'Si hablan los despiden', la agonía de los médicos salvadoreños

Actualizado
  • 28/08/2023 00:00
Creado
  • 28/08/2023 00:00
El infectólogo salvadoreño, Iván Solano, conversa con La Estrella de Panamá, para dar a conocer la complicada relación entre el Gobierno de Nayib Bukele y los médicos salvadoreños
El presidente de El Salvador, Nayib Bukele.

En el marcador, el resultado del partido de fútbol entre Alianza y el Club Deportivo Futbolistas Asociados Santanecos (FAS), fue de 2-0, a favor de FAS. En el estadio Cuscatlán de El Salvador, donde se disputó el encuentro, el saldo fue de 12 personas muertas y más de 100 heridos.

Ese 20 de mayo, se disputaba el partido de vuelta de cuartos de final del Torneo de Clausura 2023, uno de los eventos deportivos de mayor relevancia en el país, que prometía llenar las 40,000 butacas que tiene el recinto disponible.

Los fanáticos estaban ingresando al estadio, pero cerca de las 8:00 p.m., a 10 minutos de haber iniciado el encuentro, la premura de los aficionados que no se querían perder el encuentro y los bajos niveles de seguridad ocasionaron una estampida que terminó por desatar la tragedia.

El tuit y la condena
Representantes del Colegio Médico de El Salvador.

Era una noche movida en el Hospital Rosales, el principal recinto de salud pública de San Salvador. La cantidad de personas heridas, en diferentes estados de gravedad, que entraban al centro de salud, en busca de ayuda era elevada.

Fue en ese momento cuando la interna Beatriz Monteagudo y las médicas residentes de cirugía, con nombre de usuario @VampireKiller73 y @Paolag30, hicieron en sus cuentas de X (anteriormente Twitter) unas publicaciones, que terminarían por marcar el rumbo de su carrera permanentemente.

“Gracias por arruinarme el turno”, dijo Paola, a las 8:35 p.m., citando a los equipos deportivos. “Mal día para estar de turno”, sentenció Beatriz, horas más tarde. “Que mal día para estar de turno... Gracias al partido”, acotó la usuaria VampireKiller73, quien deshabilitó su perfil temporalmente.

Las consecuencias fueron inmediatas, la directora del Instituto Salvadoreño del Seguro Social (ISSS), Mónica Ayala Guerrero, adelantó que una de las médicas sería retirada de su turno. “En el ISSS necesitamos gente comprometida y empática con el dolor ajeno”, alegó.

El Hospital Nacional Rosales de El Salvador, principal hospital público del país.

El Ministro de Salud, Francisco Alabí, acusó a las médicas de no tener “vocación ni compromiso” ante las “emergencias”, separándolas de su labor en el hospital.

Estas decisiones no son bien vistas por el infectólogo salvadoreño Iván Solano, quien considera que las medidas aplicadas son “exageradas”. “Cualquier persona que, tras trabajar largas horas, recibe la noticia de que tendrá que trabajar más, se va a quejar”, dijo a La Estrella de Panamá.

“Lo que me parece mal es que al actual ministro, también se le han encontrado tuits, en los que se quejaba de cosas similares cuando era residente”, analiza.

Según Solano, el problema es que “no ha habido un debido proceso para juzgar a estas jóvenes, quienes se encuentran actualmente en un limbo”.

Las voces críticas

Han pasado meses desde esa situación y Beatriz no ha podido continuar con su residencia médica, la cual es un requisito para graduarse. Algo similar ocurre con las otras dos doctoras, que tienen su futuro profesional en duda.

Este hecho ha ocasionado el disgusto de los representantes del Colegio Médico salvadoreño, quienes piden que se reintegre a las especialistas a sus funciones.

En apoyo a estas tres mujeres, un grupo de 47 internos realizaron una manifestación pacífica, el 21 de julio, en la cual exigían que se les reincorporara.

Estas acciones no fueron bien recibidas por el Gobierno de Nayib Bukele, el cual anunció que esos 47 internos también serían suspendidos.

“Esta fue la gota que colmó el vaso. Se les está quitando el derecho a la educación y a la libre expresión a estos jóvenes", cuestiona Solano, quien asegura que los médicos que trabajan en el sector público están “amordazados”.

“Acá no se les permite a los médicos quejarse por la falta de insumos o medicamentos, porque si lo dices públicamente, te quitan el trabajo en unas horas”, asegura el infectólogo, quien estuvo 24 años trabajando en el sector público.

Solano asegura que el gremio médico lleva meses pidiendo dialogar con el Ejecutivo, pero que no han obtenido respuestas.

Roberto Montoya, presidente del Colegio Médico de El Salvador, explicó al diario El Mundo, que la relación entre el ejecutivo y el sector salud es “incómoda”.

“El sector salud está realmente incómodo por el trato que ha estado recibiendo, eso no lo estoy provocando yo ni el Colegio Médico ni nadie, sencillamente, es una cosa que está provocada por las autoridades”, explicó.

Incertidumbre democrática

No son pocos los sectores de la sociedad salvadoreña que ven con preocupación el intento de reelección que el Bukele está impulsando. Periodistas, abogados, políticos y representantes de organismos internacionales, han cuestionado la legitimidad de la legalidad de las aspiraciones política del actual presidente.

“El régimen de Bukele es autoritario y autocrático, porque concentra todo el poder del Estado”, sentencia Solano, quien señala que la “maquinaria de propaganda” del Ejecutivo se ha encargado de impulsar su buena imagen a nivel internacional.

“Bukele está utilizando el mismo libreto de todos los dictadores a nivel mundial, que buscan crear en el imaginario de la población que todo está de maravilla, pero no es cierto”, cuestiona el infectólogo, quien considera que el actual presidente está intentando hacer esto con el sector de salud.

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