando también más.
En cuanto a la cooperación empresarial, un gran número de empresas chinas operan en Panamá, algunas de ellas de alta tecnología, construcción, marítimo y financiero. En fin el número de empresas chinas que operan en Panamá asciende a más o menos 40 y la mitad de ellas se han acogido a la ley (del régimen) EMMA para establecer centros regionales (en Panamá). Los avances son muy notables en las esferas de nuestra relación en materia económica y comercial. Estoy convencido de que hay un gran interés del gobierno de Panamá atraer más inversiones directas y productivas, inversión real, de empresas extranjeras al territorio panameño. Hasta donde tengo conocimiento muchas empresas chinas están interesadas. Ayer (este viernes 3 de febrero) me reuní con un grupo empresarial muy importante de China dedicado a la farmacia y a la manufacturación de maquinarias que está explorando establecer su proyecto de inversión real en Panamá. Este grupo ya tiene establecido en el país una empresa que produce maquinaria y ahora también está explorando producción farmacéutica. Veo buenas perspectivas en los términos de inversión, de más cooperación de operaciones empresariales de China en Panamá, que aprovechan reitero las grandes ventajas panameñas y las complementarias.
En términos de la cooperación económica, sectores ya tradicionales, de muy intensa cooperación entre China y América Latina, sobre todo en Sudamérica, son: energía, minería y recursos naturales. En esos campos a lo largo de los últimos 20 o 30 años ha habido una intensa cooperación; y, por supuesto, el comercio. China en los últimos 40 y tantos de años se ha convertido en la fábrica, en el mayor exportador de bienes. Por eso entre América Latina y China hay esa cooperación comercial es muy interesante. A tal punto de que China hoy día reporta al año más de $300 mil millones de comercio bilateral (con América Latina). China es -yo diría- el primer socio comercial de la mayoría de los países latinoamericanos (…)
Fundamentalmente lo que busca China en América Latina, a través del llamado aumento de la presencia china (en la región), es colaborar, es cooperar con esta región importante en vías de desarrollo, al igual que China, en búsqueda de un desarrollo común, de una prosperidad común, de una prosperidad compartida. (…) Este concepto de la cooperación internacional, en beneficio mutuo no solo se dirige a los países más desarrollados que China sino también al amplio mundo de países en vía de desarrollo, porque sentimos que solo un buen desarrollo probado acerca a la prosperidad sostenible y el mismo se aplica a la economía china. En ese sentido, China le prestado mucha importancia a su cooperación con los países hermanos, en vías de desarrollo, bajo el mismo concepto de cooperación y visión estratégica, siempre con pie de igualdad, de mutuo respeto y transparencia; buscando terrenos comunes y tratando de acomodar lo más que se pueda a los intereses mutuos en búsqueda siempre del desarrollo compartido.
Es uno de los pilares principales de la relaciones, de esos lazos de amistad, de cooperación que China desea. Está muy interesada en continuar trabajando en conjunto, en equipo, en asociación con Panamá, primero por la confianza política. Si bien son dos países enlazados, unidos por vínculos de dos naciones, de pueblo a pueblo, de muy vieja data, -los chinos-panameños, paisanos ya tienen una historia de 170 años, de vida y de contribución al desarrollo socio-cultural panameño- sin embargo, a nivel oficial, por el problema de Taiwán, por cerca de 70 años impidió que China y Panamá, -dos países en vía de desarrollo, que no tenían ninguna razón -, establecieran relaciones diplomáticas por largo tiempo. Situación que cambió, gracias la histórica decisión correcta, valerosa, del gobierno del presidente Juan Carlos Varela en 2017, estableciendo relaciones diplomáticas con la República Popular China sobre la base del principio de una sola China. La República Popular China tiene relaciones diplomáticas con 180 países, de los 190 de las Naciones Unidas. Solo queda uno que no ha reconocido ese principio. En fin, a nivel oficial, intergubernamental , interestatal, tenemos una historia de relación bilateral todavía corta, entonces, falta quizás -a raíz de que todavía no nos conocemos muy bien - interacción política, diplomática entre las partes. Para China y creo que coincidimos con Panamá en eso, es importante trabajar a través de la comunicación permanente, comunicación política, económica, cooperación, consultas bilaterales (...) e ir conociéndonos mejor, sobre todo, muy importante, a través de los contactos de alto nivel entre ambas partes, tales como las visitas de Estado. Y a través de estos contactos, de estas consulta, de esta permanente comunicación se ha venido fortaleciendo la confianza bilateral. El segundo pilar es la cooperación tanto a través de los negocios, de las empresas, del comercio, las inversiones, el gobierno, de acuerdos (…) para allanar el camino de las empresas del sector privado de ambos países; en tercer lugar está el área cultural, de intercambio cultural y educativo, que es de mucho interés y de mucha importancia para las partes chinas. La embajada China en Panamá, además de la sección política, económica y comercial también tiene un personal especializado en la sección cultural y educativa, y hemos suscrito con Panamá acuerdos de cooperación para ese intercambio (...) Un cuarto punto es la cooperación para mejorar, elevar, fortalecer el nivel de nuestra consulta de representación en temas internacionales porque hoy en día los términos geopolíticos no son los más tranquilos. Hay mucha incertidumbre, hay corrientes anti-globalización, hay intentos de destruir, romper las ya formadas cadenas de valores, cadenas de producción, cadenas industriales. Estos intentos se derivan quizás de una paranoia anti-china, por la cual se ve al desarrollo chino como una amenaza, cálculos estratégicos equivocados respecto a la perspectiva, a la intensión de China, y eso en fin de cuentas se debe a una obsesión por mantener una posición hegemonista, de doctrina de dominio del mundo que hace a unas fuerzas políticas ver con ojos sospechosos el desarrollo, el emerger un país del tamaño como lo es China. Pero la realidad es que el desarrollo chino no es una amenaza ni tampoco atenta contra los intereses de nadie. Aquí en Panamá lo percibo, cuando llegué (a la embajada) inmediatamente lo percibí. Me preguntaban y, ¿China y Estados Unidos?, y sonaba como si la presencia china en Panamá significara una contradicción un conflicto, o naturalmente un conflicto en contra de los intereses de Estados Unidos, cuya relación con Panamá es muy importante, y eso lo entendemos. La actitud frente a esta paranoia, estos preceptos para nosotros son equivocados, nuestra actitud es que ¡China no! Este esfuerzo gigantesco del pueblo chino de mejorar, desarrollarse, de lograr los más altos niveles de desarrollo no tienen otro objetivo que mejorar la calidad de vida de los chinos y por supuesto, dada la magnitud de China, las proporciones del país, un desarrollo chino incide en el desarrollo global. Hoy en día el volumen de la economía china significa casi el 30% de la economía global, un posición muy importante. Si las cosas le van bien en China casi significa lo mismo en todo el planeta, a toda la comunidad internacional. Para China la prioridad es el desarrollo, es mejorar la condiciones de vida de la gente.
China ve con beneplácito que haya buena relación en cooperación entre Estados Unidos y América Latina. China sabe que Estados Unidos es un gran país, es la única superpotencia, y en lo que se refiere a su relación (...) admitimos, es un hecho de que se trata de una relación de larga historia, de mucha importancia para las partes, y vemos con buenos ojos que entre Estados Unidos y los países latinoamericanos y del Caribe existan unos lazos mutuamente respetuosos y mutuamente beneficiosos y que sobre todo puedan resultar un factor positivo para el desarrollo sostenible. Quizás en eso somos algo diferente a la actitud desde hace varios años de Estados Unidos de ver a la presencia China como sospechosa, como una amenaza para sus intereses. Nosotros estamos viendo a América Latina y a Panamá solamente para cooperar con los países en cuestión, sin la menor intensión, y tampoco con el poder y la capacidad de molestar, hacer la vida más difícil, hacer daño a los intereses de ningún otro país.
Siendo un país responsable, China siempre observa estrictamente el derecho internacional y no tiene intención de violar el territorio o el espacio aéreo de ningún Estado soberano. Después de enterarse del suceso, la parte china ha explicado reiteradamente que ese dirigible no tripulado chino, de uso civil para investigaciones meteorológicas, se desvió de su trayectoria normal y terminó por ingresar en el espacio aéreo de los Estados Unidos afectado por los vientos del oeste y con una capacidad limitada de automanejo. La parte china lamenta el ingreso accidental de la aeronave en el espacio aéreo de Estados Unidos debido a una fuerza mayor y se ha mantenido en comunicación con la parte estadounidense de manera responsable para buscar una solución calmada, profesional y no armada de este incidente. Sin embargo, Estados Unidos insistió en usar la fuerza, haciendo caso omiso de las repetidas explicaciones de China. Fue una reacción francamente desproporcionada a la que China se opone categóricamente.
Con respecto a las relaciones chino-estadounidenses, China siempre ha tratado de desarrollar sus relaciones con Estados Unidos de acuerdo con los tres principios de respeto mutuo, coexistencia pacífica y cooperación en beneficio mutuo, formulados por el Presidente Xi Jinping, al mismo tiempo que defiende firmemente su propia soberanía, seguridad e intereses de desarrollo. El incidente del dirigible chino ha sido un evento totalmente fortuito. Esperamos que ambas partes puedan gestionar y controlar adecuadamente las diferencias y evitar malentendidos y juicios erróneos que amenacen con socavar aún más la confianza mutua.