Irak tardará más de una década en limpiar de explosivos Mosul, según la ONU

Actualizado
  • 14/02/2018 11:53
Creado
  • 14/02/2018 11:53
Los yihadistas pusieron en una línea de varios kilómetros un artefacto explosivo cada dos metros

Irak tardará más de una década en poder "limpiar" Mosul occidental de artefactos explosivos no detonados, dada la gran cantidad y diversidad de los que quedan en el país tras la liberación de 32 áreas del yugo del Estado Islámico (EI).

Así lo afirmó hoy en rueda de prensa el director en Irak del Servicio de Minas de Naciones Unidas (UNMAS), Pehr Lodhammar, que durante más de 30 años ha trabajado en la detección y limpieza de explosivos en varios países.

Lodhammar dijo que lo que ha observado en Irak, y especialmente en Mosul -principal bastión del EI en el país-, "no se compara con nada con lo que he visto antes".

"He trabajado en 14 países y nunca había visto la complejidad, la densidad y la diversidad de los artefactos explosivos que vemos en Mosul", dijo.

Lodhammar explicó que lo que caracteriza a Mosul son dos aspectos: la gran variedad de artefactos explosivos, tanto oficiales como caseros, y que hay muchos en todo su territorio.

Los artefactos oficiales provienen de todos los implicados en el conflicto: del Ejército regular iraquí, de las fuerzas de la coalición internacional que lo ayudan y del EI, mientras que los improvisados son de los yihadistas.

"Se encuentran en cada casa, en cada esquina, en todas las infraestructuras, en las plantas de agua, de energía, en los hospitales, y son de todos los tipos, de los más tradicionales a los más sofisticados, incluidos los caseros", dijo.

Esta situación provoca que la ONU necesite personas muy cualificadas y con mucha experiencia.

"El contexto en el que trabajamos precisa de profesionales con 25 años de experiencia. En una tarea de limpieza de minas antipersonales tradicional se puede entrenar a una persona en cuatro semanas. Pero para hacer lo que hay que hacer en Irak, se necesitan años de experiencia", apuntó.

Explicó que hay "miles" de cinturones explosivos, lo que significa que los yihadistas pusieron en una línea de varios kilómetros un artefacto explosivo cada dos metros, como barrera y protección a su huida.

"Sólo en la Corte Suprema encontramos 44 chalecos suicidas, nueve artefactos caseros no detonados, 64 detonadores, 232 morteros, 48 cohetes, 72 municiones y 109 granadas", indicó, y agregó que en el hospital de Mosul occidental localizaron 2.500 artefactos, desde granadas pasando por minas, y centenares de explosivos caseros.

Todo ello hace estimar a la ONU que la "limpieza" llevará "más de una década, asumiendo que después durante años se encontrarán bombas abandonadas aquí o allí", señaló.

"Vemos munición lanzada por aviones de 226 kilos que se hunden a 15 metros de profundidad. Para sacar una de estas piezas del suelo se necesitan semanas...y hay centenares de miles de artefactos explosivos", aseguró el experto.

Otro problema adicional es que se estima que dos tercios de los artefactos se encuentran bajo los escombros, lo que complica mucho el trabajo y aumenta el riesgo de accidentes durante las tareas de reconstrucción.

Lodhammar explicó que gran parte de su tarea en Irak es la de concienciación y educación para entrenar a la población civil sobre cómo detectar y actuar para evitar detonar uno de estos artefactos.

Hasta la fecha han logrado formar a más de 400.000 personas con muy buenos resultados.

El experto no puedo indicar cuántas víctimas mortales o cuántos heridos han resultado de detonaciones, pero dijo que los accidentes ocurren "casi diariamente".

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