La reunión de este miércoles 13 de noviembre en la Casa Blanca entre el presidente saliente de Estados Unidos, Joe Biden, y el mandatario electo, Donald...
- 28/06/2024 00:00
- 27/06/2024 19:57
El mundo está en guerra y no queremos aceptar las consecuencias y necesidades de esta realidad. La política exterior de nuestros gobiernos, que anteriormente, para bien o para mal, era controlada por las élites, se ha convertido en un accesorio de campaña electoral de la pervertida política de nuestros derruidos patios. La revolución ya comenzó y las calles están teñidas de sangre. Pero, como bien dijo Charles Baudelaire, “el mayor truco del diablo fue hacernos creer que no existe”, así mismo su maldad no está siendo televisada.
Una de cada 6 personas en el mundo vive en un área en donde existe un conflicto armado activo. Desde el 2020, los conflictos armados se han incrementado un 40% a nivel mundial. Oficialmente, en el 2023, más de 167 mil personas murieron en combates armados. Esas son las cifras oficiales, sin contar las víctimas colaterales. Actualmente, 92 países mantienen soldados en conflictos fuera de sus fronteras. Mas de 110 millones de personas a nivel mundial han sido desplazadas de sus hogares debido a un conflicto armado. Y más de 12 países actualmente hospedan por encima de medio millón de refugiados. La guerra en Sudán, para los que mantienen algún conocimiento o interés, lleva más de 15 mil muertos en un año. En Myanmar, son 50 mil desde el 2021. La guerra en Etiopía, que comenzó en el 2020, ya lleva 600 mil muertos. En Siria. fueron 4 mil los muertos en la guerra durante el 2023, pero son ya más de 500 mil desde el 2011. Similarmente, en Yemen fueron cerca de mil los que murieron en la guerra durante el 2023, pero más de 350 mil desde el 2015. Desde el 2020, ha habido golpes de estado en Mali, Chad, Níger, Burkina Faso, Guinea, Gabón, Gambia y Sierra Leon. Y no hemos mencionado las cifras de las guerras en Gaza y Ucrania. Los conflictos armados parecen ser el orden mundial, y no hay manera de separar nuestra existencia de ellos. Y para esa incongruencia, Baudelaire también escribió que es “el Diablo quien mueve los hilos que nos hacen bailar; nos deleitamos en las cosas más repugnantes; cada nuevo día trae algo de avance hacia el Infierno, y sin embargo no sentimos ningún horror por ese avance”.
La falta de conocimiento sobre estos conflictos, y nuestra indiferencia ante las atrocidades que ocurren a diario en nuestro entorno inmediato es alarmante. Pero de igual manera es alarmante como la política internacional se ha convertido en el nuevo espejito de los políticos para burlarse de la ignorancia de los votantes. El caso más evidente se vio en los campus universitarios de EE.UU. esta primavera. Las pócimas ideológicas perversas y absurdas de los políticos nacionales en EE.UU. movilizaron a miles de estudiantes de las más prestigiosas universidades del mundo en favor de una causa terrorista. Miles de ciudadanos americanos fueron movilizados sin temor a ser arrestados, sin importar la ley y el orden, sin importar la propiedad privada y el bien común, a favor de una causa extranjera. Los más de 100 mil muertos al año por fentanilo en el país norteamericano no mueven a las masas, los más de 7 millones de inmigrantes ilegales tampoco. Pero esta absurdidad ocurrió en todo el mundo occidental. El gobierno colombiano de Gustavo Petro rompió relaciones con Israel, mientras las FARC y el ELN se fortalecen nuevamente. El régimen venezolano juega con la idea de invadir a Guyana. El presidente argentino anda de tarima en tarima internacional, cantando cual estrella de rock. En México, el narcotráfico asesinó a 36 candidatos y a tres candidatos electos, pero la gente está es celebrando la continuidad de MORENA en el Poder, sin darse cuenta que es simplemente el PRI vestido de socialista y casado con los carteles, en vez de los americanos.
Y es que, por alguna razón, seguimos pretendiendo que vivimos en democracia. En países como EE.UU. o la mayoría de la Unión Europea, si bien es verdad que no existe una tiranía de un partido...es una tiranía de dos partidos o bancadas, en donde los intereses de las personas no están siendo representados. La mercadotecnia destruyó al votante y el político ya no representa a personas sino a consumidores. Una analogía a considerar es la siguiente: la República Romana murió con Julio Cesar en el año 27 BC, pero el espectáculo y la falsedad política de la República se mantuvo hasta 1453. En Roma, hubo un Senado y la apariencia de una República hasta la caída de Constantinopla. En muchas supuestas democracias de Occidente la libertad y el individualismo murió hace años. Algo tan sencillo como equilibrar las finanzas del estado, que es simple cuestión de eliminar gastos innecesarios para el futuro bienestar del país...es imposible lograrlo, porque estamos siendo dominados y no gobernados.
Nuestro entorno inmediato está en las Américas. Un continente en donde 80% de Haiti está controlado por pandillas, y el primer ministro fue depuesto por un asesino común apodado Barbecue, por quemar a sus víctimas vivas. En Caracas, los venezolanos transitan por la capital anuentes de que en un edificio (el Helicoide), están a diario torturando a personas. En Panamá ya nadie se pregunta dónde está la maquina pinchadura, ni donde está Vernon Ramos. De acuerdo con la inteligencia de EE.UU., los carteles controlan un tercio de México, pero eso no nos frena de vacacionar en Tulum. Porciones de similares magnitudes son controladas por el narcotráfico en Ecuador y Colombia. En Bolivia hubo un golpe o autogolpe esta semana y Perú lleva 4 presidentes en 4 años. En la mayoría de nuestros países pagarle a un gestor por un trámite público es ya la norma informal. Cada ejemplo nos trae más cerca al Infierno de la tiranía absoluta o la anarquía total, y, sin embargo, no sentimos ningún horror.
Pero no todo el mundo se está doblegando. Simplemente la revolución no está siendo televisada. Los presos políticos de Maduro son testimonio del coraje del hombre libre. La bancada de independientes en Panamá son la punta de lanza de la esperanza en el istmo. La persecución política que vivimos es evidencia de resistencia. Leonardo Da Vinci dijo “es más fácil resistir al principio que al final”. Y debemos entender que estamos a las puertas del infierno...esto es solo el comienzo. La revolución no está siendo televisada. No estás en la retaguardia, tú mismo eres la primera línea de defensa al individualismo y la libertad. Vivamos nuestra libertad, regalo de Dios, con coraje y sin abandono a la esperanza y recordemos que va a ser más fácil resistir hoy que en 5 o en 10 años. Sino pregúntenle a un venezolano de los 7 millones que emigraron. A un ecuatoriano. Pregúntenles a los cubanos que siguen llegando a la Florida en balsas en pleno 2024. A los más de 90 mil chinos que cruzaron el Darién. No por gusto la gente abandona todo por una mejor vida. Durante la guerra de independencia de EE.UU., John Adams dijo “debo estudiar guerra y política para que algún día mis hijos puedan estudiar matemáticas y filosofía”. Pues hoy en día la batalla está en lo que compartimos y no compartimos en redes. Lo que permitimos de nuestros líderes y permitimos en nuestro entorno. Y debemos educarnos en materia de libertad, ¡debemos pensar! No seamos espectadores del show del diablo que con trucos nos hace creer que la magia de la burocracia corrupta o el juega vivo es un poder irremediable