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- 24/11/2019 16:29
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Dilan Cruz está internado en un hospital de Bogotá tras ser gravemente herido el sábado por un proyectil disparado por la Policía durante una manifestación pacífica y es por eso que este domingo se convirtió en el símbolo del malestar ciudadano contra la violencia policial, en el cuarto día consecutivo de protestas contra el Gobierno.
Este joven de 18 años se iba a graduar el lunes como bachiller del colegio público Ricaurte, en el sur de la ciudad, pero hoy se debate entre la vida y la muerte en el Hospital San Ignacio, donde permanece con pronóstico reservado, "estable aunque con un estado de gravedad", según informó el alcalde de la ciudad, Enrique Peñalosa.
Es por ello que ciudadanos se reunieron en varios puntos de Bogotá para recordar a Dilan y clamar por el cese de la violencia de la Policía, que también ha sido criticada por dispersar con gases lacrimógenos varias manifestaciones pacíficas desde el jueves.
Una de las concentraciones más grandes se realizó en el Colegio Ricaurte, donde amigos, compañeros y profesores del joven herido se reunieron para caminar desde esa zona del sur de la ciudad hacia el centro en rechazó a la situación que vive el estudiante.
"El ESMAD (Escuadrón Móvil Antidisturbios de la Policía), una entidad creada por el Estado, agredió y le disparó un gas lacrimógeno de frente a un estudiante de este colegio. Yo soy docente, hemos salido a marchar pacíficamente, decentemente, sin agresiones", dijo a Efe una maestra del colegio que prefirió no revelar su nombre.
La mujer, que llevaba un cartel que decía "Soy profe y me siento indignada por la agresión del ESMAD a mi estudiante Dilan y sigo marchando pacíficamente", aseguró que el joven simplemente estaba manifestándose en paz para buscar una "mejor calidad de vida para su futuro".
"Un muchacho normal, que simplemente estaba buscando un préstamo o una beca para seguir estudiando, no hay derecho a lo que le hicieron. Él no es ni agresivo, ni de izquierda ni de derecha", aseguró entre lágrimas.
Al colegio llegaron más de 1.000 personas, la mayoría de las cuales vestía camisetas blancas y llevaba en sus manos cacerolas, que comenzaron a caminar desde allí hacia la Calle 19 con Carrera Cuarta, lugar del centro de Bogotá donde ayer fue agredido el manifestante.
La numerosa caravana la lideraba un grupo de estudiantes que cargaban una gigante pancarta que rezaba "Por aquí circula la vida del Ricaurte. Todos somos Dilan" y lideraban el cántico "Soy estudiante soy", tradicional en las manifestaciones universitarias en Colombia.
También habían otros letreros como el que llevaba una niña y en el que tenía escrita la célebre frase del Libertador Simón Bolívar "Maldito sea el soldado que apunta las armas contra su propio pueblo" o uno que rezaba "Hoy por Dilan, mañana puede ser por usted".
A lo largo del recorrido, la multitud cantó "Dilan, amigo, el pueblo está contigo", mientras que algunos curiosos se sumaron a ellos durante el camino.
Al llegar a la zona donde fue herido, los manifestantes pusieron un cartel negro que decía "Con el miedo de mi familia no se juega" y lo rodearon de claveles y velas amarillas, así como guardaron un minuto de silencio por Dilan y su recuperación.
Otra multitud se reunió en el Hospital San Ignacio, que hace parte de la Pontificia Universidad Javeriana y a donde llegaron centenares de personas para manifestar su solidaridad con el estudiante.
Al frente de la entrada del centro médico fue instalado un pequeño altar con flores blancas que formaron un corazón en el que en su interior tenía mensajes como "Fuerza Dilan" y "Todos somos Dilan Cruz".
"Estamos en una protesta pacífica, vinimos a apoyar no solo a Dilan y a su familia, sino a todas las personas que estamos haciendo una marcha social donde lo único que queremos es ser escuchados por el Gobierno", dijo a Efe Manuel Cortés Rivera, un economista que llegó a la clínica con sus padres para acompañar a la familia del joven.
Lo ocurrido, en su opinión, refleja "la represión" de las autoridades contra los manifestantes que han salido "a exigir lo que les corresponde, sus derechos", a un Gobierno que debe escuchar no solo a los líderes políticos sino a la sociedad en general.
"Estamos viendo cómo un joven de 18 años, estudiante, estaba exigiendo lo que dentro del marco común es el derecho a la educación y como fue reprendido por las autoridades, en este caso el ESMAD", añadió Cortés.
La pacífica protesta, a la que también se acercaron ciclistas que transitaban por la Carrera Séptima durante la tradicional ciclovía dominical, continuó con un mensaje claro: que el Gobierno escuche no solo "a los grandes empresarios, sino que también escuche la voz del pueblo".
"Vamos a seguir hasta que el Gobierno decida escucharnos, hasta que el Gobierno más allá de escucharnos también nos dé las plenas garantías y le dé solución a todas las exigencias que estamos poniendo, que más que exigencias son los derechos que nos deben de garantizar", concluyó Cortés, quien resaltó a Dilan Cruz como un símbolo del rechazo de Colombia a la violencia policial.
Por: Jorge Gil Ángel