Rusia responsabiliza a EE. UU. de la guerra en Ucrania

Un año después del inicio de la operación militar, la misión diplomática de Rusia en Panamá aseguró que en los campos de batalla, su país no sólo está luchando por sí misma, sino también por todos los países que comparten su visión de un mundo multipolar de carácter justo, equitativo y democrático, donde cada Estado tenga derecho a gozar plenamente de su soberanía y determinar libremente su propia vía de desarrollo.

Las palabras son parte de un comunicado oficial de la diplomacia rusa tras una entrevista que concediera el vicecanciller ucraniano, Andriy Melnyk a La Estrella de Panamá, en la que solicitó apoyo al gobierno panameño en calidad de mediador para buscar una salida al conflicto armado.

La diplomacia rusa responsabiliza a los Estados Unidos y sus aliados de desencadenar el conflicto armado usando como argumento revelaciones de líderes de Occidente (en particular, Angela Merkel, François Hollande y Boris Johnson), que siempre habían considerado los esfuerzos diplomáticos como un “espectáculo” cuyo único objetivo era ganar tiempo para consolidar las capacidades militares de sus títeres en Kiev.

Y, aseguran que mientras que ellos (Rusia) llamaban al cumplimiento estricto de los Acuerdos de Minsk (aprobados por el Consejo de Seguridad de la ONU), impulsaban las negociaciones en el formato de Normandía y buscaba sinceramente la paz, los países de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) rodeaban sus fronteras con bases militares y laboratorios biológicos y encubrieron las atrocidades cometidas por los ucranianos, lo que costó la vida a más de 14,000 personas en la región rusohablante de Donbás.

De esa manera, establece la misión diplomática, las élites occidentales los engañaron y no solo a ellos sino también al mundo entero colocando al borde de una confrontación armada directa entre potencias nucleares.

“Nuestros detractores liderados por Washington profesan un enfoque marcadamente distinto que supone, aunque sea bajo el disfraz de un cierto orden mundial basado en reglas, la preservación de su dominio neocolonial en el planeta, atentando contra los principios de la igualdad, la paridad y la seguridad indivisible”, establece la comunicación oficial.

En el documento, la misión diplomática señaló que las intenciones de sus oponentes no están precisamente dirigidas a la búsqueda de una solución pacífica al conflicto.

Para sustentar sus palabras, señalan una serie de antecedentes, negociaciones que han fracasado para acabar con la guerra.

En marzo de 2022, con el visto bueno de Occidente, Ucrania rechazó el único formato de negociación prometedor que se estaba desarrollando en Estambul. Mientras que el 30 de septiembre de 2022 Vladímir Zelenski firmó un decreto que prohibió cualquier diálogo con los actuales dirigentes rusos.

Por último, recordaron los multimillonarios suministros de armas ofensivas y sanciones económicas unilaterales que estarían dirigidas a causar “la derrota estratégica” de Rusia y “hacer sufrir” a su población, los objetivos muy nobles y humanísticos.

La comunicación también hace referencia a la denominada “fórmula de paz”, que fue aprobada por la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU). “Es un proyecto peligroso y solo sirve para promover la agenda anti rusa y está totalmente desconectado de la realidad”, establece el documento.

En la opinión de la diplomacia rusa, la iniciativa pretende revertir la autodeterminación legítima de Crimea y las cuatro provincias que se reunieron con Rusia a raíz de los referendos en septiembre de 2022. Y, así mismo obliga a los dirigentes rusos a responder ante la justicia (bajo acusaciones falsas) y expropiar los fondos ilegalmente congelados de l país. Y, añaden que su país nunca recibió una invitación para colaborar en la preparación de este proyecto a pesar de que sus intereses estaban directamente afectados.

La diplomacia manifestó que EE UU y sus aliados han invertido más en la guerra que en ayuda a los pobres.

Desde el inicio hasta la fase actual de la crisis, EE.UU. y sus aliados han gastado más de $150 mil millones para financiar la guerra. Al mismo tiempo, según los datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), en 2020-2021, las potencias del G7 solo asignaron $60 mil millones en ayuda financiera para los Estados más pobres del mundo. Y, habitualmente, dicha asistencia está condicionada a una serie de requisitos muy estrictos relacionados con la democracia, los derechos humanos, la lucha contra la corrupción y la transparencia fiscal.

Pero, según la misión diplomática, los sacrificios socioeconómicos que las potencias occidentales imponen a la comunidad internacional no les ayudará a alcanzar los objetivos anti rusos. Porque pese a las restricciones económicas, la economía y el sistema financiero ruso no se derrumbaron: el PIB de Rusia solo bajó un 2,1% en 2022. Aunque, Occidente pronosticaba que perdería entre un 20-25%.

Además, aseguran que a pesar de los numerosos intentos de aislamiento, el sector empresarial ruso ha encontrado vías alternativas de exportación e importación y reforzó los lazos con socios en el mundo entero.

“El pueblo ruso está convencido, hoy más que nunca, de que al fin y al cabo saldrá victorioso de esta guerra híbrida total. La verdad histórica está con nosotros”, concluye la comunicación.