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- 11/04/2022 07:39
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La reconciliación entre dos países vecinos después de un año de crisis diplomática, tuvo a las provincias del sur de Marruecos, en el Sahara, como telón de fondo.
La visita de 16 horas que realizó el jueves último a Marruecos, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, y su encuentro con el rey Mohamed VI, son un clarísimo punto de inflexión y un cambio de atmósfera en la relación bilateral.
Sánchez, actual secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), fue contundente. “Me reafirmo en que ésta es la mejor posición en el interés general de España”, comentó a los periodistas después de la reunión oficial y de compartir el Iftar con su anfitrión el rey marroquí, al final del ayuno diario que impone la fiesta sagrada de Ramadán. “La integridad territorial no representa ninguna duda entre ambos países”, añadió.
Una declaración conjunta de 16 puntos, demostró que el gobierno español transita en el camino de una completa sintonía con Marruecos. España acogió el llamado del monarca marroquí a “inaugurar una etapa sin precedentes en las relaciones entre los dos países”, ante la magnitud e importancia estratégica de los vínculos que unen a ambas naciones.
“España –de acuerdo a la declaración conjunta- reconoce la importancia de la cuestión del Sahara para Marruecos, así como los esfuerzos serios y creíbles de Marruecos en el marco de las Naciones Unidas para encontrar una solución mutuamente aceptable. En ese sentido, España considera la iniciativa de autonomía marroquí, presentada en 2007, como la base más seria, realista y creíble para resolver ese diferendo”.
Para España, Marruecos no es un vecino más. Es su principal bilateralidad en política exterior. Esa premisa la han subrayado en forma particular los gobiernos socialistas y ha marcado la acción en las relaciones exteriores españolas.
El ejemplo de diplomacia dado por Marruecos y España debería ser aprendido por Rusia y la comunidad internacional en la solución de sus diferencias, reconoció el diario The Washington Times.
Un artículo firmado por Tim Constantine, uno de sus principales columnistas, dijo la semana pasada que Marruecos está comprometido en una “solución política, genuina y pragmática para el diferendo del Sahara” y “ha demostrado una buena diplomacia a la antigua”.
Planteó que Rabat se ha comprometido en otorgar autonomía al pueblo saharaui, pero preservando la soberanía marroquí. “Razonable. Racional. Diplomático”, apuntó.
Constantine elogió el respaldo de Sánchez a la propuesta autonómica de Marruecos. “Las únicas dos naciones que han controlado el Sahara Occidental durante los últimos 140 años no se pelean por él”, añadió. “De hecho están enfrascados en una fiesta de amor diplomático, al darse cuenta de que lo más importante son la estabilidad y la integridad territorial de sus respectivos estados-nación”.
El rey Mohamed VI presentó en abril del 2007 ante el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) un plan de autonomía para el Sahara que significa la mejor perspectiva para superar el diferendo y deja sin efecto las pretensiones de Argelia y la guerrilla separatista del Frente Polisario de un referendo de autodeterminación para segregare el Sahara a Marruecos. Por 15 años la iniciativa marroquí ha sido acogida por el Consejo de Seguridad de la ONU como una solución “seria y creíble” para solucionar el diferendo saharaui.
España aceleró la reconciliación con Marruecos después del espaldarazo de Alemania a principios de año, cuando la invasión de Rusia sobre Ucrania todavía era una hipótesis. El presidente alemán Franz-Walter Steinmeier envió en enero una carta al rey Mohamed VI en la que expresaba su apoyo al plan de autonomía para el Sahara. Consideraba la propuesta como “una base seria” para una solución a casi 50 años de diferendo.
De acuerdo al diario catalán La Vanguardia, Alemania actuó rápido para superar las diferencias con Rabat y retomar los proyectos de cooperación sobre todo la producción de energía a partir del hidrógeno verde que podría transportarse hacia Europa por los gasoductos existentes.
Medios de prensa reportaron que una consecuencia inmediata del apoyo de España al plan autonómico que Rabat impulsa para el Sahara, es el cambio que ha experimentado el mapa de Marruecos en la web del Ministerio español de Relaciones Exteriores.
En el mapa de la web ministerial no aparece una línea para separar Marruecos del territorio del Sahara. Para la Cancillería española, Marruecos es uno desde Tánger hasta Dajla, en lo que Rabat denomina sus provincias del sur.
“El cambio en el mapa de la web de Exteriores va más allá del apoyo del gobierno de Sánchez a la propuesta de autonómica, pues supone la asunción de la soberanía marroquí sobre el territorio. España sigue así la senda trazada por Estados Unidos a raíz del reconocimiento en diciembre del 2020 del entonces presidente Donald Trump de la marroquinidad del Sahara”, opinó el diario madrileño La Razón.
La web The World Factbook de la CIA, dejó claro ese mismo año que “Estados Unidos reconoció el Sahara Occidental como parte de Marruecos” junto a un mapa sin líneas divisorias entre territorios.
Las declaraciones de la administración de Joe Biden y las recientes visitas a España y Marruecos de la número dos del Departamento de Estado, Wendy Sherman, y el posterior viaje a Rabat del secretario de Estado, Antony Blinken, reafirman el respaldo de Washington al plan de autonomía y la soberanía de marroquí en el Sahara.
En reacción al momento histórico por el que transitan las relaciones hispano marroquíes, la Secretaría General del Polisario decidió suspender todos los contactos con el gobierno de España por su reconocimiento a la propuesta autonómica y la soberanía de Marruecos en el Sahara.
El Movimiento Saharauis por la Paz (MSP) calificó el anuncio como “torpe e irresponsable” producto de una acción “impulsiva y poco afortunada”.
El MSP, que representa una parte importante de la población saharaui que vive fuera del Sahara marroquí, pidió al gobierno de España que mantenga la ayuda humanitaria a unos 40,000 refugiados que sobreviven privados de libertad en los campamentos de Tinduf en territorio argelino.
Los contactos de la guerrilla separatista con Madrid son básicamente para canalizar la ayuda humanitaria de unos $7 millones anuales que España entrega a organizaciones no gubernamentales y asociaciones saharauis que atienden los refugiados en Tinduf.
Argelia retiró el mes pasado a su embajador de Madrid y está amenazando con aumentar el precio del gas que le vende a España.
“Ahora el Polisario trata de dar un aspecto formal a su enfado por el reconocimiento al plan de autonomía marroquí para el Sahara, en un contexto en el que España se ha alineado con países tan importantes como Estados Unidos, Alemania, Francia e Israel, entre otros”, comentó La Razón.
Argelia y el Polisario olvidan que la crisis diplomática iniciada en abril del año pasado se debió a la acogida en secreto de Brahim Ghali, el líder de la guerrilla separatista, para ser atendido por covid en un hospital público español. Sobre Ghali pesan denuncias ante la Audiencia Nacional por secuestro, tortura y asesinato de ciudadanos españoles.