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El presidente de Sudán del Sur arresta a su vicepresidente, dice la oposición, lo que pone en riesgo una guerra inminente

- 27/03/2025 12:50
El principal partido de la oposición de Sudán del Sur declaró el jueves que el acuerdo de paz que puso fin a cinco años de guerra civil ha fracasado, tras el arresto de su líder, Riek Machar, un día antes.
El vicepresidente del partido, Oyet Nathaniel Pierino, declaró en un comunicado que el acuerdo “ha sido revocado” y que el arresto de Machar demuestra la falta de voluntad política para lograr la paz y la estabilidad.
La ONU advirtió el lunes que el país se encontraba al borde de una nueva guerra civil tras los combates en el norte entre un grupo armado aliado de Machar y las fuerzas gubernamentales.
El portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, reforzó esa advertencia el jueves tras el arresto de Machar, declarando: “Advertimos que esta acción acerca al país un paso más al borde de una guerra civil y al desmantelamiento del acuerdo de paz”. Dijo que “es inimaginable que los líderes políticos permitan que su país regrese a un estado de sangrienta guerra civil y la tragedia que esto conlleva”, y añadió que “es vital que los líderes del país prioricen el interés del pueblo”.
El jefe de la misión de paz de la ONU en Sudán del Sur, Nicholas Haysom, declaró que, tras los informes sobre la detención de Machar, todas las partes deben “actuar con moderación y respetar el Acuerdo de Paz Revitalizado”, que, según Dujarric, “incluiría la restauración de la libertad del primer vicepresidente”.
La guerra civil de Sudán del Sur, que duró cinco años y en la que murieron 400.000 personas, culminó en un acuerdo de paz de 2018 que unió al presidente Salva Kiir y a Machar en un gobierno de unidad. Machar es uno de los cinco vicepresidentes del país.
Machar se encontraba “confinado por el gobierno” y su vida corría peligro, declaró el portavoz de la oposición, Pal Mai Deng, en un discurso en video dirigido a los medios el miércoles por la noche.
Las tensiones han ido en aumento entre los partidos de Kiir y Machar, y se intensificaron en marzo cuando el Ejército Blanco, un grupo armado leal a Machar, invadió una base militar en el estado del Alto Nilo y atacó un helicóptero de la ONU.
El gobierno respondió con ataques aéreos, advirtiendo a cualquier civil en la zona donde se encuentra el grupo del ejército que desalojara la zona o “asumiría las consecuencias”.
Más de una docena de personas han muerto desde que comenzaron los ataques aéreos a mediados de marzo, y la ONU advirtió de una nueva guerra civil si los líderes no priorizan los intereses del país.
“Esta noche, los líderes del país están al borde de recaer en un conflicto generalizado o de impulsar al país hacia la paz, la recuperación y la democracia, en el espíritu del consenso alcanzado en 2018 cuando firmaron y se comprometieron a implementar un Acuerdo de Paz Revitalizado”, declaró Haysom en un comunicado el miércoles por la noche.
Un funcionario de la oposición describió la llegada de 20 vehículos fuertemente armados al domicilio de Machar, donde fue arrestado junto con su esposa.
“Sus guardaespaldas fueron desarmados y se le entregó una orden de arresto bajo cargos poco claros”, declaró Reath Muoch Tang, funcionario del Movimiento/Ejército de Liberación del Pueblo de Sudán - En la Oposición.
El presidente de la Comisión de la Unión Africana, Mahmoud Ali Youssouf, afirmó que desplegaría un equipo en Yuba “como parte de los esfuerzos para reducir la tensión”.
En un comunicado sobre X, la oficina de asuntos africanos del Departamento de Estado de EE. UU. instó a Kiir a revocar el arresto domiciliario y “evitar una mayor escalada de la situación”.
La presidenta de la comisión de la ONU sobre derechos humanos en Sudán del Sur, Yasmin Sooka, declaró el jueves que “los ataques deliberados contra líderes de la oposición y civiles representan un desprecio temerario por el derecho internacional y el futuro del país”.
A principios de marzo, varios aliados de alto rango de Machar fueron arrestados por las fuerzas de seguridad, una acción que sus partidarios condenaron como una “grave violación” del acuerdo de paz.
Alemania y Noruega cerraron temporalmente sus respectivas embajadas en Yuba. La Embajada de Estados Unidos redujo aún más su personal debido a las amenazas a la seguridad y recomendó a los estadounidenses que se encuentran en el país que se preparen para refugiarse en caso de que la situación se deteriore aún más. La Embajada Británica también informó que había reducido temporalmente su personal debido a que los servicios consulares están severamente limitados.