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- 09/02/2023 10:18
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El director general de la agencia atómica rusa, Rosatom, Alexéi Lijachev, se reunió hoy con el máximo jefe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), el argentino Rafael Grossi, para abordar la creación de una zona de seguridad alrededor de la central nuclear ucraniana de Zaporiyia.
En un breve mensaje de Telegram, Rosatom informó de las conversaciones entre ambos y confirmó que "el tema central es la creación de una zona de seguridad en la central nuclear de Zaporiyia", ocupada por las tropas rusas desde marzo pasado.
El control de la central, la mayor de Europa, sigue funcionando con técnicos ucranianos a los que Rusia ha ofrecido nuevos contratos y ha pasado a una corporación gestionada por Rosatom tras la anexión ilegal de la provincia en el sureste de Ucrania por Rusia.
La planta ha sido objeto de periódicos bombardeos de los cuales se responsabilizan mutuamente Moscú y Kiev.
El OIEA ha propuesto la creación de una zona desmilitarizada en torno a la central nuclear, donde el OIEA estableció ya el año pasado una presencia permanente, pero todavía no se ha alcanzado ningún acuerdo entre las partes.
El responsable máximo del OIEA estuvo la última vez en Moscú en diciembre de 2022, cuando se reunió con Lijachiov.
A la vez, el mes pasado Grossi viajó a Kiev, donde se entrevistó con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, para abordar la situación de seguridad en Zaporiyia y el despliegue de misiones del OIEA en otras plantas nucleares del país.
Según el organismo, a finales de enero la zona alrededor de la planta nuclear volvió a registrar numerosas explosiones.
Grossi ha sostenido en varias ocasiones que los bombardeos y actividades de combate cerca de la planta subrayan aún más la importancia vital de acordar y poner en marcha lo antes posible una zona de protección de la seguridad nuclear alrededor de Zaporiyia.
Una zona de este tipo ayudaría a blindar la central asegurándose de que no sea un objetivo militar y de que no se utilice para ataques desde el mismo lugar, afirmó.
Los seis reactores de la planta siguen apagados y dos continúan en modo de parada en caliente para suministrar vapor y calor a la central y a la cercana ciudad de Energodar.
La central también sigue recibiendo la electricidad externa que necesita para las funciones esenciales de seguridad.