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- 07/01/2022 00:00
- 07/01/2022 00:00
La rupia india entra con fragilidades en el 2022, ya que tras casi cuatro años ininterrumpidos de depreciación la moneda de la sexta economía más grande del mundo está en uno de sus peores momentos, arrastrada por el deterioro de sus indicadores y la fuga de los fondos extranjeros en el mercado que empieza a ver con cautela la situación del país.
Desde que un dólar equivaliese a 63,85 rupias el 1 de enero de 2018, la moneda india no dejó de devaluarse hasta este jueves, cuando son necesarias 74,44 rupias para igualar una unidad de la moneda estadounidense, lo que supone una reducción de más del 16,5 % en su valor.
Esto la acerca al mínimo histórico de 76,9 alcanzado en abril del año pasado.
Ampliando la perspectiva, esta depreciación ha sido generalizada en la última década, que ha presenciado cómo la divisa se devaluaba un 64 % desde enero de 2011, cuando un dólar se intercambiaba por 45,40 rupias.
Así las cosas, con las actividades comerciales seriamente perturbadas por las restricciones de la pandemia, y las políticas acomodaticias del Banco de la Reserva de la India (RBI, en inglés), el atractivo de la rupia de disuelve.
De acuerdo con el economista indio Santosh Mehrotra existen distintas razones que explican la pérdida de valor de la rupia en los últimos años, y una de ellas es el aumento de los precios de las importaciones indias, y en especial el del crudo.
"Los precios del petróleo han ido en aumento (...) la demanda de petróleo de la India ha crecido y por lo tanto su demanda de dólares se ha incrementado", provocando una devaluación de la rupia, explicó a Efe Mehrotra.
Otro de los argumentos que expuso el experto para justificar la caída de la moneda fueron las bajas tasas de interés del país asiático, que se encuentran actualmente en "niveles mínimos históricos", y "no resultan atractivas" para los inversores extranjeros.
Y es que unas tasas de interés inferiores ofrecen un retorno menor para los extranjeros, por lo que estos reducen su demanda de moneda india en el mercado de divisas, y propician una pérdida de su valor.
Mehrotra culpa de ello al Banco de la Reserva de la India, en especial por el enfoque "extremadamente acomodaticio" que adoptó para recuperar la economía tras la covid, confiando en exceso en los estímulos monetarios, en lugar de en las políticas fiscales.
Desde el comienzo de la pandemia, el RBI ha ido rebajando la tasa del tipo desde un 6,5 % hasta un 4 %, mínimo histórico, para apoyar el crecimiento de forma duradera, y mitigar el impacto de la covid-19 en la economía.
Pero para Mehrotra lo necesario es "un estímulo de la política fiscal, poniendo dinero en manos de la gente", precisó.
Además, el experto también lamentó que la incertidumbre generada por el coronavirus ha provocado "la vuelta de los dólares a Estados Unidos, en busca de seguridad financiera", reduciendo también la demanda de rupias en el extranjero.
Estos factores se traducen en un aumento de los precios de los productos importados además de en un incremento de la demanda doméstica, favoreciendo la alta inflación que en los últimos años ha caracterizado al país asiático, y deteriorando cada vez más la vida de la sociedad.
"Los ciudadanos han sido tan golpeados por el Gobierno en los últimos años, que para la gran mayoría de nuestra población se está convirtiendo cada vez más en una cuestión de supervivencia", explicó el analista.
Esto mismo, destacó Mehrotra, es lo que ya ha sucedido recientemente con productos básicos, como los de alimentación, cuya precio subió un 31 % entre julio de 2020 y julio de 2021 según el RBI, o el combustible, al que el Gobierno cargó con más impuestos.
"Todo lo que sugiero apunta en la dirección de que la rupia va a continuar depreciándose", concluyó el economista, quien duda "que la inflación vaya a controlarse pronto".
La devaluación de la rupia, no obstante, tiene una cara positiva, al favorecer a la India en el valor de las exportaciones, ofreciendo mejor impulso a la recuperación que supone la reapertura de su economía.
Así lo aseguró Anil Bhansali, supervisor de la consultora de tesorería y cambio de divisas Finrex, con sede en Bombay, que agregó que la situación de esa balanza empeoró mucho en el último año, llegando a alcanzar los 22.000 millones de dólares de déficit en diciembre, récord histórico en dicho mes.
"Hace un año aproximadamente, ese déficit comercial era de entre 9.000 y 13.000 millones de dólares", precisó el economista.
Pero Bhansali destacó que la depreciación de la rupia no basta para solventar este problema, sino que también es necesario "aumentar la manufactura en el país e incrementar la calidad de las exportaciones".
"Deberíamos haber aumentado nuestra capacidad de fabricación mucho antes, pero no pudimos hacerlo y permitimos que los países del este de Asia y China exportaran mucho más", lamentó.
Por: Hugo Barcia